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Flora usó la misma fórmula de “becarios” y “colaboradores” durante su edición de 2018

Intervención de Natalia Zhizhko en Flora 2018 en la Diputación de Córdoba | MADERO CUBERO

Juan Velasco

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El alcalde de Córdoba, José María Bellido, resumía este jueves la denuncia que ha interpuesto el sindicato CCOO contra el festival Flora al reconocer que las convocatorias de becas y voluntarios abiertas por este certamen “es el mismo sistema exactamente de los dos últimos años”.

Era, en sí, lo mismo que señalaba la secretaria de Juventud de CCOO de Córdoba, Mar Ávalos, que aclaraba que llevaría a la Inspección de Trabajo el hecho de que este presunto “uso fraudulento de dichas prácticas laborales” se habría hecho en las dos primeras ediciones del festival, en las que ya hubo “becarios” y “voluntarios”. Cosa que así fue, tal y como se puede comprobar si un rastrea un poco en la red.

En su primera edición, cuando Flora todavía era el sueño del propietario de la cadena de hoteles Zizai de China, Jiangping Fu y mucho antes de sorprender a toda la ciudad por su indudable impacto estético y turístico, este periódico ya informó de que la organización buscaba becarios. Concretamente, una veintena, a los que pedía los mismos requisitos que pidió al año siguiente.

En 2018, cuando, tras una exitosa primera edición, Flora ya tenía puestas en él todas las miradas del mundo del arte floral, se repitió la jugada. En una convocatoria a la que todavía se puede acceder en su web, se buscaban 16 personas y, a diferencia de este año, no se demandaba experiencia o formación en el sector de la jardinería o floristería, sino que solamente pedían “estudiantes o profesionales de ramas artísticas y/o técnicas”.

Otra diferencia era que el año pasado se valoraba el conocimiento del idioma chino. El resto de objetivos, tareas, duración, requisitos y documentación a aportar era prácticamente el mismo que este año. Aquel año las becas las acabó patrocinando la entidad financiera Cajasur a través de su fundación. El primer año todo lo sufragó Hoteles Zizai, y la dotación ha permanecido invariable desde entonces en 300 euros.

En cuanto a la convocatoria de colaboradores, no hay rastro de ella en la edición de 2017, aunque ya apareció esta figura un tanto controvertida en Córdoba -que ya vivió una polémica parecida en el Concurso de Patios- el año pasado, aunque con algunas modificaciones importantes en lo que respecta a las tareas demandadas.

Así, en la convocatoria del año pasado Flora quería voluntarios de “apoyo” en los distintos montajes florales “durante las fases de montaje, exhibición y desmontaje”. Sin embargo, este año demanda colaboradores de “apoyo en la coordinación técnica del Festival y las actividades derivadas del mismo”.

Estas derivadas incluyen tareas como “control de accesos a actividades, apoyo en preparación de espacios o atención a las necesidades del público, entre otros”. De hecho, la convocatoria introduce una variable nueva en los requisitos respecto a 2018 al demandar “experiencia en protocolo, gestión de eventos y/o gestión cultural”.

Es decir, este año, Flora pide a sus colaboradores funciones más concretas -entre ellas el control de accesos- y más experiencia. Y todo a cambio del mismo salario que en 2018. Ninguno.

https://cordopolis.es/2019/08/08/llevan-a-la-inspeccion-de-trabajo-la-seleccion-de-becarios-y-colaboradores-de-flora/

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