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El arte de atrapar sombras

Elena Pérez Nadales

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Visité la exposición de Fernando M. Romero en Granada, “He atrapado una sombra”, por segunda vez hace un par de semanas. Las piezas expuestas y la intervención tan exquisita que hace Fernando M. Romero del impresionante espacio del Hospital Real de Granada me dejó con la sensación de haber asistido a un recorrido por una obra sustancial en un marco dónde cada detalle había sido cuidado para el visitante con especial delicadeza.

El título y la línea de trabajo que expone Fernando M. Romero en esta exposición resulta muy sugerente desde una perspectiva científica y desde la reflexión acerca de los principales paradigmas –positivista, postpositivista, constructivista- del método científico: ¿Qué es la realidad? ¿Existe una realidad objetiva que la ciencia puede aprehender o construye el investigador la realidad a partir de sus observaciones? Estamos desarrollando herramientas cada vez más sofisticadas de captura y análisis de imágenes que nos acercan al nivel biológico molecular pero ¿cómo puede ser perfecta la percepción de lo molecular cuando la fotografía es incompleta? Atrapamos, en última instancia, Sombras que más tarde usamos para tratar de construir realidades que nos ayuden a comprender el mundo que nos rodea.

  Me parece de gran relevancia no perder de vista estas reflexiones cuando hacemos y hablamos de ciencia por una cuestión básica y necesaria de humildad ante las supuestas verdades absolutas que nos revela esta disciplina. Nuestras herramientas son cada vez más precisas y avanzadas pero son limitadas y el método científico no es infalible en tanto en cuanto quienes hacemos ciencia y aplicamos dicho método científico somos producto de nuestros propios paradigmas científicos y psico-sociales, sin que esto, resalto, sirva para justificar cualquier planteamiento o investigación llevada a cabo sin método científico, algo que está muy de moda estos días. Reclamo actitud crítica en ambos sentidos, mente abierta ante los indicios que sugieran otros posibles caminos para conducir la Ciencia. Gracias al artista por su trabajo. Patrón de cristalografía de rayos X del ADN obtenido por Rosalind Franklin y Raymond Gosling en 1952. Es conocido como la forma B del ADN. Esta fotografía de rayos X, considerada una obra maestra, resultó más clarificadora que los otros patrones de rayos X obtenidos previamente porque los investigadores incluyeron agua en la muestra de ADN. Tanto James Watson como Francis Crick quedaron impresionados por la sencillez y simetría de este patrón. La “X” distintiva en el centro de esta foto de rayos X es el patrón revelador de una hélice. Debido a que el patrón de rayos X es tan regular, se deduce que las dimensiones de la hélice también deben de serlo. Por ejemplo, el diámetro de la hélice se mantiene igual. Usando este patrón y el patrón de la forma A, Rosalind Franklin y Wilkins Mautice fueron capaces de deducir algunas dimensiones básicas de la estructura del ADN. Más información sobre esta historia en mi entrada El culebrón del ADN. Fuente: DNA Learning Center, Cold Spring Harbor Laboratory Más información sobre el trabajo de Fernando M. Romero en este artículo cordopolita de Manuel J. Albert y en Ars Operandi, Plataforma de Arte Contemporáneo y The fine Art Collective

Patrón de cristalografía de rayos X del ADN obtenido por Rosalind Franklin y Raymond Gosling en 1952. Es conocido como la forma B del ADN. Esta fotografía de rayos X, considerada una obra maestra, resultó más clarificadora que los otros patrones de rayos X obtenidos previamente porque los investigadores incluyeron agua en la muestra de ADN. Tanto James Watson como Francis Crick quedaron impresionados por la sencillez y simetría de este patrón. La “X” distintiva en el centro de esta foto de rayos X es el patrón revelador de una hélice. Debido a que el patrón de rayos X es tan regular, se deduce que las dimensiones de la hélice también deben de serlo. Por ejemplo, el diámetro de la hélice se mantiene igual. Usando este patrón y el patrón de la forma A, Rosalind Franklin y Wilkins Mautice fueron capaces de deducir algunas dimensiones básicas de la estructura del ADN. Más información sobre esta historia en mi entrada El culebrón del ADN.
El culebrón del ADNFuente: DNA Learning Center, Cold Spring Harbor Laboratory

DNA Learning Center, Cold Spring Harbor Laboratory

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