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El día en que Cristian no pudo entrar en su cole

El pequeño Cristian intenta consolar a su madre | MADERO CUBERO

Alejandra Luque

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https://youtu. be/-TJlBKcBhYM

El CEIP Nelson Mandela, en La Carlota, ha experimentado este lunes una situación atípica en su vuelta al cole. Mientras que algunos pequeños se alegraban de volver a ver a sus compañeros, que no tanto de regresar a las aulas, cerca de una veintena de menores ni siquiera han entrado a sus clases. Vestidos con ropas azules o con distintivos de este color -en alusión al usado para el autismo-, los menores han mostrado su solidaridad con Cristian, el pequeño de seis años que no podrá volver a su colegio dada la falta de recursos del centro para acogerle. Al menos, por ahora.

La madre del menor, Conchi Sierra, había transmitido su intención de acudir a las puertas del colegio con sus dos hijos: Cristian y Jesús. Este último, el mayor, sí está matriculado. Pero si Cristian no entraba, tampoco lo iba a hacer Jesús. Según cuenta Sierra a este periódico, el delegado territorial de Educación en Cordoba del Gobierno andaluz, Antonio José López, le remitió el viernes a última hora un escrito en el que le pedía a la madre “no acudir al centro porque Cristian no estaba matriculado”.

A pesar de todo, a las puertas del colegio no sólo han acudido la madre y sus dos hijos, sino también el padre, la tía, la prima y la abuela de los menores. Todos ellos, rodeados de muestras de cariño de otros padres. Entre llantos, la abuela del pequeño ha pedido que parase “ya este año de calvario” dada la lucha emprendida por los progenitores de Cristian, quienes han entregado todo tipo de informes clínicos que rechazan de pleno la solución ofertada por la Junta de Andalucía: el traslado del niño al CEIP Carlos III, donde compartiría aula con niños con diversidad funcional.

Durante los tres años en los que Cristian ha estado en el CEIP Nelson Mandela ha conseguido avanzar en la mejora de su trastorno. El cariño de profesores y compañeros y la presencia de su hermano mayor hicieron, además, que el pequeño tuviera la ilusión de ir al cole cada día. Sin embargo, este lunes, todos sus compañeros han entrado en clase menos él. Con el pequeño en brazos, Sierra ha asegurado que si todo el procedimiento “había sido muy duro, hoy lo era más” al ver que su hijo se quedaba en la puerta. Ante esta situación, los padres ya estudian la vía judicial porque su posición es clara: no llevarán a su hijo al CEIP Carlos III.

El hijo de Ailén Bonilla también sufre autismo y este curso es su primer año en el centro. El menor de tres años tiene autismo y todavía puede estudiar en este colegio. “Si a mi hijo lo cambian de la modalidad B a la C, yo también me veré en la misma situación en la que está Conchi porque este centro no tiene los recursos que necesitan” los menores, asegura Bonilla. Su hijo y el de Sierra son los únicos con autismo que han crecido en este centro, pero “hay varias casos más” en La Carlota.

Bonilla agradece a la madre de Cristian “todo el trabajo que ha realizado desde que su hijo entró en el colegio”. “Sin ella, muchos recursos no se habrían conseguido. Fue quien empezó todos los trámites para que este colegio tuviera lo que hace cinco años carecía. No hay derecho a que ahora su hijo, con quien comenzó todo, no siga en el colegio con sus compañeros”, concluye esta madre.

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