Balcón del Guadalquivir: zona cero del macrobotellón de Feria

El Balcón del Guadalquivir se ha vuelto a convertir, un año más, en la zona cero del botellón más amplio que se celebra cada año en Córdoba. Miles de jóvenes han vuelto a concentrarse en la zona delimitada para ello antes de adentrarse en la Feria, este año no bajo el sol abrasador de otras ediciones pero sí con un significativo bochorno y temperaturas más altas que en las jornadas anteriores.

La afluencia masiva, sobre todo de estudiantes en el miércoles de Feria, se ha convertido ya en una tradición que cada año repiten miles de jóvenes, ataviados con camisetas hechas para la ocasión y cargados de hielo y litros de alcohol y refrescos en una peregrinación que termina en el Balcón del Guadalquivir como punto de reunión masiva. Pandillas de chavales con camisetas de colores con lemas -referentes normalmente al curso y grado que estudian- que les sirven para distinguirse unos de otros en ese complejo ecosistema social del macrobotellón.

Hasta el Balcón del Guadalquivir los jóvenes han empezado a llegar a partir  de las horas centrales del día, cuando han dado carpetazo a las clases hasta el próximo lunes y, a la vez, el pistoletazo de salida a disfrutar de la Feria. Pero, como cada año, la mayor concentración llega cuando se pone el sol. A última hora de la tarde, muchos jóvenes siguen entrando en la zona delimitada, para hacer del botellón su punto de encuentro antes de pasar al recinto de El Arenal.

Este año, la Policía Local ha querido controlar la afluencia a la zona delimitada para el botellón y, sobre todo, tratar de impedir que hubiera menores consumiendo alcohol en este espacio. Para ello, el Ayuntamiento había anunciado controles aleatorios para controlar a los menores y, en caso de que estuvieran en el botellón, establecer la correspondiente sanción que, en este caso, deben abonar los padres de los chicos.

Además, la Policía Nacional ha realizado registros de bolsos de jóvenes, mientras que Policía Local ha debido controlar el espacio que ocupaban los estudiantes junto al río, para dejar libre el carril establecido para que puedan circular ambulancias, Policía y bomberos en caso de urgencia hasta el recinto de El Arenal.