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Meriem Ezbida, cerrojo cordobés en la élite

A Guarda, un lugar de un enclave geográfico de grandes paisajes. En la frontera con Portugal gracias al Río Miño, se encuentra este pueblo de poco más de 10.000 habitantes, con un pabellón llamado A Sangriña. Es el hogar del Atlético Guardés, tercer clasificado de la máxima categoría del balonmano español y que vive en un sueño permanente. Parte de esa continua experiencia es Meriem Ezbida, canterana del Adesal que partió hace ya algunos años de la disciplina califal dado su gran rendimiento. Los estudios de fisioterapia prevalecieron sobre su pasión, el balonmano, y un equipo de la Liga Guerreras Iberdrola, el Atlético Guardés, se fijó en ella para cubrir su portería en 2018. Desde entonces lleva en el municipio pontevedrés, donde disfruta de una importante cantidad de minutos e incluso juega competición europea.

En su último partido, el pasado 8 de marzo, las gallegas perdieron en la vuelta de los cuartos de final de la Challenge Cup ante otro rival español, el Aula Alimentos de Valladolid. Fue un duro golpe para las de José Ignacio Prades, que aspiraban a llegar más lejos en la competición. Ezbida, que tuvo minutos en ese partido, afirma que, a pesar de la eliminación, “las sensaciones del equipo hasta el momento han sido muy buenas. Pese a ello, todo el club estamos muy contentos con la actuación del equipo esta temporada”. Así, “como ya hemos dicho otras veces, este año los resultados están por encima de las expectativas, aunque el cuerpo técnico y las jugadoras siempre nos hemos visto capaces de todo”, añade la cancerbera cordobesa.

El coronavirus para (casi) todo el deporte

Sin duda alguna, el Covid-19 monopoliza la agenda mediática en los últimos días. El virus ha parado toda competición deportiva que se precie y es un duro golpe para todos los deportistas que se preparan día a día para superarse y lograr objetivos, en este caso, como club. En estas situaciones, Meriem Ezbida recalca la importancia del factor psicológico en el deportista, aunque el confinamiento afecta a la vida de todas las personas. “El confinamiento está siendo muy complicado para todas las personas, nos hemos criado en una sociedad con muchos derechos y libertades y está costando entender que ahora mismo no los podemos ejercer por el bien común”, opina la guardameta del Atlético Guardés.

Además, como fisioterapeuta, Ezbida tiene una opinión bien formada sobre la forma física y psicológica del que compite en la élite. “Físicamente para el deportista supone una pérdida del ritmo de competición, ya que por mucho mantenimiento general que hagamos no se puede simular un entrenamiento o un partido de balonmano con los patrones de movimiento que conllevan. Más allá de la rutina de ejercicios que podemos realizar en casa, considero muy importante la parte psicológica para recordarnos día tras día que seguimos siendo jugadoras profesionales a la espera de que se reanude la competición y no desconectar de ella”, expresa. Asimismo, detalla que realiza ejercicios por su cuenta. La cordobesa manifiesta que “le estoy dedicando parte a hacer yoga y algo de meditación, para despejar la mente ahora que estamos utilizando aún más los aparatos electrónicos”.

El fisio del Atlético Guardés tiene un método claro y que supone un feedback por parte de las jugadoras. Este realiza un planning de ejercicios que hacer en casa para que ellas se graben y lo suban a la nube. Con lo que hay, la actividad física y la imaginación deben florecer en estas situaciones si se quiere mantener la forma. “Los ejercicios los realizamos con nuestros cuerpo y con material al alcance, como peso con garrafas de agua, así que diría que estamos haciendo lo que podemos con lo que tenemos en este momento”, señala Ezbida. En la importancia también de 'entrenar' el factor psicológico, la canterana de Adesal asevera que “intento mantenerme positiva, sobre todo no viendo la cuarentena a largo plazo, pensando que queda un mes por delante, sino manteniéndome ocupada día a día”.

A expensas de lo que dictamine la Real Federación Española de Balonmano, el entrenamiento debe continuar, según la arquera del cuadro gallego, que opina que “ahora mismo todos estamos a la espera de la solución de la Federación. En cualquier caso, con la información que manejamos, tenemos que trabajar y estar preparados como si pudiésemos volver a la competición pasada la cuarentena”. La visualización de partidos anteriores, el estudio de rivales o llevar la ropa del equipo durante el entrenamiento son, sin duda, consejos para concienciarse de la situación sin dejar de lado el hecho de ser profesional.

La selección española como sueño

El Atlético Guardés, sin duda, es como una familia para Meriem Ezbida. Desde que llegara en 2018 a la disciplina guardesa, “me siento muy afortunada de estar esta temporada en un grupo humano que ha creado un clima de trabajo, sacrificio y pundonor, que nos ha hecho rendir a un muy buen nivel”. El equipo gallego, que se encuentra tercer clasificado a tres puntos del segundo y a siete del primero, vive una temporada de ensueño, con la mencionada participación continental. A pesar de no ser titular, Ezbida goza de bastantes minutos en la escuadra pontevedresa y los aprovecha al máximo. Sin embargo, la hispano-marroquí no se queda ahí y quiere seguir mejorando. “Sé que suena a tópico, pero es mi objetivo en todas las facetas de mi vida, ser mejor persona, jugadora de balonmano y fisioterapeuta que el año anterior. Mejorar mi físico, mi técnica, mejorar como portera para aportar más a mi equipo, mejorar como compañera...”, declara. A pesar de su buen estado de forma y ser miembro de un “gran grupo humano” que hay en el Atlético Guardés, Ezbida no descarta probar suerte “en algún momento en alguna liga extranjera por vivir más experiencias”.

Su gran productividad en el conjunto de José Ignacio Prades le permite soñar en grande. El ser parte de las Guerreras no es, ni mucho menos, algo utópico para Ezbida. De padre marroquí y madre cordobesa, la meta del Atlético Guardés no esconde su sueño y confiesa que “siempre es un sueño para cualquier deportista y es raro no aspirar a eso en mayor o menor medida. Sería todo un reto y siempre será un objetivo para mí”. A pesar de sus posibilidades, agrega que “a día de hoy, creo que tendría que adquirir mucho más protagonismo en la Liga para que empiece a ser más factible, porque hay porteras con mucha experiencia y mucha calidad, que llevan años rondando la selección”. El sueño está ahí y la portera cordobesa peleará hasta el final para poder formar parte de ese combinado español que tantos triunfos ha conseguido. Con la cabeza bien amueblada y siempre con espíritu de superación de uno mismo, no cabe duda de que tendrá su oportunidad.

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