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De Leiva a Alberto, una historia de porteros cordobeses

José Antonio Leiva, en un Córdoba-Betis de 1999 | LARREA

Paco Merino

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El estreno de Alberto en El Arcángel abrió la puerta a la nostalgia. Un cordobés en la portería del Córdoba. Un acontecimiento fuera de lo normal. Los aficionados con más horas de vuelo se remontarán a los tiempos del NO-DO para recordar las hazañas de Miguel Reina a mediados de los 60, cuando un chaval recién salido de los juveniles fue referente en la edad de oro del Córdoba en Primera. Ya en los 80, un tipo duro de Fernán Núñez pasó al imaginario colectivo del cordobesismo por ser capaz de defender el marco con la clavícula partida en el Chapín de Jerez: atendía por Luna Toledano y marcó una época. Hombres como Rafa Saco y Jorge Ramírez, forjados en la tierra, también tuvieron su etapa de protagonismo durante los años complicados de la Segunda B.

Con la entrada del nuevo siglo, la salida de las catacumbas de la división de bronce en 1999 y los nuevos modelos de negocio del fútbol, el Córdoba no ha vuelto a tener a un portero local como pieza básica. La posición ha sido una pasarela desde año 2000, incluyendo en los últimos tiempos a jugadores extranjeros como el ghanés Razak Brimah, el serbio Igor Stefanovic o el polaco Pawel Kieszek. Al lado de los dos últimos entrenó el último cordobés en defender el marco de El Arcángel. El inusual suceso tuvo lugar este pasado sábado. Alberto González (Córdoba, 1996) fue el directamente beneficiado por una serie de episodios y casualidades.

Alberto jugó ante el Tenerife porque Carlos Abad, cedido por el club insular, no podía ser alineado debido a la cláusula del miedo que contempla su contrato. Podría haber sido desactivada por el Córdoba mediante el pago de una cantidad económica, pero esa opción se descartó. El madrileño Marcos Lavín, el segundo portero, se está recuperando de una lesión de muñeca. Los otros dos inquilinos de la meta ya no están en el club: Kieszek no pudo ser inscrito por el límite salarial y Stefanovic fue despedido después de dos jornadas. Ante esa tesitura, Sandoval dio un sitio como titular a Alberto, dejando en el banquillo a Llamas, cordobés de Lucena de 19 años. En su estreno en un partido de categoría profesional, Alberto estuvo en un buen tono. No pudo evitar el gol -el balón, lanzado por Naranjo en una falta, tocó en la barrera- y protagonizó una espectacular parada a Bryan Acosta que salvó a su equipo. Fue un partido y ahora volverá a esperar su oportunidad.

Para recordar a otro portero cordobes en Segunda División hay que remontarse a la temporada 2010-11. En la última jornada del campeonato, con el equipo ya salvado, Lucas Alcaraz hizo debutar en el Estadio Montilivi de Girona a Jesús Coca (Almodóvar del Río, 1989). El jugador, que pasó por la cantera del Atlético de Madrid, disputó ese encuentro (2-1) y ya no hubo más. El Lucena y el Montilla fueron escalas para una carrera que se ha asentado en la Primera División de Andorra, donde lleva varios años jugando en clubes como el Sant Juliá, el Lusitans y el Engordany.

Antes, en la temporada 2004-05, un cordobés padeció en carne propia los rigores de un campeonato inolvidable: el club armó una plantilla con el objetivo de subir a Primera y terminó descendiendo a Segunda B en el año de su cincuenta aniversario. Allí estaba Sebas Moyano De la Cruz (Córdoba, 1978), que disputó tres partidos entre las jornadas 15 y 17 a las órdenes de Crispi. Antes del técnico cordobés estuvieron Esteban Vigo y Robert Fernández; después, Juan Carlos Rodríguez. Sebas, que estuvo en la cantera del Real Madrid, había debutado antes con el Córdoba en la temporada 2000-01, actuando en cuatro partidos. Añadió un par de ellos más en el siguiente campeonato, también en Segunda. El cordobés pasó después por Conquense, Jaén y Puertollano antes de su retirada. Desde hace unos años es el responsable del entrenamiento de los porteros del Córdoba CF.

Las nueve apariciones de Sebas entre 2000 y 2004, la irrupción de Javi Cuadra -éste en Segunda B- y el solitario encuentro de Coca en 2011 dejan a José Antonio Leiva Galindo (Córdoba, 1974) como el último portero cordobés con rango de titular en el primer equipo. Se inició en el Deportivo de Córdoba y fue fichado por el Sevilla, en cuya cantera se formó antes de regresar al club blanquiverde en 1995 para jugar en Segunda B. Fue uno de los miembros del histórico equipo que logró el ascenso en Cartagonova en 1999, poniendo fin a un periodo negro de 17 años en la división de bronce. Y estuvo en la plantilla durante cuatro años en Segunda. En la primera, con Escalante como entrenador, disputó un total de 16 partidos compartiendo protagonismo con José Ramón de la Fuente, que en la actualidad es el entrenador de guardametas del FC Barcelona. En el curso 2000-01, el Gato Leiva fue titular en 34 partidos en otra campaña que terminó con una salvación holgada.

En las dos últimas campañas como blanquiverde, Leiva apenas tuvo protagonismo. En la 2001-02 jugó un partido en Elche -Jauregui fue el titular, con 39 apariciones, por dos de Sebas-, con García Remón de entrenador, y en la 2002-03 salió del club en el mercado invernal. Ni Ortuondo ni Zambrano le tuvieron en cuenta, por lo que el cordobés se fue con destino al Ceuta. Este club y el Alcalá sevillano fueron sus últimos destinos antes de la retirada del fútbol profesional en 2005, a los 31 años, por una lesión de rodilla. Desde que él se fue, ningún jugador nacido en Córdoba ha logrado afianzarse como referente de la portería de El Arcángel.

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