El guardia civil de 'La Manada' pierde su condición de agente desde este jueves

El guardia civil de La Manada, Antonio Manuel Guerrero, que prestaba sus servicios en la localidad cordobesa de Pozoblanco cuando ocurrieron los hechos de los sanfermines de 2016 por los que ha sido condenado por violación a una joven junto al resto del grupo, ha perdido desde este jueves su condición agente.

El Boletín Oficial del estado (BOE) acaba de publicar la resolución firmada por el director general de la Guardia Civil, Felix Azón, que expone que Guerrero “encuadrado a efectos de régimen interior en la Comandancia de Córdoba pierde la condición de guardia civil y de militar de carrera de la Guardia Civil” en virtud del auto de la sección II de la Audiencia Provincial de Navarra del 29 de junio de 2019 que traspone el fallo del Tribunal Supremo, según han avanzado varios medios nacionales.

Guerrero había sido aparatado de sus funciones desde que se le enjuiciara por el caso de los sanfermines, si bien ha mantenido hasta ahora las retribuciones propias de su condición de agente del Instituto Armado.

Fue el pasado 21 de junio cuando el Tribunal Supremo elevó de 9 a 15 años de prisión la condena a los cinco miembros de La Manada al considerar los hechos ocurridos en los sanfermines de 2016 como un delito continuado de violación y no un abuso sexual con prevalimiento, como hicieron dos tribunales anteriores.

Además, Guerrero y otros tres miembros de La Manada tienen pendiente un nuevo juicio, previsiblemente a finales de año, en la Ciudad de la Justicia de Córdoba. A los cuatro se les acusa de un delito de abusos sexuales contra una joven cuando volvían de las fiestas de Torrecampo a Pozoblanco en 2016, abusos que grabaron y difundieron con el móvil. A cada uno de ellos se les pide por este caso siete años de prisión.