La poesía es un arma cargada de futuro y de hip hop

Escribió Gabriel Celaya que la poesía es un arma cargada de futuro. Pero está claro que ese futuro tendrá que ser también de hip hop, como demostró en la noche de este viernes Cosmopoética en una jornada en la que se desbordaron sus previsiones y hasta la organización se vio obligada a montar una pantalla gigante en el parque de Orive.

Llegaba el turno del rapero albaceteño Nach y la sala capitular que años atrás se pobló de recitales poéticos (algunos no muy numerosos, por cierto) se llenó en minutos. El recital-show de Nach arrancaba a las 20:30. A las 19:50 ya había jóvenes haciendo una cola que llegó a la calle San Pablo, algo inaudito en las últimas ediciones del festival de poesía cordobés. Tal fue la avalancha que no hubo sitio para todos. Nach lo resolvió dirigiéndose puntualmente a los de dentro y a los de fuera. Eooooo.

Lo de este viernes en Orive rompió todos los esquemas. Nach agarró su micro, leyó su poesía a ritmo de hip hop, cómo no, pero el público estaba a oscuras y sentado en la impresionante sala capitular, solo con la pavorosa grieta iluminada. Pero no importó. Se vieron manos levantadas, choque de manos y algún que otro coro al final mientras el albaceteño acompañado del piano de Dani Catalán iba de menos a más en ritmo en intensidad.

Fuera, unas 200 personas seguían lo que pasaba dentro a través de una pantalla gigante en la que se veía peor pero quizás se escuchaba mejor todo lo que Nach había venido a decir en Córdoba, cuyo público, con una media de edad de no más de 30 años, demostró que el futuro de la poesía está en unir estos festivales a lo que de verdad está moviendo a la juventud. Un arma cargada de futuro con balas de hip hop.