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Fran González: “En India la situación es insostenible, la gente no tiene qué echarse a la boca”

Fran González, futbolista cordobés campeón de la liga india

Rafael Ávalos

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Es jueves pero tiene apariencia de lunes. O de sábado, quién sabe ya. Todos los días son iguales desde hace unas semanas. La situación es consecuencia de la nueva vida que afrontan España y otros países por la pandemia de Covid-19. Son las diez de la mañana en Córdoba, una ciudad de la que se encuentra muy lejos un hombre hecho a sí mismo en el cada vez más complejo mundo del fútbol. Se llama Fran González, que está a casi nueve mil kilómetros de distancia. Responde a través de la pantalla de un portátil. Para él es en torno a la una y media, ya que desde el verano pasado reside en Calcuta. Desde India atiende a CORDÓPOLIS en un momento difícil a nivel global y lo hace con amabilidad y, esto es resaltable, total sinceridad.

Francisco Javier González Muñoz (Córdoba, 1989) se encuentra como en casa pese a estar muy lejos de la propia. No es para menos: en Calcuta es un auténtico ídolo, tanto que entre los aficionados de su equipo, el Mohun Bagan, le apodan el Boss -el Jefe-. Con el apelativo compartido con Bruce Springsteen, como si cualquier cosa, presume de ganar un título de Liga, el indio. Aunque la propagación del coronavirus con origen en Wuhan (China) no le permitiera celebrarlo junto a sus compañeros. Lo cierto es que todo le marcha bien a un central capaz de hacer 15 goles y que desde 2015 recorre el planeta “con una maleta con ruedas”, su ilusión y, por supuesto, su pareja. Chipre, Tailandia, Polonia y Hong Kong son sus anteriores escalas, la última con su pequeño Mauro ya junto a él.

Pese a que India no es precisamente un país que goce de gran salubridad, el jugador admite que ahora se siente más seguro allí que en España. Eso sí, tiene en mente regresar en cuanto le sea posible antes de retomar una normalidad que, casi seguro, va a mantener en su actual lugar de residencia. A no ser, según deja entrever, que el Córdoba le haga una oferta en firme que le permita volver a la ciudad. También habla del club califal además de su experiencia actualmente en Asia o de su carrera sobre el césped durante una entrevista que, con el paso de los minutos, se torna más en una conversación distendida y amistosa. Y eso con casi nueve mil kilómetros de por medio.

PREGUNTA. De repente, el mundo se enfrenta a su peor emergencia sanitaria en los últimos cien años y te coge en India…

RESPUESTA. Bueno, fíjate lo curiosa que es la vida que nunca esperas que te pueda pasar, que éste es mi sexto país y es la primera vez que me vacuno para ir a algún sitio, que mi familia está un poco preocupada por el nuevo destino y tal. Me refiero cuando vinimos al principio. El año se ha dado muy bien, aquí no tengo ningún problema. Estoy con mi novia, con mi chico… El chico ha estado yendo a la guardería, relacionándose con niños sin ningún problema todo el año, y decía que qué curiosa es la vida porque precisamente yo tenía el billete de vuelta a España el 19 de marzo y lo cancele porque en ese momento entendía, y a día de hoy sigue siendo así, que estábamos más seguros aquí que allí. Por eso le digo a todo el mundo del miedo del desconocimiento de venir a un país como la India y luego te encuentras que estás más seguro aquí en Calcuta que en tu propia casa.

P. ¿Y cómo es eso? Porque la sensación desde fuera es que aquel país, con más de 1.300 millones de habitantes, es un poco caótico…

R. Da la imagen de que es un poco caótico, no. Lo es por completo. Es un país muy peculiar. Sinceramente, el problema que nosotros nos encontrábamos ahora, yo no porque tenía que seguir jugando, de hecho no hemos terminado… Pero el hecho de que mi familia se tuviese que ir es que desde Calcuta tenían que ir hasta Nueva Delhi, de Nueva Delhi a Madrid, en Madrid llegar a Barajas, ir a Atocha, en Atocha un AVE y plantarse en Córdoba. Entonces, el riesgo, la exposición que tenían, yo entendía que era mucho mejor que estuviesen en casa. Al final, aquí vivimos a las afueras de Calcuta, en un residencial de lujo dentro de lo que es la India. Tenemos un supermercado en el mismo residencial, unas instalaciones a las que podemos bajar a pasear con el chico y demás. Yo creo que a día de hoy estaban más seguros aquí.

Es muy complicado llevar un recuento fiable (de coronavirus) en un país como India

P. Pero, Fran, ¿cuál es la situación ahora mismo en India?

R. A mí modo de ver, es muy complicado hacer o llevar un recuento medianamente fiable en un país como la India. Porque al final esto no deja de ser un país en desarrollo por llamarlo de alguna manera, en el que no hay autopsias. La gente se muere, lo incineran y lo echan al río (Ganges). Estamos hablando de un país en el que día a día se muere la gente por enfermedades o por insuficiencia de alimentos y demás. Entonces, ¿cómo sabes tú que se están muriendo de eso o de coronavirus? Yo entiendo, por el recuento que están haciendo, que están muy lejos de la realidad. No porque estén tapando nada, como ha pasado con el caso de China, que es un país más opaco, sino por el hecho de que sencillamente es muy difícil llevar un recuento. Entonces, decretaron una cuarentena, que cumplía ahora el 14 de abril, de tres semanas, lo que pasa es que había un día por ahí suelto… Digamos que íbamos a hacer 23 o 24 días el 14 de abril pero se rumorea que se va a alargar. Estamos en esa situación de incertidumbre de saber cómo y cuándo vamos a poder volver a casa.

P. Confinar una nación con más de 1.300 millones de habitantes, que además tiene un estilo de vida tan peculiar como dices, no debe ser fácil. ¿Cómo se vive la cuarentena en India?

R. Sinceramente, creo que si ya de por sí tres semanas ha sido duro, el alargarlo no le encuentro mucho sentido. Te explico por qué. Nosotros vivimos en un residencial, las condiciones son sensacionales y, bueno, estamos en casa, tranquilos, porque bajas al supermercado, te suben la compra y podemos estar aquí todo el tiempo que nos haga falta. Pero una persona, un padre de familia, que no tiene esa cobertura económica para estar tres semanas en casa, a los tres días tiene que salir a buscar comida para su familia y eso es lo que está pasando. El hecho de que socialmente se está convirtiendo en una situación insostenible porque la gente no tiene qué echarse a la boca. Entonces, tiene que salir, tiene que trabajar y tiene que buscarse la vida como buenamente pueda.

P. Estás muy acostumbrado a experiencias muy distintas, ¿quizá ésta sobrepasa todo lo que podrías haber imaginado?

R. Indudablemente pero hubiese sido igual si me pilla en Córdoba. O sea, nunca estás preparado para una situación como a la que nos estamos enfrentando ahora. A nivel global ha sido una experiencia muy bonita, muy enriquecedora y de la que me llevo muchísimas buenas cosas. De hecho, tenemos planeado quedarnos por aquí.

P. Pese a todo, ¿has sentido temor o inquietud en algún momento?

R. He sentido temor por mi familia. Por mi familia, por mis amigos… Al final, mi gente está en España, sobre todo en Córdoba. Seguir las noticias desde aquí ha sido bastante duro. Estando en contacto con ellos a diario, intentando pensar lo menos posible en aquello porque al final no podemos hacer nada por solucionarlo y menos desde la distancia. Pero lo más duro de todo ha sido ver su sufrimiento y no poder estar allí con ellos.

P. Precisamente te iba a preguntar, Fran, porque vives a casi nueve mil kilómetros de Córdoba, ¿cómo percibes desde India la situación de España?

R. Mi opinión es que, a lo mejor, se pudo atajar el problema antes. Al final, esto es que cada uno tiene su opinión. La mía es que se pudieron tomar medidas antes pero indudablemente nadie sabía a lo que nos enfrentábamos. Entiendo que está siendo bastante duro el hecho del confinamiento, sobre todo para la gente que tiene hijos y demás, pero creo que la gente lo está haciendo sensacional. Siempre hay algún caso que se sale un poco del tiesto pero creo que la gente lo está haciendo muy bien y sinceramente espero que más pronto que tarde se solucione todo esto y volvamos a llevar una vida lo más normal posible dentro de las circunstancias que se están dando.

Seguir las noticias de España desde India ha sido bastante duro

P. Y en el apartado personal, como deportista sobre todo porque tenéis unos hábitos muy marcados, ¿cómo vives la cuarentena por el coronavirus?

R. Es complicado porque, como bien dices, te acostumbras a llevar un ritmo de vida saludable, en que tienes unos horarios, unos entrenamientos, una preparación de cara a la competición o mismamente a los entrenamientos, y ahora te encuentras con el mundo al revés. Tienes que estar en casa, no puedes salir de aquí… Aun así entreno diariamente con mi pareja, que nos mandaron unos ejercicios y los hacemos juntos. Y luego salgo a correr por el residencial. Pero sí es verdad que te encuentras que tu vida ha cambiado de un día para otro y no sabes realmente qué va a pasar mañana. O sea, a nosotros, por ejemplo, nos quedan cuatro partidos de Liga. En realidad no tiene mucho sentido que sigamos jugando porque ya salimos campeones, no desciende nadie porque nosotros nos unimos al Atlético Kolkata para jugar la Superliga… No tiene mucho sentido pero es cierto que te sigues preparando como si dentro de dos o tres semanas volvieras a jugar.

P. Te iba a preguntar precisamente por la curiosa circunstancia de que el coronavirus estalla, por decirlo de alguna forma, en India justo después de lograr el título de Liga. ¿Habréis tenido tiempo de celebrarlo al menos, no?

R. Si te soy sincero, no he tenido mucho tiempo. A mi padre, así quitándole un poco de peso al asunto, le dije: fíjate si soy desgraciado, papá, que para un año que gano la Liga no puedo ni celebrarla (bromea). Al final esta gente (afición) es muy pasional. Es cierto que el partido aquel en que matemáticamente fuimos campeones lo disfrutamos mucho en el estadio, con mucha gente, pero luego iban a hacer como una especie de tour por toda Calcuta… Aquí lo viven muy intensamente y eso ahora mismo está en stand by porque estamos esperando novedades.

P. ¿Cómo se lleva eso de conseguir un título y tener que quedarte en casa sin poder disfrutarlo en masa?

R. Pues, como te digo, al final hemos estado todo el año con la ilusión, y de hecho los fans te lo decían: que nosotros nos encargásemos de devolverles la ilusión, de ganar el título, que ellos se iban a encargar de hacer este momento inolvidable para nosotros. Te queda esa espinita, lógicamente, pero lo importante es que lo conseguimos y seguro que tenemos tiempo de celebrarlo en algún momento.

P. Por cierto, no eres el único que ha estado por allí. Antes estuvo Javi Lara, que jugó en el Atlético (Kolkata -Calcuta-). ¿Cómo es el fútbol indio?

R. Como bien dices, Javi Lara estuvo en el Atlético Kolkata, equipo que se ha unido al mío de cara a la siguiente temporada, y fue bastante peculiar. Aquí hay un cupo de extranjeros, como pasa en casi todos los países asiáticos. Somos seis extranjeros, de los cuales cinco pueden estar en el campo a la vez. Los otros seis son indios, y en el otro equipo exactamente igual. Al final, tú tienes que adaptarte a su juego. Lo bueno de este año, que nos ha hecho campeones… Tú tienes que firmar aquí un jugador por línea. Nosotros teníamos dos centrales extranjeros, yo como mediocentro defensivo aunque he tenido que jugar de central también bastantes partidos, un mediocentro ofensivo y un delantero. Refuerzas la columna vertebral pero los bandas, los laterales, el portero son locales. Te tienes que adaptar a ellos pero lo bueno de nuestro equipo o por lo que creo que hemos conseguido ganar el campeonato es porque hemos tenido un grupo de indios muy trabajador, muy honrado, muy sano, que se ha adaptado a la idea del entrenador. El hecho de jugar desde atrás, de tomar riesgos, de un fútbol vistoso. Por ejemplo, leyendo muchos artículos o en las entrevistas que nos hacen, es como que hemos instaurado el tiki taka en India, por decirlo de alguna manera. Que es lo que yo muchas veces hablo con el entrenador: ¿quién me iba a decir a mí que yo iba a instaurar el tiki taka? (bromea). Pero es una experiencia muy buena. Ellos viven el fútbol con una pasión increíble, entonces yo estoy muy identificado con la afición y demás porque son muy pasionales. La verdad es que hemos disfrutado mucho.

Llevo más de media vida con una maleta con ruedas persiguiendo un sueño

P. Más allá del fútbol, ¿cómo es la vida de un cordobés en India?

R. Al final, nosotros vivimos en una burbuja. Es duro decirlo pero seguro que lo vas a entender. Nosotros estamos viviendo, como te decía, en un residencial de lujo. Por la mañana viene un chófer, que nos recoge, nos lleva a entrenar y allí hay gente esperándonos para echarse fotos y que les firmemos autógrafos. Entrenamos como con 20 cámaras alrededor y luego el mismo chófer nos trae y nos deja aquí en casa. Aquí lo tenemos todo, restaurantes, supermercados, vienen a recoger a mi hijo de la guardería, venían… Tú vives al final en una burbuja, realmente no sabes lo que está pasando fuera. Cuando tienes un par de días libres o quieres ir a algún sitio, cuanto tú realmente ves Calcuta es cuando eres consciente de lo afortunados que somos por haber nacido donde hemos nacido. Una de las mayores experiencias que he vivido a día de hoy, como yo le decía a mis compañeros, es que si ver esto no te cambia la vida es que no tienes sentimientos.

P. Me hablas de que es una de tus mejores experiencias. ¿A nivel deportivo quizá sea la mejor?

R. Sí. A nivel deportivo, los años te van dando una madurez, a lo mejor antes tenías otras condiciones, pero conforme van pasando los años, te aportan un poso de experiencia, una madurez, y es cierto que conforme han ido pasando los años me he encontrado mejor. El año pasado en Hong Kong me encontré muy bien, también tuve la suerte de ganar la Copa de allí, y cuando me salió la opción de la India no dudé porque realmente quería vivir esta experiencia. Y realmente creo que ha sido la mejor temporada que he hecho, tanto a nivel de números como a nivel de rendimiento y de sensaciones.

P. Porque no sólo has ganado el título de Liga sino que eres un ídolo entre la afición del Mohun (su equipo), creo que es el Jefe como te llaman, eres uno de los mayores goleadores del campeonato. Casi nada…

R. Como digo, es cuando mejor me encuentro. Al final, no nos engañemos, el fútbol son números. Si yo no hubiese hecho 15 goles esta temporada probablemente no sería el Boss y no tendría ofertas como estoy teniendo. Más allá del rendimiento y de las propias sensaciones, creo que la suerte que he tenido este año es que he materializado las ocasiones que he tenido y, sobre todo, a balón parado.

P. ¿Cómo es eso de que un jugador que es central meta tantísimos goles?

R. Es totalmente a la inversa. O sea, yo empecé de mediocentro ofensivo. En la cantera del Madrid jugaba de número siete, en banda derecha. Luego cuando empecé de amateur jugué de mediocentro defensivo y de ahí ya a central, lateral… Pero al final siempre te queda ese instinto dentro del área. Realmente, te va a resultar curioso, pero siempre he dicho que el fútbol, creo que la vida, está todo en tu cabeza. Tienes que estar bien preparado físicamente y cuidarte, y exigirte en los entrenamientos para luego poder rendir en los partidos. Pero si tú de cabeza estás bien y tienes ambición y tienes hambre, como yo digo siempre, creo que los límites te los pones tú. Yo, por ejemplo, este año mi sensación cada vez que subía a un córner es que iba a meter. Y la gente antes de los partidos: “Venga, Fran, tienes que meter”. Era ya como que todo el mundo empujaba. Tenía yo la responsabilidad de que todo el mundo empujaba y, claro, al final me lo creía y metía.

Me llama Esnáider y lo teníamos medianamente hecho; González lo echa y me quedo sin equipo

P. Vamos a dejar un poco India, Fran. Allí llegas desde Hong Kong, donde marcas otro hito porque la Sapling Cup es el primer título de la historia del Lee Man (su equipo). ¿Cómo fue aquello?

R. Nos retrotraemos un poco para atrás. Yo estaba en Polonia. Firmé medio año que quedaba más otro año y ese verano me llega una oferta de Hong Kong. Yo intento salir de Polonia y el sponsor, que era el que manejaba allí el club, me dice que no, que tenían que pagar un precio desorbitado a mi modo de ver por mí. Entonces, me tengo que quedar otra temporada. Pero claro, en mi mente ya estaba ir a Hong Kong. Cuando acabo la segunda temporada me sale una oferta de otro equipo. Me voy a otro equipo y al final el fútbol en China, en Hong Kong, es un fútbol que a nuestra manera de ver está empezando. Ellos han invertido mucho dinero, quieren trabajar el tema de la cantera, pero realmente no tienen ese poso futbolístico que puede tener Sudamérica o España, o Europa en general. Yo firmo en un club que llevaba dos o tres años de historia y hacemos una temporada que, para el planteamiento que había, es bastante buena. Nos encontramos que íbamos pasando eliminatorias y llegamos a la final de la Sapling Cup. Y volvemos a lo mismo. En esta final vamos ganando 2-0, nos empatan en el último minuto, 2-2, y veo cómo la gente, antes de jugar la prórroga, estaba derrumbada. Daban por perdido el partido. Es verdad que tú tienes sensaciones de que ellos van para arriba y tú vas para abajo. Yo estaba de capitán también y como un loco me puse a animar a la gente. Al final, curiosamente, hago yo el gol en la prórroga en un córner. La experiencia fue muy buena también. De hecho renové pero al salirme esta opción de la India, que yo llevaba mucho tiempo queriendo venir aquí, opté por ésta.

P. ¿Cómo fue ese momento de marcar el gol del triunfo?

R. Lo recuerdo como si fuese ayer. El momento en el que yo me incorporo al córner, creo que era el minuto 119, recuerdo que yo mismo me dije “Fran, éste es tu momento”. Suena un poco… no sé. Pero realmente fue así: si hay un momento en el que tienes que meter un gol, que sea éste. De hecho fue un cabezazo muy bueno y mira, ganamos la Copa. Pero las sensaciones eran que ellos iban a más, nosotros a menos. El tema psicológico en Asia… los futbolistas locales no son tan fuertes como podemos ser en Europa, que desde chicos hemos peleado por esto y tenemos esos sentimientos más inculcados. Yo pensaba que si llegaban los penaltis íbamos a tener el título complicado y mira… una locura. Recuerdo aquello como un subidón tremendo.

P. Has hablado de que tenían que pagar un precio desorbitado por ti. Te has movido en el terreno de las cláusulas. ¿Eso es importante también, no?

R. Yo muchas veces animo a la gente a salir al extranjero porque la gente es reacia. Yo antes lo era pero realmente es por desconocimiento, porque no sabes a qué te vas a exponer, estás acostumbrado a la comodidad en Segunda B… Yo, por ejemplo, he estado en muchos filiales. Siempre estás en esa ola, te encuentras cómodo y a mí me costó mucho salir. Pero una vez que sales, el futbolista español está muy valorado. Aquí ya estamos hablando de los sueldos, de pagar cláusulas, de sponsor, de cosas que si me hubiese quedado en Segunda B jamás hubiese vivido.

P. Fran, eres consciente de que Hong Kong ha estado muy cerca del epicentro del coronavirus. ¿Has llegado a pensar cómo habría sido todo de haber continuado allí?

R. Sí, indudablemente. Yo estoy en contacto con mis compañeros del año pasado. Fíjate, cuando en España eso lo veíamos como un cuento chino, nunca mejor dicho, en Hong Kong ya pararon la liga en enero. Nosotros lo veíamos aquello como que jamás nos iba a afectar. Yo decía: ¿pero tan serio es como para que no podáis jugar? Estuvieron mucho tiempo parados y luego retomaron la liga. Recientemente, hace tres semanas o así, cuando todos ya habíamos parado, ellos empezaron de nuevo porque iban al ritmo de China. ¿Qué pasa? Que ha habido algún problema, recuerdo un contagio de un segundo entrenador… de hecho es español, Chino Losada, que jugó en el Celta, está de segundo entrenador allí y dio positivo en coronavirus. Entonces volvieron a suspender la liga y ahora mismo están ahí en stand by. Y nosotros, pues fíjate… Porque si tú vas solo a los sitios pues mira, si no lo hago ahora que me considero joven, ¿cuándo lo voy a hacer? El problema es cuando llevas contigo a tu familia, a tu pareja, a tu hijo pequeño… Ahí la preocupación se multiplica porque ya no estás pensando en ti. Tú eres consciente de lo que haces y responsable de tus actos pero ya eres responsable también de otras dos personas.

Estoy muy identificado con la afición de India porque es muy pasional

P. Por cierto, ¿el chico de dónde es?

R. No lo sabe ni él (bromea). El niño lo concebimos en Polonia. Luego nació en España porque, por ejemplo, yo hablo inglés y en ese momento hablaba polaco pero mi pareja tiene más problemas al hablar inglés y ella quería enterarse de todo. Volvió para tenerlo en España. A los seis meses nos lo llevamos a Hong Kong y de Hong Kong a la India.

P. O sea, que es un ciudadano del mundo.

R. Es un ciudadano del mundo. Yo tenía claro que quería que estuviese conmigo. Mi pareja quería ser madre joven y a mí me encantaba la idea pero yo quería que estuviésemos juntos. Porque ves, por ejemplo, muchos casos de compañeros que se tienen que ir solos o que las familias no les acompañan y eso a mí me parece muy duro. Yo recuerdo cuando nació Mauro (su hijo), él nace el 30 de enero y yo el 31 de enero me voy a Polonia. Y estoy cuatro meses sin verlo. Ahí no eres consciente ni de que eres padre, porque lo has visto en el hospital un rato y esos cuatro meses fueron muy duros para mí. Entonces, yo tengo claro que donde vaya tenemos que ir juntos.

P. Volvamos a tu trayectoria. De Hong Kong a India pero antes, como bien dices, estuviste en Polonia y antes en Chipre y Tailandia. ¿Cuál es el secreto para adaptarse a tantos países y tantas costumbres distintas?

R. Hace un tiempo leí, y me pareció muy interesante y me quedo con esa frase… Decía algo así como que no es el más fuerte de la especie el que sobrevive sino el que es más adaptable al cambio. Yo he estado jugando en Polonia a menos 15 grados y aquí estás jugando a 40 y algo. Hablo de jugar porque al final es por lo que estoy aquí. Pero es muy diferente. Y ya cuando hablas de Asia… Asia es otro mundo, no tiene nada que ver con Europa, con España. Yo siempre he tenido claro o tomado la filosofía de que soy un invitado, al final soy yo el que se tiene que adaptar a ellos. Y creo que siendo optimista y perseverante en el trabajo, si no es de una manera u otra, vas encontrando el camino de adaptarte a ellos y poder tener un buen rendimiento. Yo he visto muchos compañeros, muy buenos futbolísticamente hablando, que psicológicamente no han podido superar el momento porque al final te enfrentas a cosas que jamás hubieses pensado que ibas a vivir. El no estar preparado psicológicamente es lo que te hace quedarte en el camino. Yo soy totalmente creyente de que todo está en la cabeza.

P. ¿Cómo es el fútbol de Tailandia? Porque desde fuera en ocasiones llegan noticias de cierta violencia.

R. No, por ejemplo mi experiencia allí fue bastante buena. De hecho, yo coincidí con Xisco, el delantero del Córdoba, que cuando fui estaba allí. Mi experiencia fue muy buena porque en ese momento estaba jugando de central y allí los equipos son muy anárquicos. Igual, firman central, mediocentro y delantero del extranjero, la columna vertebral, y yo siempre me enfrentaba a un buen delantero extranjero. Y aparte los equipos son muy anárquicos. Siempre están atacando, son muy rápidos en Tailandia, y a mí me exigía estar muy bien físicamente porque si no, no los cogía ni con una cuerda (bromea). Es verdad que es un fútbol de contacto, los árbitros son bastante permisivos, pero bueno… También me llamó mucho la atención la afición, lo pasionales que son. Pero yo no tuve problemas de violencia. Es verdad que es un juego de contacto pero al final ésa es la esencia del fútbol.

P. En tantos lugares como has estado, ¿dónde te has sentido más cómodo?

R. Creo que es importante, como te decía, adaptarse y yo, por ejemplo, una cosa que valoro mucho, la que más valoro, es el respeto dentro del vestuario, el tú sentirte respetado y valorado. Y la verdad es que en ese sentido he tenido suerte de que siempre ha sido así. Te podría decir, por ejemplo, en Chipre era una vida tremenda porque había unas playas preciosas, el clima muy bien, la comida mediterránea. Allí disfrutamos mucho, fue como todo el año verano. Sobre todo, mi pareja en ese sitio disfrutó mucho. De Tailandia, fue mi primera experiencia con Asia. Fue como un shock. No sabía qué me iba a encontrar y me acuerdo de que iba con la boca abierta, mirando a todos sitios. La verdad es que fue como un baño de realidad, saber lo que había fuera de Europa. Luego volvimos a Polonia, que la vida era bastante dura. O sea, no nos engañemos. Estamos hablando de que estamos bajo cero cuatro o cinco meses del año. También yo creía que no se podía ni vivir a esas temperaturas y ya sé que se vive (bromea). Pero es cierto que la climatología te condiciona todo tu día a día. Y de ahí, en Hong Kong una experiencia muy buena, como te digo. Al final, es una de las mayores potencias a nivel económico y financiero y, sobre todo yo, que soy muy curioso y que me gusta siempre estar aprendiendo, pues me gustó mucho el ver cómo… Hong Kong es como un paso más. Nunca he ido a Estados Unidos y no creo que me fichen ya a esta edad (bromea de nuevo) pero es verdad que me gustó mucho Hong Kong porque lo veía como el futuro. Y luego India pues mira, sinceramente, a pesar de todo lo que vemos alrededor, de de lo duro que es, siempre intentamos ayudar dentro de lo que está en nuestras manos, creo que India ahora mismo… Será porque lo tengo más reciente y porque cuando los resultados acompañan todo va más fluido… Creo que es el sitio donde más a gusto me he sentido y de hecho es donde me gustaría quedarme varios años.

Leía lo que le pasaba al Córdoba y me daba hasta vergüenza

P. Dime la verdad. Durante tu periplo internacional, ¿no sentiste en ningún momento la necesidad de regresar a España?

R. Sí, claro. A ver, siempre decimos un tópico, que la vida del futbolista es corta, que hay que aprovecharla y que esto al final no es para toda la vida. Pero también es cierto que yo salí de Córdoba, al Real Madrid, con 14 años. Tengo 31 ahora. O sea, llevo más de media vida con una maleta con ruedas persiguiendo un sueño. Es cierto. Entonces, muchas veces, ahora cuando voy en verano… Yo tengo claro que tengo que sacrificarme, no sacrificarme porque al final hago lo que me gusta, pero que tengo que estar unos años fuera porque al final tengo que darle un futuro a mi familia. Pero también es cierto que ahora cuando vuelvo, veo a mi hijo jugando con sus primos, veo a amigos, que tiene un mérito increíble que sigamos siendo amigos porque lo somos un mes al año… Muchas veces cuando estoy allí sí es verdad que siento nostalgia, sobre todo en el momento de volver e irme, que me gustaría quedarme por allí. Pero al final, como te decía, cuando sales al extranjero puedes optar a cosas que yo allí en España, siendo totalmente honestos, nunca hubiese optado. Entiendo que tiene que ser así hasta el último día que quiera jugar.

P. ¿Y no has tenido ofertas durante todo este tiempo, desde que sales a Chipre?

R. Siempre he tenido la suerte de tener ofertas porque también es verdad que yo salgo de un Hércules en el que jugamos un play off de ascenso, en el que yo meto un gol que nos clasifica eliminando al Murcia, entonces mi caché o mi cartel dentro de lo que era la Segunda B era bastante alto. Y como fuera he seguido rindiendo y jugando siempre me han llegado ofertas. ¿Cuál es el tema? Que al final, muchos directores deportivos españoles se aprovechan de la presunta situación de que tú quieres volver a España. Ellos lo interpretan como que te están haciendo un favor. Yo recuerdo, por ejemplo, y te voy a hablar de lo más reciente, en enero me llama el Nàstic. El Nàstic es un equipo que acaba de bajar a Segunda B, con un buen presupuesto, con una infraestructura de equipo grande dentro de lo que es la Segunda B. No lo voy a comparar con el Córdoba pero al final es la misma situación: baja de Segunda y tiene que luchar por subir. Se encuentra en una situación complicada y me llaman en enero. Me llama el director deportivo varias veces, me llama el presidente y al final yo interpretaba como que me estaban haciendo un favor de devolverme a mí a España. La última conversación que tengo con ellos es cuando me preguntan qué quiero cobrar y yo les digo: mira, me parece un poco atrevido decíos yo cuánto tengo que cobrar; éste es mi contrato en la India, me queda año y medio, decidme vosotros qué podemos hacer con esto. Y después de tres o cuatro llamadas que habíamos tenido, nunca volvimos a hablar. Porque se creen que tú estás aquí por un bocadillo de lomo y una Fanta de naranja, que te están haciendo un favor, y en realidad lo que no saben es que lo que estás ganando aquí no lo ganaría allí (España) nadie.

P. Tu trayectoria, el hecho de estar como un trotamundos como quien dice, ¿te ha aportado más a nivel deportivo o personal?

R. Indudablemente, a nivel personal. Al final, el fútbol es un vehículo, una manera de ganarte la vida. Y dentro de lo que es el fútbol, hay gente que vive del fútbol, que se levanta por la mañana y lee el Marca, que está esperando al mediodía a la comida para ver los resúmenes, que todos los días ve un partido, que está sin hacer nada y haciendo zapping y ve un partido de la liga ecuatoriana… Y a mí eso me encanta. Me parece sensacional pero yo no soy así. O sea, yo no veo fútbol, no leo noticias de fútbol… Simplemente, lo tengo como un trabajo. Es cierto que yo lo que tengo es que soy muy competitivo pero es que cuando juego con mi hijo de dos años también soy competitivo (bromea). Yo luego disfruto en el campo cuando compito pero realmente para mí el fútbol es un vehículo. Entonces, me quedo a años luz. Es mucho más importante lo que yo he crecido como persona y el enriquecimiento de haber visto todo lo que el fútbol me ha dado la posibilidad de ver estos años. Lógicamente, sin ese vehículo seguramente no lo habría experimentado porque yo era de los que veraneaba en Mijas. No había visto mucho mundo.

El fútbol no deja de ser un negocio pero te duele más cuando lo están haciendo con tu sentimiento

P. Con todo lo que hablamos, ¿sientes que en tu caso se da aquello de que nadie es profeta en su tierra? Y ya no sólo por Córdoba sino por España.

R. A nivel de España lo considero anecdótico porque ha sido una decisión mía el hecho de vivir otras experiencias, de vivir esto que estoy viviendo ahora. Hablando de Córdoba, yo creo que sí. Pero no sólo a mí, creo que a muchísima gente le ha pasado. Ya hablando cosas que creo que nunca he hablado con la prensa, te voy a ser lo más sincero posible. Yo estoy en el filial del Zaragoza, debuto con el primer equipo, eran unos cuartos de final de la Copa contra el Sevilla, voy convocado a Valladolid en Primera… O sea, en esa rueda. A mitad de temporada, o por los últimos ocho partidos creo que era, (Juan Eduardo) Esnáider firma como entrenador del Córdoba. Esnáider había sido entrenador mío el primer medio año del Zaragoza, en el que yo llego al Zaragoza B como último y salvamos al equipo. Precisamente metí el gol también en la promoción. Esnáider era como mi padre, tenía una relación increíble con él. Entonces, me llama Esnáider y hablamos de firmar en Córdoba, en Segunda. Ya estamos hablando de años, cantidades y demás, lo teníamos medianamente hecho. Las cosas éstas del fútbol, Carlos González echa a Esnáider cuando le había firmado para los últimos partidos y hacer el proyecto del año siguiente. Esnáider era un hombre de carácter fuerte y lo echa. Yo paso de poder firmar en el Córdoba, en Segunda, en mi casa, o de tenerlo todo medianamente preparado, a quedarme sin equipo. Yo sólo me había centrado en eso, pues me quedé sin esa opción. Recuerdo que el verano sigue su curso y sigo esperando alguna oferta que yo creyese interesante después de haber debutado en Primera y tal y me llama Carlos González un día. Que habían comprado la plaza del filial en Segunda B y quería que yo fuese el líder del equipo. Recuerdo que era a finales de agosto ya y dije: bueno, pues mira, firmo una temporada en el filial y la siguiente temporada subimos al primer equipo en Segunda. Firmamos eso y hacemos una temporada que al principio fue dura porque los mimbres del equipo eran de Tercera, tuvo que reforzar un poco el equipo, en enero se vuelve a reforzar, y nos salvamos. Cuando yo ya daba por hecho que el año siguiente iba a jugar en el Córdoba en Segunda el equipo sube a Primera. Fíjate, la alegría fue tremenda. Yo recuerdo que lloré y todo porque era algo impensable, o de la manera que había sido era impensable. Pero claro, al final yo no tenía sitio en Primera, honestamente. Yo sé mis limitaciones y sé que en Primera no tenía sitio. Yo me acuerdo que lloraba de alegría pero pensaba: pues tengo que hacer la maleta otra vez. Realmente ésa fue mi situación. De ahí, ese verano sale la opción del Hércules, que acababa de bajar de Segunda, que era un grande dentro de la Segunda B, y no me queda otra opción que irme y seguir en Segunda B. Mi experiencia con el Córdoba fue bastante traumática, porque al final los hechos se dieron así, pero mis sentimientos hacia el Córdoba son de un aficionado más desde el primer día. Este verano tuvimos algún acercamiento, no podemos decir que nada formal, porque era para ver qué planes tenía y tal. Al final es lo que te decía, tengo 30 años, me ha costado bastante hacerme un nombre en el extranjero y creo que se podrían haber acordado de mí en otra situación, no sólo cuando el equipo ha bajado a Segunda B y no tienen dinero para fichar. Pero cada uno mira sus intereses y yo tengo que mirar los míos y los de mi familia.

P. Nos retrotraemos al principio. Sales del Puga (Séneca), vas a Almería y sigues con tu recorrido hasta que fichas en 2013. ¿Te habría gustado que la primera llamada del Córdoba te hubiera llegado antes?

R. Esto son etapas. Por ejemplo, en la época que yo estuve, que el filial estaba en Segunda B, era de otra manera. Yo soy de la quinta de Toni Seoane, Ismael Bolívar, Alberto Montávez, Currito, Javi Hervás… Toda esa gente se quedó en el filial y no sé si estaban pagando 200 o 300 euros en Tercera. Entonces, sinceramente, ¿quién se quedó en el filial en aquella época? Los que no tenían otra cosa. Yo salí del División de Honor (juvenil) del Séneca de ser capitán, de ser referente de la cantera del Séneca en ese momento, pero si yo me voy al Almería es porque el Córdoba no cuidaba realmente la cantera. Ya no estamos hablando de que no te quieran o tengas que estar con las maletas para arriba y para abajo, hablamos más profundamente de lo mal que se han hecho las cosas o de lo poco que se ha cuidado la cantera durante muchísimos años. Ésa fue mi experiencia. Ni me planteaba el hecho de jugar aquí porque entendía que no se valoraba al futbolista cordobés.

Están utilizando el Córdoba para llevarse dinero, ha sido todo de chiste

P. ¿Crees que eso ha cambiado?

R. Hubo un tiempo en que cambió. O sea, cuando yo volví y el equipo (filial) estaba en Segunda B ya estamos hablando de otras condiciones. No sé, te sentías valorado de otra manera. Pero ahora con todo lo que ha pasado con el primer equipo creo que ha vuelto… De hecho, recuerdo hace dos años que en el División de Honor (juvenil) había gente que cobraba y se llevaban ya a los mejores. Yo tengo mucha amistad con Isaac de la Cuesta, que está de entrenador del primer equipo del Séneca, y él me dice: esto ya no es lo que era, ahora todos los buenos se los lleva el Córdoba. ¿Cuál es mi duda? Ahora, con todo lo que ha pasado, qué camino va a tomar la cantera. Eso es una inversión, no es un gasto. Es una inversión el cuidar a los futbolistas y, sobre todo, una cantera tan potente como ha sido la cordobesa. A la vista está, cuántos futbolistas han salido y cuántos podrían haber llegado que realmente no se han cuidado cuando lo necesitaban.

P. Comentabas que fue un poco traumática pero, ¿qué sensación te dejó tu paso por el Córdoba?

R. Bien sabes la rivalidad Séneca-Córdoba. Yo era rojinegro a muerte. Me acuerdo que con todos los capitanes del Córdoba me he ido peleando (bromea). Y luego a lo mejor íbamos de fiesta juntos. Luego, cuando tú te ves con los colores y el equipo de tu ciudad es un sentimiento que no puedes explicar. Aquí (India) hemos jugado partidos con 65.000 espectadores y gente gritándote “Boss, Boss”, ahí “Jefe, Jefe”… El sentimiento es tremendo pero, claro, nada lo puedes comparar con el sentimiento de estar en tu casa, mirar a la grada y ver a tu familia. Creo que eso fue un momento muy bonito de mi carrera y me queda la espina de poder haberlo hecho a un nivel superior.

P. Desde la lejanía, ¿qué te parece lo que ha pasado con el club durante los últimos meses?

R. Realmente yo interpreto que la información que tengo es bastante sesgada. Yo leo un poquito de un sitio, un poquito de otro, pero realmente no tengo una visión global o completa de lo que realmente ha pasado o está pasando. Es cierto que me parecía bien cuando llegó Jesús León. Porque yo además había visto cosas, digamos, muy feas de Carlos González en su día. Entonces, a mí que hubiese alguien de la tierra me parecía fenomenal. También salvar al Córdoba, aquello que fue una gesta. Yo creo que todo eso impulsó el sentimiento cordobesista otra vez. ¿Qué pasa? Que después todo lo que ha pasado yo realmente no me lo esperaba. Creo que ni yo, ni nadie. Lo mal que se han hecho las cosas o cómo se ha utilizado una institución, un club, para lucrarse a sí mismo. Creo que eso al final lo que hizo fue manchar todo lo bueno que había hecho anteriormente. Ya lo de temas de juicios, cuando lo metieron en la… ahí ya es que ni entro. Eso ya era de película. A eso me refiero con que no sé lo que ha pasado, yo leía y me daba hasta vergüenza leerlo. Y ahora con este proyecto es verdad que se han encontrado muchas trabas, de hecho sigue habiendo algunas. Bueno, ahora está todo parado, pero algunas que se han ido encontrando. Espero que sea un proyecto sólido y pueda sacar adelante al Córdoba. Estamos hablando de una afición, realmente que yo haya visto en España, de las mejores. También es que soy de allí y la valoro mucho más pero es cierto que no se merecen estar donde están. Realmente contaba con que la temporada no iba a ser buena porque mucha de la gente que habla de fútbol sin haber jugado nunca menosprecia la Segunda B como si fuesen cuatro fontaneros, con todos mis respetos, jugando a la pelota. La Segunda B es una competición muy competitiva y muy jodida. De hecho, si me apuras creo que en Segunda es más fácil jugar porque te dejan jugar, los campos son diferentes, está todo más controlado. Pero en Segunda B, lo mismo juegas un día en El Arcángel y al domingo siguiente tienes que ir a Villarrubia, a un campo artificial que es una caja de cerillas. Yo sabía que el año iba a ser duro pero es verdad que en el mercado invernal se reforzaron muy bien, ahora tienen un nuevo entrenador. Pero también es verdad que ahora estamos todos a expensas de ver qué va a pasar o cómo van a reaccionar los equipos a la vuelta al trabajo cuando sea. Es cierto que en verano hace mucho calor en Córdoba, que es un factor a tener en cuenta de cara a los entrenamientos y los partidos. Yo creo que ahora mismo estamos en una situación de incertidumbre de la que no sabemos cómo vamos a salir.

Si ponemos en una balanza, al final el escudo pesa más que el dinero

P. ¿Qué crees, precisamente, que le falta al Córdoba para afianzar un proyecto en el fútbol profesional?

R. Realmente, suena redundante, pero lo que le falta es un proyecto. Es decir, al final nos han contado muchas historias, nos han vendido la moto pero era todo paja. Están utilizando todo para llevarse dinero, ya fuese en dividendos, proyectos de ciudad deportiva… es que ha sido todo de chiste, por favor. Ha sido una falta de respeto tremenda. Entonces, lo que yo creo que realmente le falta es un proyecto que cuide la cantera, que valore al futbolista de casa, que haga fichajes con cabeza, no porque se pierda dinero en todos estos movimientos. Bueno, esperemos que esta gente que ha entrado lo haga. Al final, el fútbol no deja de ser un negocio pero te duele más cuando están haciendo negocio con tu sentimiento, con tu ciudad.

P. Has comentado que el pasado verano hubo algún contacto, nada firme. Pero, ¿si te llegara la oferta el próximo lo pensarías?

R. Si se volviese a dar la ocasión este verano, yo lo he dicho muchas veces. El Córdoba es mi equipo y siempre lo escucharía y siempre me sentaría con ellos, y siempre me haría ilusión vestir sus colores. Es cierto que, como te decía, he hecho aquí (India) una temporada buena y tengo varias ofertas pero si ponemos en una balanza lo que significaría para mí jugar en el Córdoba y todas las ofertas que tengo aquí, aunque indudablemente de dinero estaríamos hablando del doble o más… Al final el escudo pesa más que cualquier dinero.

P. Ya por cerrar, Fran. Con todo lo que hemos hablado, ¿qué nuevos desafíos nos tienes preparados para contar?

R. Pues te digo como hablo con mi entrenador aquí de cachondeo: tengo más ofertas que el Mercadona (bromea). Al final, en India lo que hay es mucha parafernalia alrededor del fútbol. Entonces, se encuentran a un defensa que ha hecho goles y te endiosan y parece que tal pero creo que hay que tomárselo con calma y, como decía, hay que ver que esto es un trabajo. Si puedo mejorar las condiciones de cara al año que viene, bienvenido sea, pero respecto a la pregunta pues no sé. Aquí hay dos competiciones: está la primera división de siempre, que es la I-League, que es donde hemos jugado nosotros, y luego hace seis años hicieron una liga privada, la Indian Super League, la Superliga India, igual que la Major League de Estados Unidos (MLS). O sea, es una liga privada en la que los equipos compran sus franquicias y es verdad que la repercusión o todo el bombo que tiene alrededor es muy mediático. De hecho estuvieron aquí Del Piero, Materazzi, Forlán, Anelka… Vinieron ya jugadores que yo no me hubiese planteado en la vida. Entonces, creo que como reto tengo el hecho de demostrar en esa Superliga el futbolista que puedo llegar a ser. Ya lo he demostrado en la I-League y como te he dicho que me gustaría estar un tiempo más en la India, demostrar que mi rendimiento puede ser tan bueno como en la I-League.

Cuando ves Calcuta eres consciente de lo afortunados que somos de haber nacido donde hemos nacido

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