Fátima Gálvez se cuelga un bronce en Chipre

Mantiene su nivel, que es muy alto en los primeros compases de año. En apenas dos meses y un puñado de días -menos en el plano competitivo-, Fátima Gálvez acumula ya cuatro medallas en la modalidad de la que es una referencia internacional: foso olímpico. La última es la obtenida este domingo en la Copa del Mundo de Nicosia. De bronce es en esta ocasión la presea que se cuelga la baenense en la cita en Chipre, donde aspira a un nuevo metal durante el lunes en la prueba por equipos mixtos junto Alberto Fernández. Así, la tiradora continúa con su buen ritmo en lo que va de 2020, que en cierto modo es de preparación de cara a unos Juegos Olímpicos de Tokio, para los que tiene pasaporte sellado desde hace meses.

La competición en la capital chipriota comenzó para la tiradora de Baena la matinal del sábado. Entonces se desarrollaron las tres primeras tiradas de las cinco de la fase de clasificación. Fátima Gálvez arrancó con una positiva primera ronda en la que rozó la perfección: rompió 24 platos -de 25-. Sólo le superaban en ese instante la finlandesa Marika Salmi y la polaca Sandra Bernal, que no fallaron ningún disparo. Tras mostrar sus credenciales de primeras la cordobesa tuvo una segunda tirada más discreta con 22 aciertos, lo que le hizo ceder terreno ligeramente.

Más que subsanable era la situación, sobre todo porque la baenense continuaba entre las mejores. Lo cierto es que requería mejorar su dato de la segunda tirada y bien que lo hizo en la tercera y última de la jornada sabatina. Si en la primera ronda estuvo muy cerca de hacer un pleno el cierre al primer día lo puso sin fallo alguno: acertó en todos sus disparos. Consiguió de esta forma establecer una tarjeta de 71 platos sobre 75, lo que le colocaba en segunda posición antes de encarar el decisivo domingo.

Peor inicio tuvo precisamente la mañana dominical. Alessandra Perilli seguía con sus altas prestaciones tras cerrar la primera etapa de clasificación como líder. La tiradora de San Marino regresó a su apunte más bajo hasta el momento, 23 platos rotos, pero le servía para con 95 afianzarse en cabeza. Mientras, Sandra Bernal, Marika Salmi y la italiana Federica Caporuscio apretaban para obtener un puesto en la final. Fue en esta cuarta ronda cuando a Fátima Gálvez le tembló el pulso y acabó con 21 aciertos. Caía a la sexta plaza momentánea. El leve problema lo solventó en la quinta tirada al fallar tan sólo en una ocasión y completar una tarjeta de 116 sobre 125.

Fátima Gálvez obtuvo billete para la final, por tanto, con la segunda mejor estadística. Fue superada tan sólo por la propia Alessandra Perilli y es verdad que estuvo igualada con hasta tres tiradoras. Precisamente hicieron sus números Federica Caporuscio, Marika Salmi y Sandra Bernal. La lucha definitiva no la inició bien la de Baena, que en los dos primeros platos no consiguió acertar. Pero la tiradora se rehízo y poco a poco ganó posiciones hasta situarse en segundo lugar. Sólo Perilli lograba mantenerla por debajo mientras caían otras rivales. De la lucha por las medallas se despidió primero la italiana Caporuscio, después lo hizo la irlandesa Aoife Gormally y después la finesa Salmi.

En ese momento, Fátima Gálvez tenía incluso opción de alcanzar el oro pues estaba a sólo un plato de la sanmarinense. Sin embargo, la octava tirada significó el punto final a esa posibilidad al errar dos disparos. Ahí hizo un pleno la polaca Sandra Bernal, que fue finalmente quien se llevó el triunfo. Con todo, el bronce no deja de ser positivo para la cordobesa, que ya se colgó dos metales idénticos en el Grand Prix Internacional de Marruecos y logró un oro en el Qatar Open.