Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ahora las noticias de mañana

La Bajona

Alba Ramos

0

Me la imagino con las cejas bastante pobladas. Rollo Gallardón, así como un poco iucks. Lleva gafas de estas sin pasta, se quedó un poco loca con la moda aquella de las monturas al aire y la tía no se las quita. Los topos de su camisa de lejos parecen como mini piñas (de pino, no es una hipster), pero si te acercas bien puedes ver que son pequeñas manitas haciendo el encantador gesto de fuck off.

De estatura Tierra Media, tiene el pelo a lo fructis uh uh (entiéndase, encrespado como en aquel anuncio) de color caoba con reflejos rojos. También tiene las manos pequeñitas y frías. No es fijo que sea pechugona y tenga cántaros por pechos (juas), pero lo que es seguro es que tiene los labios muy finitos. De estas señoras que si quieren pintarse tienen que hacer uso de otras partes de la cara para conseguirlo: labios inventados.

Más o menos así es La Bajona.

Esa maldita que de cuando en cuando se planta en nuestras vidas para destrozarnos todas las horas del día que le consintamos. A veces nos confundimos con el “estoy de bajona”, como si fuésemos ella, pero no. Lo que ocurre es que estamos CON La Bajona. Menuda tipa.

Es parecida a El Bajón o a la regla mental, de la que ya hablamos (qué coño, hablé, que al final la loca del gato que firma esto no deja de ser una individua), pero a esos te los quitas de encima escuchando un jit depresivo mientras caminas por la calle. No tienen tanto aguante como ella.

La Bajona te despierta tarde. Casi pasada la hora de comer y te castiga sin desayuno. Para que te sientas un buen despojo humano. Tiene una especie de pala con la que te empuja para impedirte salir de la cama o retenerte en las cercanías inmediatas al sofá. No suele tirarte al suelo, pero nadie duda que le gustaría.

Después de inmovilizarte, la tía se sienta a sus anchas en el espacio libre que has dejado en el sofá al convertirte en una bola compungida, para cambiar de canal e impedirte ver una peli estupenda como 'Sister Act 2' (abro debate: infinitamente mejor que la primera, ¿no creéis?) y colarte el telefilme de época. Ese sobre nodrizas que carece de argumento y que eres incapaz de seguir. Hale. Y encima esconde el mando.

Pero no pasa nada. Sabe como entretenernos: ¿sabéis cuando te dan como miniespasmos acompañados de esos fashbacks mortales sobre lo que NO debiste hacer la noche anterior? Es ella a base de collejas. Sí, recoge las piernas y conviértete en una bola más pequeña.

Si pasas de la tele y lo intentas con la música da igual porque ella es polivalente y persistente. Se encargará de cambiarte la lista de reproducción para que suene 'Una semana en el motor de un autobús' (insisto en mi teoría sobre que las personas que no han escuchado nunca este disco tienen más posibilidades de alcanzar eso que llaman Felicidad) o cualquier sonido cercano al posmodernismo atormentado. Quiere verte llorar y es una gran djdj.

A ratos se frota las manos para inducirte calor en el vientre en plan sorpresa (que te infartas vivo, vaya) y te da besos en la frente que sientes como pinchazos craneales. Probablemente consecuencia de su bigote enraizado, similar a unas cerdas punzantes.

Es verdaderamente molesta cuando tratas de hacerle el vacío hablando con alguien y no escuchas nada porque se empecina en aturdir tu cabeza de nuevo recordándote esos actos vitales que ansías borrar de tu mente. Se defiende que no veas.

Si consigues escapar de la prisión casera que ha organizado para ti, coge y te persigue hasta la calle. Te pone una especie de losa en la cabeza para que vayas cabizbajo y se encarga de darte ligeros toquecitos para que te bambolees hacia la pared llena de cal con algún chicle aún pegajoso sobresaliente. No vayas a dejar de dar grima con tu look de persona acabadalook .

Y es que aunque le gusta más tu casa, La Bajona se adapta a cualquier circunstancia: colabora en que tengas el peor día de trabajo o el viaje en autobús más largo de tu vida, y nunca duda en ir contigo de compras (aunque podemos agradecerle el pastizal que nos ahorramos ese día: vas a dar pena con TODO).

Oh oooh... Mejor no mires hacia la puerta del baño. Parece que la tipa uniformada de rojo se une a la fiesta.

Santo Dios.

Vuelve a la cama.

https://www.youtube.com/watch?v=GVxood-roEc

Siempre me encantó el concepto de monturas “al aire”. Jo gracias. Es lo más.

Etiquetas
stats