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Isabel Ambrosio: “No he llegado aquí para estar solo cuatro años”

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Alfonso Alba

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Es jueves, 15 de junio. Se han cumplido dos años y dos días desde que Isabel Ambrosio se convirtiera en alcaldesa de Córdoba. Capitulares ha cambiado. Es peatonal. El despacho de Alcaldía también. Más sobrio. Y afuera, en la calle, hace un calor imposible, más de 40 grados centígrados, tema de conversación casi único durante toda la jornada.

Ambrosio ha cumplido sus primeros dos años de mandato con un acto en el Palacio de Viana al que asistieron más de 300 personas. Allí se marcó seis retos para unos próximos dos años que, asegura, espera que sean otros cuatro más a partir de 2019. Antes, reconoce que en estos 24 meses que quedan por delante tienen que cambiar muchas cosas.

La alcaldesa, en la entrevista, reconoce que es poco de dar grandes titulares. Prefiere el trabajo más discreto que el expuesto permanentemente, que lleva en el cargo de máxima autoridad de la ciudad. Se siente cómoda en la cercanía y el tú a tú donde, quizás, es más fácil sacarle un titular. Eso también es un reto, pero para el periodista.

PREGUNTA. Dos años de mandato municipal. ¿Balance en una frase?

RESPUESTA. Dos años duros pero emocionantes. Se han pasado volando. Mucho más rápido de lo que podía pensar, con sus momentos buenos y sus muchos momentos malos. Bueno. Te hace tener la perspectiva con mucha más seriedad de lo que significa una tarea de la gestión pública de lo que es una ciudad como Córdoba. A día de hoy tenemos bastante más capacidad y conocimiento para tener claro lo que nos permitiría ir a final de mandato cumpliendo nuestros compromisos, y eso te lo hace la experiencia. Se han cometido errores. Este equipo de gobierno no ha tenido ningún problema en pedir disculpas cuando ha tenido que hacerlo. Si tengo que asumir algún error, me habría gustado conseguir más cosas para Córdoba en estos dos años y ser más ágiles en la gestión. Creo que ese es nuestro mayor error. Con todas las dificultades que se han cruzado entre medias, teníamos que haber puesto más capacidad de gestión para agilizar algunos asuntos. Y los aciertos, creo que uno es haber vuelto a recuperar el lugar de la ciudad de Córdoba cuando tiene que hacerlo con el resto de ciudades, volver a restablecer la relaciones entre las instituciones con el Ayuntamiento y, sobre todo, abrir puertas y ventanas para que todo el que tiene algo que opinar o hacer una propuesta que pueda generar oportunidades en la ciudad, haya tenido un lugar o un momento en el que poder hacerlo. Y restablecer esas relaciones con la estructura que tiene esta ciudad de carácter histórico con lo que opinan los vecinos a través de la participación ciudadana. Si tengo que resumirlo de ahí no te va a salir un titular (risas).

Han sido dos años duros pero emocionantes

P. No ha sido una frase.

R. Es que la carga de ilusión se la he reflejado en los cuatro elementos que creo que son importantes destacar. Y la carga de trabajo de sus malos ratos también está. Muchas veces tenemos sensación de impotencia sobre todo en la agilidad a la hora de dar una respuesta más inmediata a los cordobeses desde el Ayuntamiento.

Tenemos sensación de impotencia a la hora de dar una respuesta más inmediata a los cordobeses desde el Ayuntamiento

P. Usted no es una alcaldesa de dar muchos titulares. De eso nos quejamos mucho los periodistas.

R. (Risas). Yo soy como soy. Con mis defectos y con mis virtudes, con mi manera de entender la actividad política como un servicio público. En ese sentido soy de más trabajar y de menos hablar. Ahí hay quien se queja de que no doy titulares. Yo he venido a ponerle rostro y toda la pasión y el trabajo que merece a ese cambio tranquilo y a ese cambio sensato. A ese cambio también en las formas de hacer política, en las de trabajar mucho y en la de usar el megáfono y el micrófono lo menos posible. Además, saben que si tengo que establecer relaciones me gusta más el tú a tú que los grandes eventos donde se me coloca el foco. Me siento más cómoda así. Creo que la política y el mundo de la política pasa también por esa reconversión: acercarse más a la gente y tener esos momentos de cercanía. No es mi manera la de hacer política a través de dar titulares y a través de los medios de comunicación. Respetando en todo momento que a cada uno nos toca lo que nos toca. Igual que yo respeto el trabajo que tienen que desarrollar los medios de comunicación, y que en el caso de la política municipal hay que rellenar un espacio, que eso ejerce una presión importante en el equipo de gobierno y en el resto de grupos municipales, también pido respeto a esa manera de trabajar de una forma mucho más discreta.

Soy más de trabajar y menos de hablar

Cuando se tienen resultados es cuando hay que anunciarlos. Te pongo como ejemplo Ronda del Marrubial. En ese proyecto llevamos trabajando un año. Los medios de comunicación no lo han conocido hasta hace escasamente unos días. Ese proyecto ha pasado por todas las obligaciones que tiene a la hora de opinar y participar los consejos de distrito y la relación entre instituciones. No se trata de cualquier proyecto que se conoce cuando ya tienen todos los vistos buenos. En ese lo he conseguido. En otros no lo consigo.

Este equipo de gobierno no ha tenido ningún problema en pedir disculpas cuando ha tenido que hacerlo

P. Durante los dos primeros de mandato se vio envuelta en muchas polémicas. Parece que ya está aprendiendo a pisar, permítame la expresión, menos charcos. Tras todas esas polémicas, ¿es fácil llevarse bien con todo el mundo o hay que asumir que hay gente a la que no le vas a gustar?

R. Hay que asumir que hay gente a la que nunca le vas a gustar. No están opinando sobre Isabel Ambrosio sino sobre un proyecto político, sobre unos compromisos que hemos adquirido en un equipo de gobierno. Una tiene que ser consciente de que hay gente que te esfuerces lo que te esfuerces nunca te van a terminar apoyando o a tener una opinión positiva de ti. Creo que todos somos conscientes de eso. En lo político y también en lo personal. Tampoco aspiro a que todo el mundo me apoye ni que todo el mundo opine igual que yo. Lo que quiero es poner proyectos sobre la mesa que afecten a la mayoría y que nuestras propuestas de soluciones vengan a resolver los grandes problemas que tiene esta ciudad, y que en esas propuestas siempre esté la defensa de los intereses generales por encima de los intereses particulares. Aquí hay gente que está acostumbrada que se defiendan solo y exclusivamente los intereses particulares. Por mucho que yo me esfuerce a esos nunca les voy a agradar.

Aquí hay gente que está acostumbrada A que se defiendan solo y exclusivamente los intereses particulares

P. Está en el medio. Tiene presión desde la derecha y la izquierda, con tensiones con sus propios socios de gobierno, IU, o con quien firmó un acuerdo de gobernabilidad, Ganemos. No sé cómo lleva esas presiones, esas tensiones a las que se ve sometida por los sectores más conservadores de la ciudad y por el lado izquierdo a quien piensa que no está pisando lo suficiente el acelerador.

R. Los sectores tradicionales siempre han puesto la defensa de los intereses particulares sobre los generales, y mi proyecto no pasa por ahí. Ni siquiera por los intereses partidistas o de la formación política a la que pertenezco. Está en cumplir a rajatabla una serie de compromisos que fueron por los que la ciudadanía de Córdoba nos otorgó la confianza durante un tiempo y que tendrá que evaluar en mayo del 2019. Esa parte, insisto, no me preocupa. Pero sí aspiro a que esa parte de la población de Córdoba termine viendo que por encima de todo nos une la ciudad y sus intereses. Ese sí es el cambio de perspectiva que yo le pido. A los que exigen más mirando hacia el otro lado, la respuesta tiene que ser exactamente la misma. Tenemos un nivel de cumplimiento de los compromisos que teníamos con la ciudad y que firmamos las tres formaciones políticas en ese acuerdo de gobernabilidad aceptable. Muy aceptable desde mi punto de vista. No me atrevo ni siquiera a ponerle una cifra porque creo que eso también tiene que pactarse. No quiero entrar en esa batalla. Tenemos una reunión convocada para los próximos días y tiene que salir de ese encuentro una cifra en la que todos nos sintamos muy cómodos. Vamos trabajando y le vamos dando cumplimiento a cada uno de los acuerdos de ese pacto de gobernabilidad.

Tenemos un grado de cumplimiento aceptable del pacto de gobernabilidad

Insisto: a quien pide más ritmo, es verdad que nos hemos encontrado con muchos obstáculos que tienen que ver con la burocracia de una administración como esta. Me gustaría que hubiese muchísima más fluidez para que desde que surge una propuesta hasta que se lleva a cabo no haya un proceso tan largo y tedioso. Y también tengo que reconocer que somos un equipo de gobierno nuevo. Como en todos los procesos de aprendizaje también necesita de su tiempo. Y una aprende. Tras eso, hoy estamos en condiciones de podernos comprometer a agilizar mucho más las tareas de gestión y a no pisar ciertos charcos. La experiencia también nos suma en eso: en tiempo recorrido y en experiencias que sabes que aunque se te vuelvan a poner por delante no vas a hacer las cosas de la misma manera.

P. ¿Cuántos años estuvo de delegada del Gobierno de la Junta?

R. Desde mayo del 2008 hasta enero del 2015. Siete años y medio.

B. Bueno...

R. No tiene ni punto de comparación.

P. Esa era la pregunta. ¿No tiene nada que ver?

R. Absolutamente nada que ver.

P. ¿No se imaginaba que ser alcaldesa iba a ser así?

R. Lo que me ha servido mucho de mi experiencia como delegada del Gobierno de la Junta ha sido la capacidad de ver a modo abanico, con un gran angular, que permita no ver sectorialmente las políticas sino de forma global y cómo unos asuntos afectan a otros. Eso me ha servido muchísimo, al igual que ese carácter transversal a la hora de ejercer un cargo público en mi etapa como parlamentaria andaluza, donde no te centrabas en una sola tarea sino que tenías ese gran angular para verlo todo. Ahora, ni el nivel de responsabilidad, ni el nivel de dedicación en el número de horas, ni la presión que se ejerce sobre las decisiones que tienes que tomar tienen color. Esto es apasionante.

La Alcaldía es apasionante

P. Más directo, desde luego.

R. Desde luego. El nivel de cercanía, el nivel de complicidad que encuentras con los agentes económicos y sociales, con los colectivos, no tiene color. En lo apasionante también tiene sus malos ratos.

P. Hay políticos que han sido alcaldes y luego han ocupado otros cargos públicos (hay de todo, consejeros, ministros) que dicen que la mejor etapa de su vida ha sido en la Alcaldía.

R. Yo quiero hacer esa afirmación cuando acabe también esta etapa.

P. En este mandato quedan dos años.

R. Por lo pronto quedan dos años.

P. Por lo pronto.

R. Yo soy muy respetuosa con los procesos. Por lo pronto quedan dos años. Mi compromiso está por supuesto hasta el 2019. Pero vamos, nadie oculta que yo no he llegado aquí solo para cuatro años. Tomé esta decisión [la de presentarse a la Alcaldía] libremente. Y lo medité con quien lo tenía que meditar, mi espacio privado y el público, y cuando uno hace un esfuerzo esto hay que rentabilizarlo al máximo. Cuando las cosas salen bien, que desde luego es mi esfuerzo para los próximos dos años, y así lograr un nivel de confianza aún mayor que el de mayo de 2015.

P. Acudió mucha gente en el Palacio de Viana al acto en el que hizo de sus dos años como alcaldesa. Pero hubo ausencias. Echamos de menos al secretario general del PSOE en Córdoba, Juan Pablo Durán, que es presidente del Parlamento de Andalucía, e incluso a alguna que otra nueva consejera de la Junta también de la ciudad.

R. En primer lugar, el objeto de ese acto, y lo dije desde el principio, era un ejercicio de transparencia. Si hay algún sector con el que tengo que ser transparente es con la sociedad civil cordobesa, que creo que estuvo perfectamente representada en ese acto, cuya primera parte fue para agradecerle su complicidad durante estos dos años, su colaboración y de qué manera se han implicado en sus tareas de gobierno. De puertas para adentro del partido, esa labor no toca. Era un acto del grupo municipal y de las ocho agrupaciones del partido. Estuvo quien pudo estar. Entiendo que tanto en la agenda del secretario general como de otros representantes de la Ejecutiva hay muchas otras tareas. Conmigo están más que cumplidos y con el resto del grupo municipal también. No sacaría de ahí una interpretación del porqué. Insisto: el objetivo era dar explicaciones a la sociedad civil, evaluarnos y trazar un compromiso y un impulso para lo que queda de mandato. Y establecer también las seis tareas con las que yo definí lo que va a marcar el trabajo durante los próximos dos años. No le saco más punta a ese tema. Con el secretario general me veo prácticamente todas las semanas en los encuentros de coordinación de la permanente, la Ejecutiva Provincial está perfectamente informada de hacia dónde va el equipo de gobierno municipal.

En el PSOE tenemos que reforzar nuestro planteamiento como un proyecto socialdemócrata, nos sentimos progresistas y de izquierdas

P. Ahora toca renovar al secretario general y a toda la Ejecutiva Provincial del PSOE.

R. Estamos en ese proceso. Ahora mismo lo que está a la vista es el Congreso Federal, que como todo el mundo conoce nuestros estatutos establecen un proceso de primarias para elegir a quien se hace cargo de la Secretaría General y a partir de la convocatoria de ese congreso conoceremos al resto del equipo. Eso se va a ir trasladando tanto en el proceso regional como en el provincial. Creo que hay que empezar a pensar también en cuál es la estructura de partido que se necesita en este momento y quienes son los equipos. Yo confío mucho más en las labores de los equipos que la de las personas de manera individual. Esos equipos tienen que coger el timón de aquello que nos ha pedido la militancia, que nos ha dado un mensaje muy claro. Tenemos que reforzar nuestro planteamiento como un proyecto socialdemócrata, nos sentimos progresistas y de izquierdas, y con un poder en el ámbito local muy importante. Si tengo que echar en falta algo precisamente es que el poder local en el PSOE cuente mucho más para el proyecto de futuro en el partido que lo que ha contado hasta ahora. A partir de ahí, con toda naturalidad, con toda la normalidad, cuando toca decidir, decidimos. Y cuando toque arrimar el hombro para que el proyecto salga adelante vamos a estar ahí.

P. Una noticia de hoy [la entrevista se realiza el jueves de esta semana] es que el portavoz de la Ejecutiva que propone Pedro Sánchez es el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

R. Pues mira, no lo sabía aún (risas). Hemos ido conociendo esta semana alguna de las secretarías que van a formar parte de la nueva Ejecutiva, con nombres y apellidos ya. Estas son las dos condiciones que necesita el PSOE de aquí en adelante: mucha generosidad por parte de quien ha ganado el proceso de primarias y a quien le toca encabezar y liderar un nuevo proyecto, y mucha humildad y capacidad de integración a quien le ha tocado no ser elegido en este proceso. Estoy convencida de que este partido tiene capacidad para hacer de la unidad su gran oportunidad de cara al futuro. Necesitará un poco más de tiempo, pero estoy convencida de que hay gente que va a jugar el papel de puente y va a terminar cosiendo de verdad este partido.

Yo me siento cómoda en este acuerdo de gobernabilidad desde el día 13 de junio de 2015 que lo plasmé con mi firma. Haya pasado en el partido lo que haya pasado

P. Sí, pero en la campaña de las primarias se volaron muchos puentes.

R. Demasiados.

P. En el último debate la tensión era más que evidente.

R. Pero era natural. ¿O alguien pedía que se dulcificara una situación que ya de por sí era tensa? Eso tocaba en ese momento. Ya hay que pasar página. Y para pasar página tiene que haber voluntad por ambas partes. Insisto. Generosidad y capacidad para quererse integrar en un proyecto que unifica al partido y que su gran fortaleza es su credibilidad ante los ciudadanos. La credibilidad tiene que ser con un proyecto en el que estemos todos. Si no es imposible.

P. Parece que Pedro Sánchez está algo más cerca de Unidos Podemos. Ayer [por el miércoles], José Luis Ávalos en el debate sobre la moción de censura tendió algún puente hacia la formación morada. Lo mismo como alcaldesa está ahora más cómoda con la nueva situación, ya que tiene firmado un acuerdo de gobierno con IU y Ganemos, en la órbita de Podemos.

R. Yo me siento cómoda en este acuerdo de gobernabilidad desde el día 13 de junio de 2015 que lo plasmé con mi firma. Haya pasado en el partido lo que haya pasado. Cuando una firma un documento no puede estar esperando a los aires o las olas de opinión que surjan dentro de tu formación política. Y tienes que sentirte cómoda. Yo siempre he defendido que en este proyecto y en esta etapa tenemos muchos elementos en común: defendemos un proyecto de izquierdas y progresista. Afortunadamente las tres formaciones políticas no somos lo mismo. Afortunadamente. Ahora, tenemos más semejanzas que diferencias. No me siento más cómoda que lo que me sentía antes: me siento igual de comprometida. No hay más. Defiendo a capa y espada que el proyecto de Córdoba es un proyecto local que tiene que ver con los intereses de la ciudad y con el compromiso que hemos adquirido con los ciudadanos. Eso no me deja atrás de mi pertenencia a una formación política en la que me siento cómoda y a gusto. Pero mi primera responsabilidad y compromiso están con Córdoba y con la defensa de sus intereses generales, que plasmé con la firma de las 51 medidas.

En estos dos años el tiempo ha pasado demasiado deprisa

P. Vamos a volver a los seis retos a los que se comprometió el miércoles. ¿Fue el miércoles, no?

R. El martes. Día 13. (Risas). Muchas cosas surgieron en esa noche. Lo comentaba al principio de mi discurso. Era difícil que no me fallara la voz. Fue un día de muchas emociones. Tengo la sensación que ha pasado todo muy rápido. Recuerdo el día 13 de junio de 2015 bajando las escaleras de Capitulares, mi familia esperándome en la puerta, nos fuimos a comer los cuatro... y para mí es como si hubiera ocurrido el sábado pasado. Es que ha pasado todo demasiado deprisa. Luego porque me resulta muy difícil en un día como ese no acordarme de María José [Moros], por muchas cosas: raro es el día que no se me viene a la memoria por un motivo o por otro. Y luego por la emoción de tener la oportunidad de poderle agradecer a muchísima gente que hayamos cumplido estos dos años de mandato en estas condiciones. Entonces, todas esas emociones se cruzaron el martes por la noche y tuve la oportunidad de poderlo agradecer.

P. Los seis retos quedaron un poco eclipsados por el anuncio de climatizar todos los colegios públicos de la ciudad.

R. Eso dependerá de vosotros.

P. Bueno, ahí está también la reacción del PP e IU. ¿Es competencia del Ayuntamiento climatizar un colegio?

R. Partimos de que se trata de un edificio municipal. Partimos de que ese edificio municipal tiene un uso y un objetivo, que es el de la formación. No hay que perder de vista quiénes son a quienes formamos y educamos en esos edificios, los más pequeños. Insisto: a los que deberíamos de mimar y cuidar más. A partir de ahí, creo que es parte de nuestra tarea. Es un edificio municipal. Creo que este Ayuntamiento no tiene casi ningún edificio o equipamiento que no tenga por lo menos contemplado algo en materia de climatización. ¿Por qué los centros de la educación pública que se supone que es donde debería estar nuestra gran apuesta no están climatizados? Educar hay que hacerlo en el lugar con las condiciones óptimas. ¿Por qué no?

¿Por qué los centros de la educación pública que se supone que es donde debería estar nuestra gran apuesta no están climatizados?

P. Entre los seis retos eché de menos que se dedicara más importancia a la cultura. Y más en una ciudad que sufrió el fiasco del 2016 y la advertencia que hizo Pablo García Casado de que Córdoba será cultura o no será (siempre le robo esta frase).

R. Voy a recordar los seis retos y vamos a meter cultura en cada uno de los seis. ¿Vale? Cuando hablamos de que la administración funcione mejor, también es para la iniciativa cultural y con el emprendimiento cultural. Cuando hablamos de que la economía funcione mejor, que haya más oportunidades y que pueda reducirse la cifra del desempleo, ahí la cultura también tiene cabida. Yo es que no subrayé ninguno de los sectores económicos porque quiero hablar con amplitud de todo. Cuando hablamos de una ciudad donde se pueda vivir mejor, ¿alguien entiende que la cultura no es un derecho para la ciudadanía, tener acceso y oportunidades para que puedas acceder a actividades culturales? Si hablamos de las tareas inacabadas, cuántos de esos equipamientos tienen que ver con la cultura. O cuando hablamos de la igualdad de oportunidades, entiendo que es un derecho básico, y entre los derechos básicos también está la cultura. Y por último, situar a Córdoba en el lugar que le corresponde. Si somos cultura, también en el ámbito cultural tendremos que empezar a creernos que tenemos un lugar en Andalucía, España y el mundo. Entonces, no creo que la cultura no haya formado parte no solo de las tareas de estos dos años sino de los dos que nos quedan. A lo mejor hay que volver a subrayar que Córdoba es cultura.

P. Hablando de participación ciudadana, esta mañana nos hemos desayunado con la propuesta de Emilio Aumente de someter a una consulta popular el traslado de la carrera oficial de la Semana Santa al entorno de la Mezquita Catedral.

R. Forma parte de nuestro reglamento de participación ciudadana. Creo que es un buen ejercicio de democracia el conocer la opinión, más allá que cada uno quiera otorgarse la representatividad de una opción u otra. Creo que es bueno conocer la opinión de la ciudadanía sobre un proyecto de esas características y otros municipios lo han hecho sobre otros asuntos.

Hay que establecer procesoS de consulta para grandes temas de ciudad. Lo que no vamos es a estar sometiendo a consultas populares absolutamente todo

P. Sevilla preguntó si se fijaba un día más de Feria. En Córdoba todavía no se ha hecho ninguna consulta popular, más allá de las elecciones municipales cada cuatro años.

R. No, pero es una propuesta. Creo que el tema es lo suficientemente amplio y puede tener tantos matices que porqué no pedir una opinión. Partiendo que era un reto importante el del cambio de ubicación de la carrera oficial. Insisto, con un compromiso también que asumió este equipo de gobierno de mejorar aquellos elementos que no han funcionado lo suficientemente bien. Pero aún así, se puede hacer. Me parece que es un ejercicio de democracia y también de cercanía. A lo mejor las decisiones no solo las tiene que tomar una parte que sí ejerce una responsabilidad en el Ayuntamiento. Pero hay que establecer proceso de consulta para grandes temas de ciudad. Lo que no vamos es a estar sometiendo a consultas populares absolutamente todo. Pero grandes temas, sí que se puede tener en cuenta la opinión de la ciudadanía.

Se interpretaron algunos gestos de una manera que me parecieron fuera de tono buscando, precisamente, colocarnos ese cartel de gobierno radical

P. Las relaciones con las cofradías son ahora excelentes. La noche y el día de como empezó el mandato.

R. Bueno, es que también hay quien se empeñó en tildarnos y colocarnos en una esquina donde no estábamos. Se interpretaron algunos gestos de una manera que me parecieron fuera de tono buscando, precisamente, colocarnos ese cartel de gobierno radical, de gobierno que iba a la contra de una confesión religiosa... y nada más lejos de la realidad. Como todo en la vida, el tiempo pone las cosas en su sitio. A mí me hubiera gustado que algunas cosas se hubieran puesto en su sitio un poquito antes. Pero me siento cómoda con que a día de hoy la gente sepa en qué condiciones se relaciona este equipo de gobierno y este ayuntamiento con todos los sectores de la ciudad.

Los tiempos siempre son importantes para que las decisiones, y sobre todo, para que las iniciativas no se malinterpreten

P. ¿Y esas relaciones se han deteriorado con la creación de la comisión de la Mezquita Catedral, que por cierto se anuncia después de Semana Santa? Los tiempos también son importantes.

R. Los tiempos siempre son importantes para que las decisiones, y sobre todo, para que las iniciativas no se malinterpreten. Este asunto era de tal importancia y de él se ha hablado demasiado ante los medios de comunicación y se ha hecho poco trabajo. Los tiempos son importantes para que las iniciativas políticas terminen teniendo el peso y el objetivo que merecían. Y había que separarlo, por supuesto. Había que separarlo de un momento donde todo se podía malinterpretado en una situación. Existía un compromiso por parte de Federico Mayor Zaragoza desde hacía tiempo. Se lo arranqué en el mes de diciembre cuando vino a participar en la Bienal de Patrimonio. Había que buscar también su disponibilidad. Ahora tiene trabajo por delante para que al final se coloquen argumentos sobre la mesa para defender una situación en relación al bien de la Mezquita Catedral. Y para hacerlo había que buscar el momento más oportuno. Y no entiendo que nadie pueda acogerse a la constitución de esta comisión para colocar una mala relación entre la Iglesia y el Ayuntamiento. Cada uno tiene su ámbito de competencias y nuestra responsabilidad está en cumplir con uno de nuestros compromisos en el que creemos firmemente: dotarnos de argumentos suficientes para retrotraer esa situación y que la titularidad de ese bien siga siendo de todos los cordobeses. Quien quiera ver todo eso como una amenaza tendría que volver a escuchar tanto la intervención de Federico Mayor Zaragoza como cualquiera de las mías durante todo este tiempo. No hay una amenaza. Hay un compromiso, respetando el culto católico de la Catedral de Córdoba y respetando en todo momento la gestión compartida sobre un equipamiento turístico de primer nivel. Nadie puede ver esto como una amenaza.

Nadie puede ver la comisión de la Mezquita como una amenaza

P. Esta semana en el Pleno escuchamos una de las intervenciones más largas del mandato, que fue la de Antonio Deza, en representación de la asociación de víctimas del franquismo Dejadnos llorar. Era difícil cortar ese discurso de más de 20 minutos, imagino.

R. Muy complicado, muy complicado.

P. Se ha creado también una comisión municipal de la memoria histórica. Pero Antonio Deza venía a pedir en esos más de 20 minutos que 40 años de Dictadura y 40 años de Democracia son suficientes para que se abran de una vez las fosas comunes de la Guerra Civil en Córdoba. ¿Veremos abiertas esas fosas donde hay más de 4.000 cordobeses fusilados?

R. Aspiro a que durante estos dos años podamos hacer trabajos en ese sentido. La comisión de la memoria democrática si para algo está es para buscar ese espacio que se ha echado en falta en estos años de democracia donde los movimientos memorialistas puedan tener también un lugar donde sus iniciativas y propuestas queden reflejados. Y que de esas propuestas e iniciativas tome cumplida cuenta ni más ni menos que el Ayuntamiento de Córdoba. A partir de ahí, desde la colocación de monolitos para que a nadie se le olvide lo que pasó en la historia más reciente de este país o incorporar recursos económicos para que se puedan abrir esas fosas y muchas familias recuperar los restos de sus familiares, me parece que eso es una responsabilidad y una obligación. Y quien quiera a esto ponerle la parte anecdótica, de los nombres de las calles, de las plazas o los barrios, le están faltando el respeto al objetivo y a quien compone a día de hoy esa comisión de la memoria democrática.

Aspiro a trabajar en estos dos años en asuntos de memoria democrática

P. Creo que en el discurso del martes es la primera vez que un alcalde de la ciudad habla de los efectos del cambio climático. Hoy [por el jueves] estamos en aviso naranja. Ahora, que son las 14:00 habrá más de 40 grados centígrados ahí fuera. La ciudad se tiene que preparar para lo que se nos viene encima.

R. Se tiene que preparar para lo que se nos viene encima, y también para lo que no queremos que se nos venga encima dentro de un tiempo. O se actúa ahora o esto es irremediable. Sigo pensando que la suma de muchas pequeñas medidas que vienen de pequeños sitios pueden cambiar la situación. Eso es lo que pongo sobre la mesa. Una ciudad como Córdoba, haciendo gala una vez más de esa marca que tiene de ser un lugar de diálogo y reflexión puede ocupar su sitio en ese debate sobre qué nos toca hacer contra el cambio climático. Y recogiendo una iniciativa. Estos dos años nos han hecho creernos mucho más el poder y la capacidad de transformación que tienen los gobiernos locales. No hay que esperar a que las medidas las tomen otros. Eso lo puede hacer un ayuntamiento como Córdoba. Esa capacidad para poner las medidas sobre la mesa que sumen a otras corporaciones locales y que consigan una transformación la tienen los gobiernos municipales y no otros. Creo que ese papel también tenemos que jugarlo con algo que parece global, pero lo global pasa por lo local y está aquí.

Estos dos años nos han hecho creernos mucho más el poder y la capacidad de transformación que tienen los gobiernos locales

P. Ese discurso me recuerda al del paro. Siempre se ha dicho que los ayuntamientos no tienen competencias en el asunto cuando sube. Aunque algunos cuando baja casi siempre se apuntan el tanto.

R. ¿Es mi caso?

P. No, no. De hecho, me sorprende que no se esté hablando de que el paro haya bajado en Córdoba capital a niveles de 2010. Podemos hablar después de que la contratación es temporal, que los contratos son precarios, que hay muchos jóvenes que han emigrado. Pero me recuerda mucho ese discurso.

R. Siempre he defendido que los temas de empleo no son una competencia municipal pero sí una responsabilidad municipal. No hay ninguna institución que tenga las condiciones más a mano para cambiar ese estado de las oportunidades que puedan favorecer la inversión en una ciudad. En eso me siento responsable desde el asunto de Rabanales XXI donde soy la patrona más chica, la hermana menor de esa mesa grande y donde algún que otro entiende que debería estar de perfil y no lo voy a hacer, hasta las oportunidades para el sector turístico o la hostelería. Me da igual. Creo que hay que abrir el ángulo de tal manera que esta ciudad tiene que ser atractiva y rentable para cualquier inversión. Y eso sí es responsabilidad del Ayuntamiento. En las políticas de empleo no somos competentes pero sí responsables.

En las políticas de empleo no somos competentes pero sí responsables

P. Pero las inversiones no llegan. Se nota un parón.

R. Echo en falta un mayor nivel de compromiso de algunas instituciones con esta ciudad. Igual que estamos a la cola por segundo año consecutivo en las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado, creo que el gobierno de la Junta de Andalucía tiene que tratar mejor a la ciudad de Córdoba y tiene que comprometerse en mayor medida. E igualmente una parte de la inversión tendría que venir desde la iniciativa privada, donde fundamentalmente si no hacemos atractiva esta ciudad va a ser complicado que lleguen. Por eso tenemos que ir dando pasos. Primero para que desde lo público se cumpla con la ciudad. Tanto desde el Gobierno de España como desde el de la Junta de Andalucía. Y luego, favorecer que haya una serie de condiciones para que haya inversión privada.

Creo que el gobierno de la Junta de Andalucía tiene que tratar mejor a la ciudad de Córdoba

P. El otro día leía a una compañera de El Confidencial en una crónica parlamentaria que escribía que antes, en la época de Chaves y Griñán, la Junta habría fletado autobuses a Madrid para protestar contra estos Presupuestos Generales del Estado. Tenemos una de las peores inversiones de la historia y parece que las protestas se quedan en los titulares de los periódicos, no llegan a la calle ni hay gente en los bares hablando de eso.

R. Desgraciadamente.

P. Pero no hay movilización tampoco por parte de los partidos.

R. La política ha cambiado hasta para esto. Hay algunos que entienden que en vez de la movilización en Madrid hay que hacer una buena campaña en redes sociales de denuncia de este tipo de situaciones y ya está. Yo sigo confiando en que desde el diálogo y el ser capaces de sentarnos en torno a una mesa para convencer de que Córdoba no tiene que ocupar el último puesto en los Presupuestos Generales del Estado. Tengo razones y motivos para rebelarme y no aceptar esa posición. Eso es lo que creo que estamos haciendo. Se denuncia pero a la vez se trabaja para insistir en que eso no es razonable.

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