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El galimatías que envuelve al Estadio de El Arcángel y que nadie ha deshecho aún

Servicios Sociales se ubica en el estadio del Arcángel | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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La construcción (inacabada) del Nuevo Estadio de El Arcángel de Córdoba es la mayor inversión en un bien concreto que jamás ha hecho el Ayuntamiento de la ciudad. Aparte de un primer estadio de principios de los años noventa, demolido en su mayor parte, el Consistorio ha construido una segunda versión en la que ha invertido un mínimo de 40 millones de euros de fondos públicos. La obra, financiada exclusivamente con fondos municipales, está inacabada y envuelta en un galimatías que complica por la cesión de un bien público a terceros, llámese Córdoba Club de Fútbol Sociedad Anónima Deportiva o llámese empresa que quiere construir un hotel.

El Fondo Sur del estadio se acabó de construir en 2011. Antes se construyeron Preferencia y Fondo Norte, donde el Ayuntamiento le cedió al Córdoba Club de Fútbol sus oficinas. Allí están las taquillas y la entrada a un aparcamiento. La obra debía haber continuado con la Tribuna, pero el alto coste de su reforma, valorada en más de 20 millones de euros, y el estallido de la crisis frenó al Ayuntamiento. La obra, por tanto, no está acabada. Y los permisos de ocupación que hay en todo el estadio son provisionales, tanto los principales (al Córdoba CF) como los secundarios (hay oficinas municipales, pero también la sede de Comercio Córdoba o últimamente un espacio para una asociación cordobesista).

Todo ese galimatías que de momento no ha deshecho nadie aún es lo que hace que sea prácticamente imposible que se vaya a firmar un convenio con el Córdoba Club de Fútbol. No se firmó ni en el mandato de Rosa Aguilar, ni en el de Andrés Ocaña, ni en el de José Antonio Nieto y parece que tampoco ocurrirá en el de Isabel Ambrosio. ¿Por qué? A día de hoy, el Estadio Municipal de El Arcángel es un solo bien a ojos del Registro de la Propiedad. Es decir, el edificio no está dividido por unidades, sino que es todo una sola unidad. Y ahora mismo en el estadio conviven, en una sola unidad, una sociedad anónima deportiva, una empresa municipal que es además la que tiene encargada la gestión del bien por un acuerdo de hace dos décadas (el Imdeco), una asociación provincial de comerciantes y hasta departamentos municipales.

En este mandato, la iniciativa privada ha optado por construir un hotel en la zona de Preferencia. Cuando se planeó la reforma del estadio, se consideró que iba a financiarse a “coste cero”, según afirmaba entonces el presidente de la Gerencia de Urbanismo, José Mellado. La venta de oficinas de Preferencia donde iban un par de hoteles y restaurantes iba a costear las obras del edificio. Pero desde que se planeó, esas oficinas no se han segregado y a día de hoy el Arcángel es un sistema general deportivo. Es decir, es un bien que no se puede enajenar. Pero su espacio, hasta que no se divida en diferentes locales, tampoco se puede ceder por partes. O todo o nada.

El pasado 16 de julio, la responsable de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, Mercedes Mayo, respondió al concejal de Gestión, Antonio Rojas, en un documento al que ha tenido acceso este periódico. Rojas preguntaba sobre la “viabilidad de la iniciativa de adjudicar a un tercero la implantación y explotación de establecimiento hotelero en las dependencias libres de este inmueble edificado”, la Preferencia del Arcángel. La respuesta de Mercedes Mayo, en la que asegura que está desbordada de trabajo, es contundente: “la petición de informe jurídico se ha hecho huérfana de cualquier documentación o informes técnicos que deben conformar lo que debe ser un expediente administrativo”.

La responsable de la Asesoría Jurídica venía a decirle al concejal de Gestión que antes de plantear la iniciativa de un hotel en la Preferencia debía armar un expediente administrativo concreto, y no el envío de dos notas simples del Registro de la Propiedad. Y ese expediente debería contar con dos informes que considera clave: uno de la Gerencia Municipal de Urbanismo y otro jurídico del mismo organismo. La responsable de la asesoría jurídica, además, insiste en que antes que ella debe pronunciarse el técnico responsable del bien (el área al que esté adscrita la titularidad del estadio).

En resumen: todo lo que se vaya a hacer en el estadio tiene que empezar de cero. Tanto las inciativas privadas para la construcción de un hotel como la ambiciosa cesión al Córdoba Club de Fútbol de las instalaciones municipales con la firma de un convenio dependen de que se arme un expediente administrativo que todavía no se ha iniciado. Y sobre todo, que tanto en la Gerencia Municipal de Urbanismo como en el Instituto Municipal de Deportes y el área de Gestión se pongan de acuerdo sobre a quién le corresponde tomar la iniciativa y empezar a desenredar un galimatías que tiene ya unos cuantos años.

De momento, el Córdoba Club de Fútbol sigue usando en precario unas instalaciones gracias a la firma de un protocolo de intenciones que realizó la exalcaldesa Rosa Aguilar con los antiguos propietarios de la institución deportiva en la década pasada. Y ese protocolo se sostiene sobre otro acuerdo previo que descarga la responsabilidad de gestionar el Arcángel en el Imdeco. No obstante, la última palabra la tienen los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que son los que tienen que aclarar la realidad exacta de este bien municipal. Lo escrito: un galimatías.

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