Planeta a la deriva

"Estoy contento"

           (Luis Miguel Carrión. Entrenador del Córdoba CF)

 

El Córdoba CF es el único planeta de la Vía Láctea que puede caer a plomo por el espacio y nadie sabe cuándo va a parar. Su comportamiento es un misterio. Exactamente igual que el universo. Lo mismo mantiene unas coordenadas estables dentro de su órbita de equipo ni fu ni fa que se hunde en un agujero negro y si te he visto no me acuerdo.

Nuestro equipo lleva nueve jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Que se dice pronto. Iba tan tranquilo por el espacio sideral de Segunda División cuando, de pronto, tropezó con un meteorito y empezó a despeñarse en el vacío como un saco de castañas pilongas. En otra cosa no, pero en pérdida de pie en la clasificación muestra una regularidad digna de encomio.

Cómo será el cipotazo que ya estamos en el puesto número 16 de la tabla. Y cayendo. La última vez que ganamos fue el 24 de septiembre. De este siglo. Le metimos dos chicharitos al Nastic y la vida nos sonreía que daba gusto. Entonces, el equipo parecía un equipo de fútbol. Con sus centrales, sus carrileros y su hombre en punta. Coqueteábamos con los puestos de ascenso y los fines de semana eran una fiesta.

Podríamos decir que nos encontramos en estado de shock por este súbito desplome planetario. Pero no es verdad. En accidentes cósmicos y caída libre tenemos un máster de posgrado. En realidad, llevamos media vida surcando el universo sin saber si vamos o si venimos. O lo que es peor: sin saber qué coño nos va a pasar en el próximo partido. Cuando parece que el Córdoba CF coge velocidad crucero en la estratosfera, se nos viene un vértigo galáctico del carajo y tararí que te vi.

El jueves, contra todo pronóstico, ganamos dos cero al Málaga en la Copa. Cómo sería el sobresalto que el nuevo entrenador apenas alcanzó a esbozar una frasecilla que no le salía del cuerpo. “Estoy contento”, dijo el pobre hombre. Que alguien le diga a este señor que pilota un planeta llamado Córdoba CF. Vaya a ser que se entusiasme.