La primera exposición italiana de Pepe Espaliú

Veintiséis años después de su muerte, la muestra El último Espaliú es la primera exposición personal que se organiza en Italia dedicada al artista cordobés Pepe Espaliú, quien fue becario de la Academia de España en Roma durante el último año de su vida, el del curso 1992-1993. Un período caracterizado por la mayor proyección pública de su trabajo. La sede de esta institución, en San Pietro in Montorio de la capital romana, acoge esta exposición inaugurada esta semana hasta el próximo 2 de junio.

El último Espaliú, coorganizada con Acción Cultural Española (AC/E) y comisariada en su parte española por Xose Prieto Souto y Rosalía Benet, reúne una serie de obras y materiales de archivo sobre el trabajo que se llevó a cabo en diferentes ciudades europeas durante los últimos años de su vida. Este período coincidió con la visibilización de su condición de enfermo de sida. Durante esta etapa aparece en reportajes televisivos, recoge sus acciones en vídeos, escribe un emocional texto para el conocido periódico español El País y su perfomance Carrying abre telediarios.

Una “salida de la topera”, por utilizar las propias palabras de Espaliú, tanto de su condición de enfermo de SIDA como de su homosexualidad, aspectos de los que hizo una materia creativa que emergió de una forma explícita desconocida dentro de su trayectoria artística, que hasta entonces había estado marcada por la poética de la ocultación. La presencia mediática determinó así la construcción de su última etapa, sacando a la superficie todo aquello que hasta entonces había permanecido latente.

A nivel temático, la muestra se ha dividido en tres grandes ejes: el primero está protagonizado por sus Carrying, que sirven como punto de partida de esta etapa final, el segundo son sus últimos dibujos, cuya fragilidad contiene la del propio artista, su vulnerabilidad, y en el tercero, se plantea el desarrollo de motivos simbólicos recurrentes, como las muletas y la idea de nido.

El recorrido de esta exposición está también marcado por varios hilos conductores como la enfermedad, pero más allá de ésta, la vulnerabilidad, el aislamiento, la incomprensión; y de aquí, la necesidad de apoyo, de una comunidad protectora, comprometida; y con ella, la visibilidad del enfermo pero también de los prejuicios sociales, hacia comunidades marginadas.

Por otra parte, hay elementos simbólicos constantes en todas las salas como los diferentes modos que representan el apoyo, unas veces en forma de porteadores, otras en forma de muletas. La materialidad del cuerpo, el del propio artista que en unas ocasiones es transportado descalzo a la silla de la reina por las calles de la ciudad y, en otras, se desnuda y muestra su indefensión. La muerte presente en las esculturas de Carrying con sus formas cerradas que remiten a ataúdes; ataúd que aparece nuevamente, en la segunda sala, en alguno de sus dibujos; la muerte que sigue presente en la tercera sala, en el despojarse de la ropa en la acción El nido, como representación del círculo de la vida.

Contexto italiano

La exposición se cierra con una sala que muestra un acercamiento al contexto italiano, desarrollado por el comisario italiano Raffaele Quattrone, quien ha seleccionado para la muestra algunos de los artistas italianos que han abordado temas como la creación de comunidad, la enfermedad, la identidad o la diversidad. Asuntos todos ellos presentes, aunque con un enfoque y una estética muy diferentes, en la obra de Espaliú. Así, esta sala dedicada al arte italiano está conformada por trabajos de Bruna Esposito, Francesco Impellizzeri, Vincenzo Marsiglia, Alessandro Moreschini, Marinella Senatore y Cesare Viel.

Pepe Espaliú (Córdoba, 1955-1993) fue uno de los artistas más relevantes de las décadas de los ochenta y noventa en España. Su trabajo se desarrolló en diversas disciplinas, desde pintura y dibujo a escultura, performance o poesía. Abordando temas relacionados con la identidad, lo oculto, el sida, el doble o la muerte.