Mañana empieza (o acaba) todo

Uno ha repetido hasta la saciedad que va a pagar. El otro ha insistido en revelar sus dudas sobre el cobro del dinero adeudado. Son 4'5 millones de euros. Poca broma. El 31 de julio expira el plazo para que Jesús León (Aglomerados Córdoba) abone a Carlos González (Azaveco) la cantidad que falta para completar los 9'5 en que se fijó el precio de venta del paquete mayoritario de acciones del Córdoba CF en enero de 2018. Se trata, nada más y nada menos, de determinar quién es el propietario de la entidad. Ocurra lo que ocurre, haya pago o no, González seguirá manteniendo el derecho de tanteo y retracto ante futuras operaciones de venta del Córdoba, así como un porcentaje sobre el precio que se establezca en ese hipotético caso. Mientras tanto, hay incertidumbre en el cordobesismo.

El pago de los 4'5 millones a González no es el único frente económico que tiene abierto León. También está como telón de fondo la figura de Luis Oliver, al que se le adeudan cantidades de su finiquito en el Córdoba además de la devolución de un préstamo realizado por su empresa, Bitton Sport, a León para acometer pagos anteriores. El montoreño se hizo cargo del Córdoba en enero de 2018 con un calendario de pagos a Azaveco que fue modificado sobre la marcha. En cualquier caso, el punto clave está en el cierre de la venta a Carlos González, que con el abono de los 4'5 millones quedaría saldada. Está por ver el modo de pago y no es descartable algún acuerdo de última hora.

González, que ofreció a León distintas fórmulas en los últimos meses -especialmente en las semanas finales del campeonato, con el descenso de categoría ya consumado-, ha tratado de acelerar el cobro de la cantidad pendiente bajo una premisa: la certeza absoluta de no hacerlo. De hecho, así lo manifestó en numerosas ocasiones. En cada una de ellas recibió la réplica de León, que aseguraba de forma tajante que pagaría “el 31 de julio”. No antes, como pretendía el acreedor. La fecha ya ha llegado y el Córdoba sigue funcionando como club: ha conformado un organigrama técnico y una plantilla, y su campaña de socios no va mal dadas las circunstancias: podría llegar a una cifra final entre nueve y diez mil abonados. Sería, de largo, el club con más respaldo social en el grupo de Segunda B.

Con la rueda deportiva girando -sin deudas en la AFE pero con débitos pendientes a los entrenadores Sandoval y Curro Torres, que según fuentes del club se pagarán “en su momento”-, Jesús León ha ganado crédito y ha evitado que se perpetuara la imagen de parálisis que llevaba ofreciendo la entidad muchos meses. Las críticas no han cesado, especialmente por parte de profesionales que han salido tras una purga brutal: desde técnicos de la cantera hasta jugadores con peso en el vestuario. Las durísimas denuncias de Javi Moreno, exentrenador del juvenil de División de Honor, y de Javi Lara, excapitán cordobesista, han sido las últimas que han puesto en solfa la gestión de León.

Faltan horas para conocer si, finalmente, el pago se realiza de una manera que satisfaga las pretensiones de Carlos González, que está dispuesto a retomar el mando en el Córdoba y ha buscado la alianza con el colectivo Minoritarios CCF. En caso de no suceder así, se avecinaría un conflicto judicial con el Córdoba como protagonista. Si la venta no se cierra, la propiedad continuaría siendo del empresario tinerfeño afincado en Madrid. La partida se ha ido jugando durante los últimos meses, entre órdagos y cartas trucadas, hasta llegar al momento crucial. El 31 de julio terminará todo... o volverá a empezar.