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Otro instituto se suma a las protestas: El IES Blas Infante denuncia el “riesgo sanitario” para la comunidad educativa

Inicio de curso en el IES Blas Infante | MADERO CUBERO

Redacción Cordópolis

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Si la comunidad educativa del IES Gran Capitán y del IES Trassierra habían denunciado en los últimos días la situación de sus centros ante la pandemia con las medidas impuestas por Educación, en la última jornada se ha sumado otro instituto más. Profesores y representantes del Consejo Escolar del IES Blas Infante han criticado el “modelo organizativo que impone la Delegación de Educación en Córdoba, que supone mayor riesgo sanitario para toda su comunidad”.

En un escrito firmado por profesores y representantes del Consejo Escolar, desde el IES Blas Infante se suman a los centros de la provincia que “han denunciado las presiones sufridas por parte de la Delegación de Educación de Córdoba, al haber intentado llevar a cabo alguna de las iniciativas previstas en la circular de 3 de septiembre de medidas de flexibilización curricular, para poder garantizar la distancia de seguridad en nuestras aulas”.

Explican que, tras un verano de incertidumbre, se comenzó el mes de septiembre sin apenas medidas por parte de la Consejería de Educación para abordar el nuevo curso escolar. “Aunque se vendió a través de la prensa la incorporación de más de 6.000 nuevos profesores/as a los centros, la realidad es que esos profesionales, claramente insuficientes, 4 en los centros más grandes, en realidad solo estaban nombrados para hacer algunos desdobles en grupos de primaria y ESO. Pero no había ninguna medida contemplada para los grupos más numerosos de los centros, los de Bachillerato, que en algunos casos llegan a 38 alumnos/as por aula por incumplirse las ratios legales establecidas para estos niveles, suprimiendo grupos incluso en un año de pandemia, como en nuestro caso, con cuatro grupos de 2º de bachillerato donde debería de haber cinco”.

Señalan que, “por fin y tarde, el 3 de septiembre, la Consejería de Educación emitió una circular en la que permitía la educación semipresencial a partir de 3º ESO como única medida para disminuir la ratio. La circular planteaba tres modelos distintos de semipresencialidad que los centros podían elegir. Eso sí, modelos a coste cero y que sobrecargaban claramente el horario del profesorado, que por responsabilidad ante su alumnado realiza cada vez más tareas fuera de su horario”.

En el IES Blas Infante -continúan en su denuncia-, así como en otros centros de Córdoba, optaron por el modelo c) en el que por turnos rotarios medio grupo asistía cada vez a clase, ya que era el único que podían abordar con los medios disponibles. “Fueron muchas las horas extras de trabajo para echar a andar un centro de 1.000 alumnos/as y 90 profesores/as en solo 15 días, pero se consiguió un modelo organizativo que permitía cumplir a rajatabla las medidas de seguridad contempladas en el protocolo de Sanidad”, con entradas y salidas escalonadas a distintas horas, dos horarios distintos que permitía que el número de alumnos/as que coincidían en cambios y recreos fuera mínimo y ratios siempre por debajo de los 24 alumnos/as, lo que permitía cumplir en todo momento la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Concretamente, se redujo la ratio en los grupos presenciales de 1º y 2º de ESO hasta 22-24 alumnos, y el resto de cursos se organizó de manera semipresencial donde medio grupo venía las tres primeras horas y el otro medio las otras tres. Este modelo 3+3 se consideró positivo al permitir que el alumnado mantuviese un contacto diario con el centro y además el número de alumnos/as en los recreos fuera el menor posible ya que este alumnado no tendría recreo. Para las horas no presenciales el profesorado desarrolló plataformas digitales con contenidos y actividades que permitieran al alumnado proseguir su aprendizaje de manera autónoma.

No fue hasta ya empezado el curso, día 20 de septiembre, -prosiguen- “cuando empezaron las presiones para desmontar un modelo que, aunque contemplado por la Consejería, no ha parecido gustar al Servicio de Inspección de la Delegación de Córdoba. En primer lugar se empezó por enviar requerimientos a todos los centros que habían optado por el modelo c) para informarles, entre otras cosas, de que se había ”malinterpretado“ la circular, y que no se indicaba el horario de atención telemática, cosa claramente imposible de hacer sin duplicar el horario del profesorado, y que, además, no aparecía contemplada en la circular. Ante las demandas, exigencias y requerimientos del servicio de Inspección, 12 directores de centros de la provincia de Córdoba, conocedores de la aplicación de diferentes criterios en otras provincias, enviaron un escrito a la Delegación de Córdoba y la Viceconsejería solicitando coherencia y unidad de criterio para toda la comunidad. A día de hoy todavía están a la espera de respuesta”.

Brecha digital

De esta forma -apuntan desde el IES Blas Infante-, y “ante dichas presiones, fueron ya muchos los centros que optaron por prescindir de los tres modelos y volver a la presencialidad, aunque algunos, como el IES Blas Infante, con mucho alumnado en Bachillerato, decidimos apostar por la salud, pasar al modelo a) y emitir las clases de forma on-line al alumnado que se quedaba en casa en cada turno, con tal de seguir manteniendo la distancia de seguridad con ratios más bajas. Hay que decir que este modelo se da en opción a los centros pero sin enviar dotación, es decir, a toda prisa, en una semana o dos, los centros hemos tenido que reinventarnos otra vez, comprar cámaras, altavoces, cables de conexión, llevar incluso nuestros propios portátiles y tablets para poder emitir, autoformarnos a la carrera y confiar en que las conexiones funcionen. Asimismo, es una opción claramente clasista, pues hay muchos alumnos/as que no disponen en su casa de los medios necesarios para conectarse y la dotación para contrarrestar la brecha digital del alumnado ya se ha dicho que no llegará a los centros hasta bien entrado 2021”.

La siguiente acción del Servicio de Inspección “ha sido anularnos el modelo 3+3 alegando la responsabilidad que puede tener el centro cuando el alumno/a va a su casa al salir en la hora del recreo, cuando el modelo está aprobado por unanimidad en el consejo escolar. Esto implica ahora rehacer de nuevo todos los horarios y la imposibilidad de mantener los dos horarios escalonados que permitían las entradas y salidas a distintas horas. Además, conlleva el pasar a más de 700 alumnos/as en los patios y por tanto a la imposibilidad de hacer una vigilancia adecuada de los mismos con el personal disponible para hacer guardia, en un momento complicado pues tienen que quitarse la mascarilla para desayunar, y dando además una imagen lamentable al exterior de falta de control. Eso o que se quiten las mascarillas para desayunar en un aula mal ventilada y ponernos todos en riesgo”.

Obras en sus patios

Cabe destacar, que este centro cuenta además con una obra importante en sus patios que todavía no ha terminado a día de hoy y que “no sólo complica la permanencia en estos espacios sino que añade peligro además de la dificultad de compaginar aulas repletas con obras ruidosas, patios ocupados por máquinas y zonas de acopio de material y de escombros. Por otra parte, el estudio recientemente publicado por el CSIC sobre ventilación de aulas recomienda, entre otras medidas, disminuir el número de personas en las clases para mantener las distancias y, sobre todo, reducir los tiempos de exposición, como se conseguía con el modelo 3+3”.

Por ello, “los profesores y profesoras del IES Blas Infante manifestamos además nuestra indignación ante la falta de respeto a nuestro trabajo que toda esta situación ha provocado. Si el Servicio de Inspección no aceptaba las instrucciones emitidas por la Consejería, podía haberlo manifestado antes y no dejar que se trabajara tanto en un modelo que ahora nos quitan y que nos obliga a empezar de nuevo, horas y horas de trabajo, la mayoría sin pagar, tiradas a la basura. Además, nos preguntamos por qué en espacios como la Delegación o Centros de Profesores no se puede entrar sin cita previa mientras que nosotros/as tenemos que dar clase en espacios que no les importa ver con 37-38 alumnos/as y que además tendrán que permanecer cerrados cuando llegue el frío, con lo cual se estará poniendo en peligro la salud de todos/as, o bien trabajar en condiciones de temperatura que no se tendrán en ningún otro trabajo. Será que no todos los trabajadores/as de la administración educativa somos iguales. Cuando la situación en la ciudad y el país cada vez está peor y se están tomando medidas más drásticas en todos los ámbitos menos en el escolar, denunciamos la incongruencia entre las medidas que se han tomado desde hoy y la situación descrita a la que nos obliga la delegación de Córdoba”m dice el escrito.

“También denunciamos la respuesta claramente irresponsable de las autoridades, tanto sanitarias como educativas, al confiar todo a la mascarilla sin mantener la distancia, o al sugerir que por las tardes y fines de semana nuestro alumnado hace vida normal y que por tanto no pasa nada porque estén juntos también por la mañana en los centros. Cada vez se hacen menos confinamientos y pruebas, al principio se cerraban clases enteras, ahora solo se confinan a los tres-cuatro alumnos/as que están alrededor del positivo. A los profesores/as no se les hacen pruebas si tienen síntomas, solo se quedan cinco o seis días en casa, por supuesto sin cubrir la ausencia, y si dan positivo no se confina a ningún alumno/a. Se están presentando a los centros como seguros cuando la realidad es que solo se mira para otro lado. Nuestro centro sigue luchando por la enseñanza semipresencial, no porque nos guste, sino como única opción posible dadas las circunstancias. La presión es cada vez más fuerte cuando ya son muchos centros los que han tenido que volver a la presencialidad en contra de su voluntad al no haber podido desarrollar la enseñanza on-line por diversos motivos”.

Desde el IES Blas Infante señalan que, actualmente, “nos piden que elijamos entre calidad y salud, como si no fuera posible dar las dos cosas a la vez. Pues la administración debería de velar porque así fuera y no pedirnos que renunciemos a la salud. No somos solo nosotros/as como trabajadores/as sino también nuestro alumnado el que está en riesgo y el que puede convertirse además en vía de transmisión hacia las casas. Según detalla el Ministerio de Sanidad en su informe semanal, el 13% de los brotes se está produciendo en los centros escolares y este dato va al alza, ocupando ya el tercer lugar en el número de brotes, solo detrás del social y familiar. Por este motivo, miembros del claustro de profesores/as y del consejo escolar del centro, además de mostrar su indignación ante la incoherencia, improvisación y la falta de respeto a nuestro trabajo, espera que sea la Delegación de Córdoba la que asuma cualquier responsabilidad en caso de contagio o brote ya que ha sido desde allí desde donde se ha ido deshaciendo poco a poco nuestro modelo organizativo”, conluyen.

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