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Microbiota del Recién Nacido

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María Isabel Martínez

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La Microbiota es un conjunto de microorganismos, la mayoría bacterias, que colonizan nuestro sistema digestivo fundamentalmente (80-90%), aunque no de forma exclusiva, pues también existen en otros órganos como piel, boca, vagina, mamas, etc. y que ascienden a la nada despreciable cifra de 1 trillón de microorganismos, con los que convivimos en armonía y de los que depende en gran medida nuestra salud.

Sabías que....

  • Estas bacterias son entre 10 y 50 veces más pequeñas que las células humanas y con respecto a estas, se hallan en una proporción de 10:1 es decir, somos más bacterias que humanos, si os dais cuenta.
  • Si pudiéramos ponerlas una al lado de otra, podrían darle la vuelta al mundo dos veces.
  • La mayoría se encuentran en el sistema digestivo y además sabemos que existe una conexión entre el cerebro y la microbiota que fluye en ambas direcciones y cuyas modificaciones influyen también mutuamente. Es una especie de cerebro intestinal conectado con el cerebro superior.
  • Su peso total es de 1 a 2 kg. y estas son las razones por las que se la está considerando actualmente como un órgano independiente dentro del intestino.
  • Su función: Contribuyen a la salud digestiva, nos ayudan a producir sustancias que necesitamos (como ácidos grasos de cadena corta o vitamina K, antihemorrágica). Están relacionadas con el desarrollo del sistema inmunitario, protegiéndonos frente a infecciones y patologías, y contribuyen al desarrollo intelectual y mental. Están directamente relacionadas con la protección frente a obesidad (Reinhardt 2009) y frente a enfermedades alérgicas, gastrointestinales, autoinmunes y metabólicas.

Diversos estudios señalan que la diversidad y funcionalidad de la microbiota del adulto está condicionada por la microbiota del recién nacido en el momento del parto y por el tipo de alimentación de este. Otros estudios van más allá y sostienen que existe una relación entre la microbiota del feto y la de la madre ya desde el embarazo (la cual puede influir en ella con su dieta) ( Thum C, Cookson AL et al. Nutr 2012).

También hay estudios que apuntan que tal vez, los bebés no nazcan estériles como se pensaba, sino que ya en el embarazo podría haber un intercambio transplacentario y a través del líquido amniótico de bacterias de la madre al feto. En cualquier caso, este tema es actualmente una interesante linea de investigación que imaginamos irá dando sus frutos en breve tiempo.

¿Cuál es la composición de la microbiota de un recién nacido?

Un estudio en que se analizaron las heces de 98 recién nacidos durante un año arrojó las siguientes conclusiones:

Los phylas (o familias) más abundantes en el tracto intestinal de neonatos sanos en las 2 primeras semanas de vida son: proteobacterias (46%), firmicutes (45%), actinobacterias (2%) y bacteroidetes (7%)

Y esto ¿por qué es importante?

Porque se ha visto que cuando existe una anormal distribución de la microbiota, lo que se llama una disbiosis, aumenta la probabilidad de que el bebé desarrolle en un futuro enfermedades como dermatitis atópica, asma, intolerancia al gluten, enfermedades autoinmunes,  obesidad, diabetes, etc.

¿Influye en la microbiota el tipo de parto?

En efecto, el tipo de parto influye en la composición de la microbiota, así en los bebés nacidos por parto vaginal los microorganismos que colonizan el intestino del neonato proceden inicialmente del líquido ingerido en su paso por el canal del parto y de bacterias vaginales y fecales de la madre, mientras que si el parto es por cesárea, la flora bacteriana es la perteneciente a de la piel de los padres y al ambiente (personal sanitario, quirófanos, instrumental, etc) y es la que predomina en la colonización inicial del intestino del recién nacido (en estos, la composición de la microbiota es más parecida a la del adulto). Tanto es así, que en determinados hospitales más punteros, a los bebés nacidos por cesárea se les coloniza artificialmente con gasas impregnadas en la flora vaginal de la madre.

¿Y qué otros factores influyen en su correcto desarrollo?

  • La lactancia materna aumenta el número de bacterias beneficiosas para el bebé como son lactobacilos y bífidobacterias, las deseables, por lo tanto, he aquí otra razón más por la que la evidencia científica recomienda dar el pecho a los bebés y como veis, doblemente importante en los nacidos por cesárea. Sí sí, ya sé que clásicamente se ha dicho que las madres que dan a luz por cesárea no podían dar el pecho, pero creedme, esto es absolutamente falso y está ampliamente demostrado.
  • Se ha visto además, que el estrés o la incorrecta alimentación de la madre durante el embarazo, alteran la microbiota del neonato, así como la alimentación de este en los primeros meses. La microbiota del bebé se torna similar a la del adulto a partir de los dos años de edad, y ello está relacionado con el cese de la lactancia materna y la introducción de la alimentación complementaria.
  • Algo también muy importante que influye es la toma de antibióticos por parte de la madre (en el embarazo y/o parto) o bien antibióticos administrados directamente al bebé. Tras recibir antibióticos la madre durante el parto, se ha visto una alteración de la microbiota de los bebés los cuales presentaban una flora más similar a los bebés nacidos por cesárea, difiriendo por tanto de la composición de la microflora de los nacidos por vagina y en los que no han sido administrados antibióticos a la madre (Azad y cols. 2015).

Os pongo otro esquema donde lo podéis ver bastante bien todo esto que hemos comentado a nivel de cambios en la microbiota y factores que interactúan.

¿Y qué podemos hacer para mejorar la microbiota de nuestros hijos?

  • De entrada, alimentarnos bien durante el embarazo y la lactancia (y a ser posible toda la vida) y evitar el estrés.
  • La leche materna contiene sobre todo Bifidobacterias, y también otras especies en menor cantidad (lactobacilos, estreptococos, estafilococos, enterococos y enterobacterias), además de prebióticos (sobretodo oligosacáridos que favorecen el crecimiento de las bacterias correctas en el intestino del bebé), inmunoglobulinas como la Ig A (anticuerpos que defienden al bebé frente a infecciones) y factor de crecimiento transformante beta 2 (TGF-β2), necesario para la maduración del sistema inmunitario. De ahí la importancia de insistir en este tipo de alimentación como la más beneficiosa.
  • Por otro lado, parece que la suplementación de la madre durante el tercer trimestre embarazo con prebióticos (el alimento de las bacterias) y probióticos (bacterias beneficiosas) podría ser una gran intervención preventiva.

“Rinne et al.19 demostraron que la suplementación materna con probióticos Lactobacillus rhamnosus GG durante la gestación y los primeros 6 meses posparto podía aumentar significativamente la proporción de los géneros Lactobacillus, Enterococcus y Clostridia intestinales durante los 2 primeros años de vida de los niños.Tras suplementar a las madres con Lactobacillus GG durante la gestación, describieron un incremento de la diversidad de la microbiota intestinal en los neonatos y un establecimiento de la microbiota bifidobacterial. Más concretamente, a los 3 días de nacer, los niños cuyas madres tomaron probióticos tenían más cantidad de Bifidobacterium breve y menos de Bifidobacterium adolescentis, además de haber incrementado la diversidad de la microbiota intestinal (Gueimonde M, Sakata S, Kalliomaki M, et al. 2006)” Extraído del metaanálisis Influencia de la gestación, el parto y el tipo de lactancia sobre la microbiota intestinal del neonato C. López Moriana, N. Mach Estudis de Ciències de la Salut. Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Barcelon

Así es que mamá, nunca mejor que ahora entenderás la necesidad de alimentarte bien y cuidarte durante el embarazo y la lactancia. Si quieres profundizar más sobre la importancia de cuidarse en el embarazo, te animo a que leas esta otra entrada donde hablamos de epigenética y embarazo hace algunos meses.

Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz

Médico Especializada en Educación Maternal y Recuperación Puerperal.

Especialista en Sofrología, Asesora de lactancia Materna y Educadora de Masaje Infantil

Directora del Centro de Educación Maternal C.E.M. Los Arcos

www.cemlosarcos.es

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