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El primer mes de Bellido: un aterrizaje suave que marca diferencias con el PP de 2011

José María Bellido, presidiendo el Pleno del Ayuntamiento | ÁLEX GALLEGOS

Alfonso Alba

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Este lunes, José María Bellido cumplirá su primer mes como alcalde de Córdoba. En estos 31 días, el regidor ha trazado bien cómo quiere que sea su mandato municipal. Y también cómo quiere que no sea.

En junio de 2011, el PP recuperó la Alcaldía de Córdoba tras 12 años en la oposición. Y lo hizo con una histórica mayoría absoluta, una especie de folio en blanco que le había entregado la ciudadanía. Entonces, el gobierno liderado por José Antonio Nieto no dudó en ser expeditivo y en poner en marcha un plan de ajuste que provocó despidos y que encendió el salón de plenos. Raro era el mes que no se organizaba una buena manifestación en Capitulares. El hoy alcalde, José María Bellido, estaba en ese equipo como concejal responsable de Hacienda. El hoy teniente de alcalde de Presidencia, Miguel Ángel Torrico, tenía entonces el mismo cargo. Eso sí, el número dos de Nieto era Rafael Navas, procedente de Asaja.

Ahora, cuatro años después, el PP “ha aprendido de los errores de entonces”, aseguran fuentes del gobierno municipal. En público, jamás se deslizará una crítica abierta a aquel mandato, pero en privado se admiten que se fue demasiado lejos en aquel plan de ajuste. El PP, además, ya no tiene mayoría absoluta, ni mucho menos. Ha firmado un pacto de gobierno con Ciudadanos y entre ambas fuerzas no suman la mayoría del Pleno. Eso sí, enfrente será difícil que Vox se una a los votos de la izquierda para impedir la acción de gobierno.

En este primer mes, el PP y Ciudadanos se han dedicado a diseñar el organigrama municipal sin mucha prisa. Aún hoy hay nombramientos pendientes, aunque la mayoría ya se han llevado a cabo. Queda por saber, por ejemplo, cómo se repartirás las jefaturas en la Gerencia de Urbanismo y en áreas tan importantes como el servicio de licencias, totalmente desbordado. Entre los nombramientos, no muchas sorpresas. Bellido se ha rodeado de un nutrido grupo de fieles que lo han acompañado tanto dentro del Ayuntamiento como en la calle en estos casi cuatro años en los que ha liderado la oposición municipal.

Y entre las polémicas, pocas. En la primera Junta de Gobierno Local se tomó quizás la única que ha trascendido a nivel nacional: iniciar el proceso de reversión de los nombres de las calles cambiadas en el mandato anterior. Pero una reversión que no es tal. La letra pequeña señala que el PP y Ciudadanos no recuperarán los cinco nombres que plantearon en la oposición, solo tres, y que lo harán de una manera particular: la calle José Cruz Conde será solo Cruz Conde, la avenida del Conde de Vallellano será solo de Vallellano y la plaza de Cañero sí que volverá a tener el mismo nombre, pero no relacionado con el rejoneador.

Bellido quiere pisar pocos charcos y, de momento, el discurso de la “herencia recibida” que sirvió como excusa para todo entre 2011 y 2015 no se ha activado. Los populares y los naranjas están aterrizando, pero sin estridencias. Se ha prorrogado el contrato para la climatización de los colegios, la cesión del Rey Heredia a la antigua Acampada Dignidad (que tantos plenos reventó), se ha optado por volver a contratar la obra del Centro de Convenciones y se ha atajado el problema en el retraso de la apertura de dos piscinas municipales.

En Capitulares, también, se vive pendiente de lo que ocurra en Madrid y si finalmente hay o no adelanto electoral. Los populares tienen el freno de mano echado a la espera de que lo que ocurra durante el Pleno de investidura en el Congreso de los Diputados, mientras empiezan a diseñar formas de colaboración con la Junta de Andalucía. Por primera vez en la historia, el PP controla el Ayuntamiento de la capital y la delegación del Gobierno de la Junta. En 2011, el PSOE seguía teniendo el poder absoluto en Andalucía, algo que sirvió a los populares para echarle la culpa a la Junta de prácticamente todo.

Entonces, casi desde que asumió la Alcaldía, se especuló con que Nieto quería ser el candidato del PP a suceder a Javier Arenas. Gran parte de la política municipal se realizó en clave regional. A diferencia de Nieto, Bellido (que se sepa) no tiene más aspiración que la de ser alcalde de Córdoba.

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