Javi Hervás sigue de trotamundos: a Bosnia

El jugador cordobés se ha comprometido con el Zeljeznicar de Sarajevo tras cerrar su aventura en Australia con el Brisbane Roar

Ya tiene un nuevo destino. A miles de kilómetros del anterior, en lo que se ha convertido en los últimos tiempos en un ejercicio habitual para muchos profesionales del fútbol. Javier Hervás Salmoral (Córdoba, 1989) se ha comprometido por dos temporadas con el Zeljeznicar, que aún sigue compitiendo y es uno de los clubes más afamados de su país. El club bosnio ha confirmado a través de sus medios oficiales el acuerdo con el mediocampista cordobés, que cambia de continente para volver al suyo. De Oceanía a Europa. De Australia a Bosnia. De Brisbane a Sarajevo. Córdoba le queda ya muy lejos a un futbolista que llegó a ser uno de los ídolos de la afición en el curso 11-12, cuando Paco Jémez le rescató desde el filial y le ofreció una oportunidad que él, desde luego, aprovechó. Seis meses después de su brillante irrupción en Segunda División ya había sido fichado por cinco años, con un suculento contrato, por el Sevilla FC. En Nervión nunca llegó a cuajar.

El Zeljeznicar, que actualmente ocupa la quinta posición en su liga a falta de dos jornadas, apura las ocpciones para alcanzar la tercera posición y entrar en las rondas previas de las competiciones europeas para la próxima temporada. Sería un buen escaparate para Hervás, que firmará por dos años en el club con mejor palmarés en Bosnia: tiene siete títulos de Liga y cinco de Copa en sus vitrinas.

Hervás, de 26 años, acaba de cerrar hace unas semanas su periplo por la A-League de Australia, que ha disputado defendiendo los colores del Brisbane Roar. Logró llegar hasta las semifinales, donde su equipo cayó en la prórroga por 5-4 después de ir venciendo por 0-3 al Sidney Western Wanderers, en el que ha jugado otro cordobés y ex cordobesista, el central Alberto Aguilar. El defensa de Benamejí consiguió quedar finalmente subcampeón del torneo y afianzarse como una de las referencias del campeonato. A Hervás le tocaron minutos sueltos y sólo un partido completo. En las Antípodas no tenía nada más que hacer. Ahora se establecerá en Sarajevo y buscará el modo de recuperar su mejor versión como futbolista, la que se vio en el Córdoba durante unos meses excepcionales antes de que cogiera la maleta para pasar por el Sevilla, el Hércules o el Sabadell, escalas previas a su nueva faceta de trotamundos del balón.