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Un informe arqueológico descartó el proyecto de sustituir la celosía de la Mezquita por una puerta

Vano abierto tras la retirada de la celosía de Rafael de la Hoz

Alfonso Alba

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El 7 de septiembre del año 2017, la empresa Arqueobética concluyó el informe definitivo que le encargó el Cabildo para saber si se podía instalar o no una puerta abatible similar a la celosía de Rafael de la Hoz que se acababa de retirar del muro norte de la fachada de la Mezquita Catedral. El objetivo de la retirada era abrir un paso a las procesiones, para poder trasladar a la zona la carrera oficial de la Semana Santa. El Cabildo retiró la celosía, cortándola con una sierra en varios trozos que ha almacenado, tras la autorización de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía, primero, y la licencia de obras de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba, después.

El hijo de Rafael de la Hoz intentó por todos los medios paralizar los trabajos, que se ejecutaron. De la Hoz siguió litigando y logró que la justicia declarara nulo el acto administrativo. Pero la celosía ya se había retirado. Ahora, y después de que en marzo de este año el juez de lo Contencioso Administrativo número 4 de Córdoba haya aceptado la personación de la plataforma ciudadana Mezquita Catedral en el caso, ha pedido la ejecución de la sentencia y la reposición de la celosía.

En la documentación, De la Hoz adjunta el informe arqueológico que nunca se hizo público y que se encargó para continuar con las obras proyectadas: la construcción de una puerta similar a la celosía pero abatible. La celosía que diseñó e instaló su padre, uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XX, se instaló a presión y sin cimientos. La madera caía por su propio peso y hacía la función gracias a un marco apoyado al propio arco. Cuando el Cabildo inició la retirada de la madera, comprobó que salía astillada. Por eso se optó por serrar por partes la celosía.

Una vez retirada la celosía comenzaron a trabajar los arqueólogos. Su objetivo era saber si el proyecto de construcción de una puerta abatible era viable. Pero el informe concluye que el proyecto tal y como estaba previsto no lo es. El proyecto preveía dos cimentaciones sobre las que pivotaría la nueva puerta para poder abrirse gracias a dos juncias. A escasa profundidad los arqueólogos dieron con pavimentos históricos anteriores a la construcción de la propia fachada de la Mezquita en época de Abderramán III. Y también con cimentaciones islámicas para construir el propio muro norte “que no deben verse afectados por actuaciones posteriores”.

En el informe, los arqueólogos planteaban una alternativa, que era que las juncias se construyesen en dos rellenos y zanjas de cimentación del siglo XV, también localizados en su inspección. Pero ese proyecto de puerta nunca se modificó en ese sentido y desde entonces el vano abierto es tapado por una lona de plástico con una fotografía de la celosía retirada en su momento. El plástico no cumple con la función original de la celosía, que era tamizar la luz que entraba al interior del monumento.

Los arqueólogos no encontraron nada que no esperaran: Dos cadáveres, también del siglo XV, enterrados de Este a Oeste; restos del muro original construido en época de Abderramán I, restos del muro posterior reformado por Abderramán III y la reconstrucción llevada a cabo en el siglo XV, ya cuando la Mezquita estaba cristianizada. Al parecer, entonces se detectaron daños en los arcos de la zona y se decidió rehabilitarla y reconstruirla, para evitar que se vinieran abajo.

El Cabildo dijo en 2017 que las celosías ponían en riesgo al muro norte

Poco antes de que se firmara este informe, el entonces presidente deán del Cabildo, Manuel Pérez Moya, llegó a decir que la institución religiosa estaba decidida a construir una puerta de cristal, en lugar del proyecto original, algo que no se ha ejecutado. Pérez Moya aseguró que la celosía retirada estaba dañando al muro norte por el grosor de su estructura, algo que no se cita en el informe, y que reponerla supondría poner en riesgo toda la zona, según llegó a afirmar en diversas entrevistas en medios de comunicación.

La solución, según argumentó el presidente del Cabildo, dado el riesgo que suponen las celosías para el monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pasa porque “todos busquemos la razón, el método científico y que podamos llegar a unas conclusiones que sean para todos evidentes”, en cuanto a “cómo poder corregir esa influencia negativa que tienen sobre el muro” las celosías, expresó. Pero nada de eso se incluye en el informe, que se centra exclusivamente en que la cimentación propuesta era incompatible con la conservación de los restos arqueológicos.

A pesar de que la propia plataforma pidió a la Junta de Andalucía que hiciese público este informe, no ha sido hasta que el proceso se ha judicializado que no ha salido a la luz. En todo este tiempo, no consta propuesta alguna enviada a la Comisión de Patrimonio del gobierno andaluz para la construcción de una puerta. Ahora, el juez ha iniciado un proceso de ejecución de sentencia y el arquitecto Rafael de la Hoz ha pedido que se reponga la celosía original. Por su parte, la Agrupación de Cofradías reclama que se deje todo como está.

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