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Desde el córner | Javi Flores: “Jugar en la calle te ayuda mucho luego en el campo”

Javi Flores celebra un gol en El Arcángel | ÁLEX GALLEGOS

Jesús Ventura

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El capitán del barco califa. Al Córdoba, durante los últimos años, le ha faltado esa referencia en el vestuario que es tan importante dentro y fuera del campo para configurar un ambiente óptimo. Por ello, la entidad blanquiverde ha ido cosechando desgracias hasta que bajó a Segunda División B y llegó nuevamente el Mago de Fátima a sus filas. Javier Flores Santacruz (Córdoba, 1986) comenzó en el club cordobés con tan solo siete añitos después de que en el Márquez Campos -actualmente denominado Apademar- le rechazaran debido a su corta edad. Casualidades de la vida, ese cambio de destino hizo que un chico de barrio se alzase con la capitanía del equipo de su vida 17 años después. Sin embargo, Flores ha tenido sus más y sus menos con el Córdoba. El mediocentro tuvo que hacer las maletas con tan solo 24 años debido al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acusó el club blanquiverde al término de la temporada 2010-11.

Después de salir por la puerta de atrás, Javi Flores dejó el Córdoba para vestir la elástica azulilla en el filial del Getafe. Tras dos campañas en Madrid, el de Fátima volvió a cambiar de club y llegó a una de las entidades que cambió por completo su vida. En su primera etapa como ilicitano, el mediocentro consiguió ganar el campeonato de Segunda División y debutar en Primera División con la camiseta del Elche, pero la poca continuidad en la plantilla obligó al cordobés a enrolarse en el Murcia y Hercules antes de volver a la escuadra franjiverde. Campañas después de su vuelta a Segunda B, Javi Flores consiguió ser ese líder que devolvió a la ciudad alicantina al fútbol profesional. Sin embargo, el Córdoba llamó a su puerta y no pudo rechazar la oferta. Este miércoles, el Mago de Fátima atiende a CORDÓPOLIS con un tono amable y sosegado a expensas de darse a conocer como persona y no como jugador.

PREGUNTA. Toda una vida dedicada al fútbol. ¿Tú crees que ha merecido realmente la pena?

RESPUESTA. Sí, claro. Los futbolistas que podemos dedicarnos a este trabajo somos unos privilegiados. Hacemos algo que nos gusta, pero es verdad que lleva su sacrificio y su trabajo como en todos los oficios. Al final haces algo que te gusta y que a la misma vez puedes hacer feliz a mucha gente. No es tampoco una vida fácil porque hoy estás en un sitio y mañana en otro, lo que conlleva llevar a tu familia, amigos… Al final es cosa del oficio y los futbolistas somos, con nuestras cosas, unos privilegiados.

P. Volviendo a otros tiempos. ¿Cómo fue ese inicio jugando al fútbol en la calle?

R. Jugar en la calle, parece una tontería, pero te ayuda mucho a luego jugar en el campo. Los regates en corto, en parado… esa imaginación que usas en la calle se traslada al campo. Antes no había tanta videoconsola, tantos móviles, tanto Fortnite, tanto pego de estos como digo yo, porque antes era una pelota y a la calle a jugar. Se ganaba ese fútbol callejero y es algo que los que lo hemos llegado a vivir no cambiaríamos por nada.

P. ¿Quién ha sido tu referente para dedicarte a este deporte?

R. Siempre me ha gustado el fútbol, la verdad. Desde que era muy pequeño cuando jugaba en el barrio, casi todos jugábamos. Yo decidí apuntarme a lo que antiguamente era Márquez Campos, que después fue el Apademar. Por edad no pude entrar y de ahí fui a hacer las pruebas con el Córdoba y, aunque era aún muy pequeño, ya me quedé. Hice tres años de benjamín y después fui subiendo por todas las categorías.

P. Si el fútbol no hubiera sido posible, ¿a qué se hubiera dedicado Javi Flores?

R. Tuve la suerte de llegar al primer equipo pronto y poder dedicarme a esto, pero sinceramente y siendo realistas me hubiera gustado ser profesor de Educación Física, aunque no sé si hubiera sido posible pero yo lo hubiera intentado. Tenía claro, desde un principio, que yo quería dedicarme al fútbol y gracias a Dios pude conseguirlo porque no es nada fácil. A todo el mundo nos gusta jugar, pero no todos tienen la posibilidad de trabajar y dedicarse a ello unos años. Estoy muy agradecido por eso.

P. Ahora que has sacado el tema del primer equipo, ¿cómo era el joven Javi Flores que pisó por primera vez el césped de El Arcángel?

R. Muy de fútbol callejero como hemos hablado antes. Cuando eres muy joven y entras al campo no asimilas muy bien la sensación de presión, responsabilidad o el ambiente. En mi caso salía al campo y disfrutaba intentando regatear, marcando goles o asistiendo a los compañeros. Además de entrenar y disfrutar porque yo solo quería eso, disfrutar.

P. ¿Has evolucionado con respecto a día de hoy?

R. Claro. Un futbolista con 18 años no es el mismo que con 34. El jugador va perdiendo unas cosas pero va ganando otras. Siempre vas buscando un equilibrio, una manera de jugar en el campo y siempre adaptándote a lo que te pide el entrenador.

P. ¿Te afectó salir del Córdoba de la manera en que lo hiciste?

R. Sí. En su momento no fue muy repercutido porque personalmente no quise llamar la atención ni creía que era oportuno alzar la voz. Es cierto que las formas fueron muy malas y feas para un jugador... no porque sea yo, sino porque un chaval de la cantera que llevaba en el club desde los siete años, meterlo en un ERE y obligarlo a irse… No creo que fuera la mejor manera. Es como si hoy pasa con un chico que lleva desde los siete años. Estoy seguro de que con la gente que hay actualmente en el club se realizaría una mejor solución para todos o con mejores maneras porque yo sé que en el fútbol hoy puedes contar y mañana no, y eso lo respeto, pero las maneras no fueron las mejores.

P. Tras tu salida de la entidad blanquiverde y después de unas temporadas, llegó el Elche llamando a tu puerta. ¿Qué significa para ti este club?

R. El Elche es lo que más se puede parecer al Córdoba para mí, salvando lógicamente las distancias porque soy cordobesista, cordobés y he estado lógicamente toda mi vida aquí, pero el Elche es como si fuese mi segunda casa. He pasado los años más felices, junto a los que he vivido aquí, jugando al fútbol. He conseguido grandes logros, he hecho amistades, he vivido en una ciudad magnífica y estoy encantado de haber podido disfrutar durante cuatro años del Elche y le estaré siempre muy agradecido.

P. ¿Qué sentiste cuándo te ofrecieron volver al Córdoba?

R. Todavía no había terminado el año anterior cuando ya me lo habían comentado. La posibilidad era muy real, pero después se enfrió la cosa para después retomarla. Estaba claro que la posibilidad de volver a Córdoba la tenía en mi cabeza y tenía claro que quería volver porque quiero retirarme aquí y poder pasar el resto de mi carrera aquí. Cuando se planteó la situación, no fue fácil porque en Elche me sentía muy bien, pero creía que era el momento de venir y ayudar al club a llevarlo donde se merece. A ver si somos capaces de hacerlo este año.

P. Aunque ese sueño, rápidamente, se convirtió en una pesadilla.

R. No fue un año fácil en cuanto a club y deportivamente hablando, aunque en diciembre o enero empezó la cosa a ir mejor. Gracias a Dios vivimos actualmente con una tranquilidad y estabilidad absolutas. Deportivamente fue un año malo ya que nunca llegamos a tener una regularidad y no estuvimos en los puestos de play off durante mucho tiempo. Cuando fuimos capaces de meternos, tuvimos la mala suerte de que parase la competición justo después de perder las dos últimas jornadas e irnos al quinto puesto. Esto es el fútbol y hay que afrontar las situaciones tal y como nos vienen.

P. Quiero que me hables de un día en concreto. Una buena mañana, toda la plantilla salió a declarar ante la prensa en El Arcángel y alzasteis la voz para hacer frente a las injusticias que acaecían en club. Entre todos los jugadores, tú fuiste el líder.

R. No sentía ninguna responsabilidad o presión añadida. Sentía lo que el grupo sentía que debía hacer y como capitán del equipo debía asumirlo con el resto de capitanes, aunque fui yo el que fue respondiendo a las preguntas, pero no me sentía mal en el sentido de que estaba haciendo algo malo. Sentía que tenía que defender mis intereses, los de los compañeros y sobre todo los del club porque al final todos estábamos viendo que la situación se estaba yendo de las manos, que cada día estaba yendo a peor y que no tenía visos de tener una solución. Creo que hicimos lo que debíamos en ese momento y nada más.

P. ¿Esa etapa te ayudó a mejorar como profesional?

R. Cada año y cada situación te ayuda en tu vida. Por muchos años que lleves jugando, siempre vas aprendiendo y vas viviendo de cosas. Fueron meses complicados porque había compañeros que económicamente lo estaban pasando mal y que deportivamente no estábamos bien. Lo mejor de todo fue que teníamos un grupo unido, que nunca se desestructuró y siempre se mantuvo unido. Eso fue lo que nos salvó. Había un grupo unido al que no le importaba levantarse a las cinco de la mañana para ir a Don Benito y fíjate que va y ganamos. Para Badajoz también nos levantamos muy temprano y ganamos. No nos importó adaptarnos a las situaciones que estábamos viviendo. Es verdad que en ese saltito que teníamos que haber dado como equipo para estar más arriba pues no lo dimos. No se le puede recriminar nada a esa plantilla ya que dimos todo lo que teníamos. A lo mejor nuestro límite estaba hasta donde dimos y ya está.

P. Centrándonos en tu futuro. ¿Qué querrá hacer Javi Flores cuando no pueda calzarse las botas?

R. A día de hoy no lo sé. Me gustaría montar mi escuela para intentar ayudar y enseñar a los pequeños. Tengo el curso hasta el nivel dos de entrenador también y estoy abierto a todo lo que pueda surgir, pero si te digo la verdad me encuentro bien y con ganas para seguir jugando más tiempo.

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