Ni para actos políticos ni para religiosos: los centros cívicos no se pueden ceder a partidos o hermandades

El Consejo del Movimiento Ciudadano ha confirmado este lunes que el reglamento vigente desde hace 20 años, aprobado por unanimidad y con todos los informes jurídicos favorables, limitaba las actividades que se podían realizar en un Centro Cívico. Entre las actividades no permitidas estaban las de carácter político, sindical, empresarial, comercial o religioso por entenderse de forma unánime que se debían desarrollar en los ámbitos que les son propios. Esa limitación se mantiene en la propuesta de reforma del reglamento en fase de tramitación.

El Consejo del Movimiento Ciudadano recuerda, pues, que no se limita el uso a ninguna entidad social o ciudadana, sino que lo que se limita es el tipo de actividad a realizar. En este sentido, según el Movimiento Ciudadano, “el Gobierno Municipal debe velar por el cumplimiento del reglamento y quien no esté de acuerdo con estas limitaciones, debe promover la modificación del mismo y no intentar su vulneración por la vía de los hechos. Toda actividad puede ser legítima, pero debe desarrollarse en los ámbitos que se determinen de forma legal”.

De esta forma, el Consejo del Movimiento Ciudadano considera ajustado al reglamento vigente que no se permita la organización, preparación y salida de una procesión desde las instalaciones de un Centro Cívico. Así mismo, “se debe controlar el desarrollo de actividades económicas encubiertas en forma de talleres o cursos; o el desarrollo de actividades políticas o sindicales partidistas independientemente de quien realice la solicitud, debiendo valorar la actividad efectivamente desarrollada. A este respecto, solo se excluyen las que desarrollan los grupos municipales en el ámbito de su trabajo”, señala

Por último, el Consejo del Movimiento Ciudadano exige a los grupos municipales “coherencia” en el respeto al reglamento mientras que esté vigente, y mientras se promueve, o no, su modificación. Anima a los técnicos municipales a que velen por su cumplimiento y a que impidan un uso incorrecto de los centros cívicos. A la ciudadanía le solicita que colaboren en el adecuado funcionamiento de los centros, ateniéndose a su reglamento de funcionamiento y denunciando los usos que exceden del mismo.