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El programa de conservación del lince se queda sin fondos europeos

Un lince en el entorno del Guadalmellato, en una imagen de archivo | MADERO CUBERO

Juan Velasco

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El programa Life+Iberlince II para el periodo 2019-2024 ha sido rechazado por la Unión Europea y Bruselas ha denegado enviar más fondos para la conservación del lince ibérico, que el año pasado creció en población en los lugares donde está asentado en la Península Ibérica.

Según señaló el consejero de Presidencia y Portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, tras el Consejo de Gobierno, Bruselas ha rechazado el cuarto programa de ayudas Life+Iberlince, que lleva en marcha desde 2002. Si bien la noticia es mala, Bendodo ha asegurado que la cría en cautividad y puesta en libertad del lince seguirá adelante con fondos propios de la Junta mientras se elabora un nuevo documento que convenza a la Comisión Europea, que ha rechazado el proyecto presentado por el anterior gobierno andaluz al considerarlo “poco realista”. Cabe recordar que Bruselas financia más de la mitad del programa, que en su última edición contó con 22 socios.

Esta fase para el quinquenio 2019-2024 pretendía, por un lado, consolidar las zonas de asentamientos actuales, y, por otro, crear nuevas áreas de colonización. Además, tenía previsto conectar los territorios que ya habita este animal y trabajar el impacto en Andalucía, aumentando las hembras reproductoras en los asentamientos que hay en la región.

El programa Life+Iberlince, que ha llegado a ser premiado como la “mejor iniciativa en su categoría” ejecutada en la UE en los últimos 25 años, ha conseguido, en los últimos 15 años, que la población de linces ibéricos vaya de menos de un centenar a 686, según el último censo. Este censo incluye ejemplares en libertad y en cautividad.

Lo ha logrado, en parte, gracias a la suelta de ejemplares en zonas como el Guadalmellato, en Córdoba, donde hay una población alta de conejos, de los que el lince es depredador natural, y donde ha podido crear corredores biológicos con otras zonas como la zona de Cardeña. Según el último censo, en Guadalmellato hay entre 60 o 70 linces. El último de ellos, Pachorritas, nació en marzo de 2018 en el Centro de Cría de la Olivilla y fue liberado en la zona hace apenas unos días.

Andalucía concentra el mayor número de linces inventariados, repartidos entre Doñana (Huelva y Sevilla) y Andújar (Jaén), las áreas históricas donde quedó recluido, y los valles del Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén). El resto se han repartido en otras áreas de la península, como Val do Guadiana (Portugal), Matachel (Badajoz), Montes de Toledo y Sierra Morena Oriental (Ciudad Real).

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