A la luz de la primavera camina la Virgen de la Cabeza

La ciudad vive su mes más señalado. Durante estos días disfruta, y permite disfrutar a quienes vienen de fuera, de sus patios y también de sus rejas y balcones. Son quizá los días más significativos del Mayo Festivo, que siempre entrecruza sus actividades con las del tiempo de Gloria. Ejemplo se tiene este domingo con la salida procesional de la Virgen de la Cabeza, que desde San Francisco y San Eulogio partió rumbo a la Mezquita Catedral en una mañana soleada y alegre.

Este día era de mucha intensidad en todos los sentidos en Córdoba, pues arrancó, más allá de los concursos floridos, con la popular romería de Linares. Y prosiguió a un sábado no menos vitalista en la calle, ya que realizó su tránsito por la capital la imagen de San Rafael. De vuelta a una de las puertas de la Judería, sobre las once y media inició su estación la hermandad de la Virgen de la Cabeza. Fue después de que sus miembros celebraran su Fiesta principal.

Con los sones de la Banda de Música María Santísima de la Esperanza, tan presente en el período de Gloria en la ciudad, la pequeña imagen mariana marchó en su paso al primer templo de la diócesis. Lo hizo en la idea con un recorrido sencillo, a través de Cardenal González y Magistral González Francés. En torno a la una anduvo el cortejo, y por supuesto su titular, bajo las naves catedralicias. Después tocaría el regreso hasta la sede canónica de la corporación.

Fue más atractivo quizá el camino de vuelta, que llevó a la Virgen de la Cabeza por otros rincones más íntimos, por así decirlo. Con alegre andar el paso recorrió la calle Martínez Rücker para después perderse a la vista en la plaza de Abades y Alfayatas. Por si fuera poco, después de días de inestabilidad meteorológica, el tiempo acompañó. Hubo sol de primavera para la segunda cita procesional de mayo, que había de concluir entrada la primera hora de la tarde, sobre las tres.