Las crónicas de una Semana Santa plena

Es la de este 2017 una Semana Santa inolvidable en Córdoba, pues además resultó histórica debido al traslado de la Carrera Oficial a la Mezquita Catedral y su entorno. Al igual que sucediera hace sólo dos años, las buenas temperaturas acompañaron a lo largo de todas las jornadas. El sol permitió que por cuarta vez tras el cambio de siglo todas las hermandades pudieran completar sus respectivas estaciones de penitencia. Además, el Sábado de Pasión supuso un brillante prólogo y dibujó un paisaje lleno de nuevas expectativas de cara al futuro próximo. Por otro lado, la servita corporación del Rayo recuperó la salida procesional de su titular después de que en 2015 y 2016 no la llevara a cabo. Una cita ésta que tuvo un significado especial al alcanzar la cofradía el primer templo de la ciudad. En definitiva, se marcha una Semana Santa plena.

La expectación era máxima antes del inicio de los días de Pasión a causa de la nueva Carrera Oficial, que en realidad fue la reinauguración de un recorrido común del que disfrutó Córdoba hace más de cinco décadas -a principios de los sesenta-. Un cambio en el trazado compartido que también conllevó diversas variaciones en los itinerarios parciales, los cuales ofrecieron la opción de observar estampas poco habituales, como la salida del Remedio de Ánimas a la luz del sol, el paso de numerosas cofradías por la plaza de la Corredera y el Compás de San Francisco, la mayor presencia también de la plaza del Potro o una Madrugada más amplia con motivo del tardío retorno a sus templos de hermandades como el Cristo de Gracia o las Angustias. De esta forma, la ciudad presentó de principio a fin una magnífica imagen debido a la elevada afluencia de público en sus calles.

La presencia de personas fue masiva desde el Domingo de Ramos y apenas decreció únicamente en la jornada del Martes Santo. Un descenso que en realidad sólo se dio en determinados puntos y a horas concretas y que, por tanto, fue poco significativo. En lo que se refiere a momentos para el recuerdo destacan casi siempre los relacionados con el paso por la Mezquita Catedral. Al primer templo regresó después de veinte años la Merced y bajo sus naves transitaron por vez primera hermandades como la Piedad, el Cristo de Gracia o la Sagrada Cena -entre otras-. Por otro lado, esta Semana Santa mantuvo a pesar de los cambios instantes en lugares emblemáticos como la bajada de la Cuesta del Bailío de la Esperanza o el discurrir de las corporaciones de la Paz y de la Estrella por los Jardines de Colón. En el segundo caso también por la noche y tras un 2016 en el que la lluvia impidió que la cofradía completara su estación sin recorrer ese escenario.

Esta Semana Santa plena tuvo su narración diaria, como no podía ser de otra forma, en EL CIRINEO. Esta revista digital cofrade realizó su tercera cobertura, después de que iniciara su andadura en 2015. Lo hizo con una extensa cobertura informativa, de contenido gráfico y reportajes, así como con su constante labor a través de las redes sociales. Este lunes, este medio permite recorrer, con una ligera mirada al pasado más reciente, los días de Pasión desde las Vísperas hasta el Domingo de Resurrección con la recopilación de sus crónicas, en las que además siempre incluyó un vídeo -excepto en la del Vía Crucis con el Señor de la Caridad-. Es el primero de los repasos que de manera especial ofrece a sus lectores.

Sábado de Pasión: Sueños de barrio

Domingo de Ramos, Entrada Triunfal: Abiertas las puertas

Domingo de Ramos, tarde: Una luz distinta

Lunes Santo: Esencias y borrones

Martes Santo: Paso firme

Miércoles Santo: Al ritmo de las sensaciones

Jueves Santo y Madrugada: Lo efímero es para siempre

Viernes Santo, Vía Crucis de Caridad: El aroma de la tradición en San Francisco

Viernes Santo, tarde: El pulso de las emociones

Sábado de Gloria: Un Rayo de luz cruza el puente

Domingo de Resurrección: Alegres campanas