Javi Moreno: “He visto ratas y pulgas en la Ciudad Deportiva”

Dos horas antes de operarse de la rodilla, consciente de que su etapa en el Córdoba -la tercera: dos como jugador y otra como técnico- había terminado, Javi Moreno quiso sacarse de dentro algo que le bullía. “No podía permitir que tirara por los suelos mi trabajo y el de mis jugadores”, arguyó como motivo para organizar una conferencia de prensa en una cafetería cercana a su domicilio en Córdoba. ¿Y por quién iba la crítica? “Por el presidente, Jesús León, que es el que tenía que haber dado la cara y no mentir”, explicó con un nivel de excitación moderado. “Podría decir mucho más, pero prefiero no hacerlo”, indicó el exjugador del Zaragoza, Atlético de Madrid, Alavés o Milán, entre otros clubes. Y también del Córdoba, con el que tiene “una relación especial” a pesar de que esta última experiencia la he resultado “muy triste” por las condiciones en que ha trabajado, aunque “bonita por los jugadores” y por la relación con miembros del club, especialmente con dos: Marrero -que ya no está y cuyo contrato con el Extremadura es motivo de controversia- y Rafa Herrerías, responsable de la cantera que “siempre estuvo a nuestro lado ayudando en todo lo que podía”.

Una experiencia “bonita y dura”

Javi Moreno, que recaló en el club el pasado verano para llevar las riendas del equipo juvenil de División de Honor, ha subrayado que la experiencia fue “bonita en cuanto a jugadores” y que está “agradecido al club”, pero también “difícil y complicada” por “cosas que no han sido agradables” pero que le han servido para “aprender junto a mis jugadores”.

“Desde el primer día las dificultades fueron tremendas y me gustaría decirlo porque hoy en día el que habla es malo y el que dice la verdad está señalado”, indicó ante los periodistas, revelando lo que es “una realidad”: el deplorable estado de las instalaciones de la Ciudad Deportiva. “Siento que un club como éste y una ciudad como ésta no estén a la altura”, dijo, criticando que el club “no tenga material deportivo para las categorías inferiores”, además de unos vestuarios “que son lamentables para los chavales”. “Estoy seguro de que los que mandan no dejarían que sus hijos usaran esos baños, que no se limpiaban durante semanas”, manifestó.

El día a día ha sido “indigno”, según Moreno, que denuncia que hay “ratas en la Ciudad Deportiva, pulgas, garrapatas... yo qué sé; hay de todo”. “He visto las ratas bajar por las palmeras y había jugadores que no querían ir a recoger el balón cuando se metía entre las hierbas por miedo a los bichos”, relata, insistiendo en que quiere “advertirlo” especialmente “por los padres de los chavales, que están cada fin de semana allí, que viajan y se gastan su dinero”. “Es lamentable que niños de ocho o nueve años se cambien en unos vestuarios así”, dice.

Para Moreno, este asunto “lo tiene que solucionar el que manda, ninguna otra persona”, aunque admite que “será difícil” porque “nunca ha ido a ver ningún partido nuestro ni del filial a la Ciudad Deportiva”, así que tiene “dudas” de que “pueda hacer nada” para poner las instalaciones del Córdoba “a la altura de las que tienen otros clubes”, como “el Granada, el Cádiz, el Almería... por no hablar ya del Sevilla y del Betis”.

El fracaso global de la temporada

A juicio de Javi Moreno, todo lo que ocurrió en el filial y en el juvenil es producto de “la mala planificación del primer equipo”, que es algo que me dio “mucha rabia” porque “el presidente dijo que habíamos quedado octavos con 120.000 euros de presupuesto”. “Por culpa de la primera plantilla hemos salido afectados todos los demás. Me quitaron el preparador físico porque decían que era de Luis Oliver, me quitaron al segundo entrenador... y nadie se puso en contacto conmigo para decirme nada”.

Javi Moreno ha recordado que “en muchos partidos fuera, los chavales no se comían el bocadillo” y eso “no lo dice nadie porque tienen miedo a la repercusión”, pero que él “no se va a callar” porque “alguien tiene que decir la realidad que el señor presidente no dice”. “Dijo una vez que quería unas categorías inferiores como las del Sevilla, pero para eso lo primero que tiene que hacer es venir a ver los partidos y los entrenamientos, que veces han sido con siete u ocho jugadores”. El técnico de Silla dice que tenía que “llenar botellas de agua en mi casa porque en el club no me las daban: decían que mis jugadores bebían mucho. ¡Que no te estoy pidiendo coca colas ni cervezas! ¡Que es agua! Es muy triste”.

“Esta ciudad se merece unas instalaciones y una formación mejor para los jugadores del Córdoba, porque de aquí salen muchos futbolistas”, ha indicado, resaltando que “se han ido jugadores míos de este año al Extremadura, al Granada...”.

Una continuidad imposible

Las reformas internas en el club han sido brutales y Javi Moreno sabía que no tenía sitio “porque el presidente no me quiere aquí”. El técnico reveló que “en abril me llamó León para reunirme con él en su oficina y me dijo que hablara con Berges para renovar y coger al filial”. Tras aquel contacto, la continuidad fue imposible porque “me dijo Berges que ya había firmado con Marrero para que siguiera” por lo que ya no tenía sitio.

Sobre la polémica del contrato de Marrero con el Córdoba, Moreno ha afirmado que el entrenador valenciano “tiene la verdad” porque “si no estuviera libre, la Federación no habría admitido el contrato con el Extremadura”. “Puede que tenga un acuerdo con León, pero ese contrato será entre ellos y sin validez federativa, porque no se ha presentado”, ha insistido. “A mí me han dicho personas del club que el presidente no me quiere”, por lo que “no voy a estar en un sitio así”, con una persona “a la que no le gusta que le lleven la contraria”. “No vuelvo ni de broma con este presidente, porque no dice la verdad y no es ético ni correcto”, ha zanjado.

“Me da pena porque yo le tengo cariño a esta ciudad y es mi tercera etapa aquí, pero así no puede ser. Esperemos que por el bien de todos el Córdoba ascienda a Segunda, aunque la Segunda B es muy difícil como todos sabemos. Si en el futuro eso cambia, quién sabe si volveré otra vez aquí. Yo estaría encantado”, terminó.