La DO Montilla-Moriles, preocupada ante la amenaza de aumento arancelario al vino europeo

Con preocupación moderada, pero con un cierto optimismo. Así se ha acogido en las empresas productoras adscritas al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles las nuevas declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre la posibilidad de acometer un aumento arancelario para los vinos europeos.

Enrique Garrido, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles reconoce que existe preocupación, aunque se muestra esperanzado al entender que la amenaza es un “tira y afloja” del mediático presidente norteamericano con sus socios europeos en un contexto coyuntural.

Concretamente, Trump ha repetido en televisión una amenaza que ya había hecho en noviembre desde Twitter, al entender que los vinos franceses pagaban pocos aranceles, mientras que, según su criterio, Francia gravaba muy fuert los vinos americanos. La amenaza, dirigida al primer ministro francés, Emmanuel Macron, tiene efecto arrastre, puesto que la política arancelaria en EE.UU. es comunitaria y, si se lleva a efecto, supondría un gravamen extra sobre los caldos españoles.

En el caso de Montilla-Moriles son unos vinos con una enorme aceptación en EE.UU, porque “son los que tienen más valor añadido”, según Garrido, que recuerda que hasta tres vinos distintos amparados por la DO han superado los 100 puntos Parker, la calificación más prestigiosa del mundo y la referencia en el mercado norteamericano, donde el producto de esta tierra tiene un precio medio alto.

En este ámbito, los números hablan por sí mismos: En 2017, Montilla-Moriles exportó 29.313 litros con un valor de 508.057 euros, mientras que el año pasado fueron 27.001,75 litros con un valor de 536.066,18 euros.

Garrido reconoce que el mercado norteamericano está en crecimiento y cada vez más bodegas de la tierra consiguen penetrar en él, lo que ha hecho que la amenaza de Trump, aunque cogida con pinzas, sí que haya generado algo de inquietud.