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Andrea Sibaja: “No sé vivir sin presión”

Andrea Sibaja | MADERO CUBERO

Paco Merino

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Una jungla de motos ocupa lo que un día fue la pista de una discoteca en el Polígono de Chinales. Ahora es Box 77, una república independiente del motociclismo en la que Luis Castro -la auténtica y genuina bala verde, el eje sobre el que pivota el equipo Deza Córdoba Patrimonio de la Humanidad- ejerce como jefe multifacético y ella es la reina del baile. Andrea Sibaja Moreno (Córdoba, 1992) no deja de sonreír mientras se desliza entre las máquinas. Ahí es feliz.

Cuando se enfunda el mono y se coloca el casco se produce una mutación, como si la indumentaria le llevara a una dimensión superior. Y ahí nace la superheroína, la deportista que afronta las carreras con un afán competitivo que roza lo enfermizo. “Es increíble la capacidad de motivación y exigencia consigo misma que demuestra cada día”, confiesa Luis Castro, que una vez la miró a los ojos y entendió que no había nada capaz de detenerla. Ella no duda. La chica menuda, que bromea con el fotógrafo y saluda a todo el mundo, se transforma en la poderosa Andrea Sibaja, la primera mujer que ganó un campeonato de gran cilindrada en España.

Conquistó el Campeonato de Andalucía de Series 600 a lomos de una Kawasaki Ninja ZX6R, a los 22 años, en el circuito de Jerez. Allí ha vivido la gloria del triunfo y el drama de las caídas. Ha sufrido varias, algunas de ellas realmente graves. “De esas que te hacen preguntarte si merece la pena seguir en esto”, admite. La respuesta que se dio a sí misma fue rotunda y se la repite cada día. Ocho meses después de padecer un terrible accidente -algunos vieron ahí su adiós a las pistas- se convirtió en la primera piloto andaluza que participó en un Mundial. No va a parar. Habla rápido y con seguridad, como si quisiera recuperar el tiempo perdido. Andrea es una referencia en el motociclismo español, en el que aún se sigue viendo con una mueca de extrañeza la entrada de mujeres en el circuito y más aún la pretensión de algunas de llegar al profesionalismo. “Intentaremos que se normalicen estas rarezas”, ironiza la cordobesa.

PREGUNTA. Tu arranque en las motos fue tardío.

RESPUESTA. Los niños están ya montados en las motos con 3 y 4 años. Yo empecé con 18 años cumplidos, en el 2010. Entré por primera vez a un circuito con una pit bike y ese mismo año, ya al final, conseguimos disputar una carrera del Andaluz de velocidad.

P. ¿Hubo inspiración familiar?

R. Bueno, sí, es cierto que en mi familia había gusto por las motos, pero lo que pasa es que cuando se vio que realmente este mundo es un poquito más complicado y peligroso, pues se ve de modo más complicado. Entiendo que no es fácil. He tenido algunas caídas bastante graves y eso para la familia es difícil de asumir, pero sí que te digo que ellos tienen claro que mi pasión es el deporte de la moto. Es mi vida. Al fin y al cabo, lo aceptan aunque todos pasamos momentos difíciles.

P. Supongo que todas las familias se preocupan cuando les llega un hijo diciéndoles que quiere dedicarse a una profesión de riesgo. Y la de piloto de motos lo es.

R. Sí, para las familia es complicado como para ti mismo en tu vida profesional. En cualquier trabajo dices que corres en motos y... ya sabes. Se lo piensan. Piensan en caídas, lesiones, bajas, viajes y tal. Pero yo intento compaginarlo y llevarlo del mejor modo posible, cumpliendo mis obligaciones en todos los aspectos de mi vida.

"He tenido algunas caídas bastante graves y eso para la familia es difícil de asumir"

P. ¿Veías motos en la tele de pequeña?

R. Sí, además siempre me gustaban mucho Valentino Rossi y Dani Pedrosa. Les seguía un montón. Veía todas las carreras sin perderme ninguna. Incluso alguna vez fui con mi padre a ver las carreras del Mundial en el España en el circuito de Jerez. Yo les miraba correr por televisión y no sé por qué, porque en mi familia no ha habido nadie que compita en ese nivel, tenía como una cosilla por dentro. Quería probar esa sensación. No quería morirme sin sentirla. Eso lo tenía clarísimo. No ya competir, sino probar cómo es el ir encima de una moto.

P. ¿Y no te miraban raro?

R. Sí, no es normal ver a mujeres en el circuito de motociclismo. Yo ahora formo parte de la comisión femenina de la Federación Española y estamos trabajando en este aspecto. Hay niñas a las que les gusta el motociclismo y de hecho tenemos a campeonas muy pequeñas. Queremos que no se vea raro que unos padres proporcionen una moto a una niña si a ella le gusta. No puede ser que las que se interesan por esto sea porque su hermano corre en moto y ella, por imitarle, se aficiona también. Hay vocaciones de niñas que sienten deseos por las motos y hay que favorecerlo, igual que con los niños. Todavía es algo complicado. Cuando yo empecé lo era más todavía, porque entonces éramos muy pocas y a día de hoy aún lo somos. Tratamos de que se normalicen estas rarezas.

P. ¿Recuerdas tu primera carrera?

R. Sí, por supuesto. Me acuerdo de las primeras tres o cuatro porque salía a la parrilla llorando. Tenía tantas ganas, tanta pasión y tanta ilusión que me presionaba demasiado a mí misma. Solo pensaba en que tenía que hacerlo bien para conseguir algo de dinero y seguir en este mundo. Yo no era nadie aún, estaba empezando, pero sentía que tenía que estar siempre bien. Esa autopresión me provocaba nervios y lloraba. Luis (Castro, su entrenador) me decía: “No puedes salir así a una carrera, tienes que salir a disfrutar...”.

"Me acuerdo de las primeras carreras porque salía a la parrilla llorando"

P. La gente ve la competición contra los demás, pero la competición contra uno mismo se lleva por dentro.

R. Sí, mi presión no era en esos momentos por la competición. Era por sentir que tenía que hacerlo bien para que mi aventura no se acabara. Siempres piensas que todo lo que haces es poco. Quieres más y no te basta. Es mucha presión, porque lo que está claro es que tienes que hacer buenas carreras para así conseguir apoyos y continuar.

P. Un día cualquiera de Andrea...

R. Es muy apretado (se ríe). Tengo mis ocho horas de turno en mi trabajo y cuando salgo me voy a entrenar al gimnasio.

P. Y tu trabajo es también peculiar...

R. Sí, trabajo en el McDonalds del Brillante, donde soy encargada.

P. Con sus horarios propios de este negocio.

R. Sí, el que te toque. Es un establecimiento de 24 horas, así que hay que acoplarse. Ahí tengo turnos de todo tipo. Desde entrar de madrugada, turnos de noche... Hay veces que no puedo con mi alma. Pero lo llevo adelante. Al gimnasio le dedico dos o tres horas, si puedo.

P. Pero un deportista vive de su físico.

R. Sí, por eso es difícil. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y a veces ni con eso puedes. Te pongo un ejemplo. María Herrera, una de las pilotos de motociclismo más importantes, se ha pasado a Superbikes porque no puede mantenerse en este mundo cuando los pilotos viven de ello. Los chicos, sin embargo, sí pueden dedicarle todo el tiempo al deporte porque la profesionalización es mayor y hay más ingresos por patrocinadores y apoyos. Se dificulta la igualdad que se busca. Porque si yo tengo que estar en mi trabajo ocho horas, de día o de noche, reventando de pie, y de ahí ir a competir... Y no solo es el tema de las carreras. Tengo que averiguar entrenamientos, carreras, veinte mil papeleos, que si tienes una subvención, una ayuda, patrocinadores, el entrenamiento físico diario... Y luego, los días libres, a entrenar. Llevo así desde 2010 y llega un momento en el que el cuerpo te dice que que puede más, que le tienes que dar un descanso. Y yo le digo a mi cuerpo: es que no se puede, es que tenemos que ir a saco... Pero bueno, ahí vamos.

"Hay veces que no puedo con mi alma, pero lo llevo adelante"

P. ¿No tienes miedo a romperte?

R. Pues mira, hace poco, en un artículo que precisamente tú escribiste sobre mí, decías que las difícultades me hacían crecerme. Y eso es así. La presión y el que las cosas se pongan complicadas es algo que me motiva mucho. No te voy a mentir. Es verdad que hay días que no puedo, que me duele el alma, pero ya vendrán tiempos mejores. Quiero hacerme un hueco dentro de este mundo de las motos y a ver qué pasa. Mientras tanto, lucho sin pensar en nada más.

P. Mucha gente no cae en la cuenta que para ser motociclista tienes que hacer otros deportes. Tu entrenador me comenta que incluso podrías destacar en otras modalidades.

R. Aunque haya gente que te dice que en la moto vas sentado, los pilotos que somos deportistas de élite tenemos que estar a punto físicamente siempre. El desgaste que exige la moto y el esfuerzo muscular que requiere hacen que no puedas dejar nunca de trabajar. Una moto de 600 pesa mucho, se lleva a mucha velocidad y con muchas inercias, que es lo que más exige. Y también a nivel de cardio. Cuando tú te metes una carrera después de llevar varios días de entrenamiento y entras en el circuito, como no tengas un físico increíble no puedes aguantar las últimas vueltas. Y cuando digo que no puedes es que no puedes. Imposible. Y encima de todo eso, pensando en las decisiones que tienes que tomar. Ver por dónde va tu adverarsario, cuándo tienes que apretar, el hueco por el que te puedes meter... Y a todo esto, con la moto que se te va para los lados a una velocidad grandísima. Hay que trabajar muchísimo el físico y luego entrenar el mayor número de vueltas en todo tipo de circuitos. Pero, claro, ahí el que manda es el dinero.

P. ¿Se puede ser profesional de esto? ¿Es tu aspiración?

R. Llegar a ser un Valentino Rossi o un Marc Márquez es complicado, pero sí que mi sueño es vivir de este deporte. No por enriquecerme, sino porque es mi pasión. Para mí ser profesional no es ganar muchísimo dinero, sino poder dedicarme las veinticuatro horas del día a esto. Aparte, es lo que te garantiza la mejora y la progresión. Porque aquí hay que ser claros: esto va por las horas que le dedicas al entrenamiento físico y al que haces con la moto. Si no las haces, te quedas estancado. El único truco que tiene este deporte es ese. El nivel en España está super alto y hay que estar atento. Si no entrenas duro, malo. Si descansas diez minutos, en ese tiempo hay veinte pilotos que te han pasado.

P. El hecho de ser ser mujer...

R. Beneficia en algunos aspectos. Estamos pocas y queremos hacer ruido, que se nos mire un poco más y que se nos valore. Pero bueno, como siempre hay gente a la que les crea desconfianza que haya pilotos femeninos. Tienen poca fe en que podamos hacer cosas importantes o llegar a un buen nivel. Pero eso es como tú lo quieras ver. Yo siempre digo que con las cosas buenas te tienes que motivar y con las malas, motivarte todavía más.

P. ¿Campeonatos propios o mixtos?

R. Estamos en un momento en el que debe haber campeonatos separados, porque hay muchas chicas que, como yo, han empezado tarde o que no están aún en el nivel y necesitan un campeonato propio para ir progresando y haciéndose sitio. Pero sí creo que debe haber campeonatos mixtos y que en un futuro llegarán. Si una persona lleva el motociclismo dentro y lo practica desde los tres o cuatro años, como hacen los chicos, y que se entrene igual que ellos, conseguirá competir al nivel que se le exige. Con igualdad desde el principio sí que veo campeonatos mixtos, pero eso aún tardará. En cilindradas pequeñas es totalmente factible y en cilindradas mayores ya hay más diferencia, porque es evidente que el físico de una mujer y un hombre no son lo mismo, pero la mujer puede trabajar por tres o cuatro y llegar a un nivel competitivo. Se puede hacer, pero te tienen que dar la oportunidad.

"Llegar a ser un Rossi o un Márquez es complicado, pero mi sueño es vivir de este deporte"

P. ¿Has detectado incomprensión por dedicarte a las motos?

R. Sí, he tenido que oír muchas veces a gente que te dice que estás loca, que en qué estás pensando. Eso es muy normal. No te lo dicen de malas maneras. Pero cuando ven la pasión que tienes por algo no es necesario decir nada más. Hay muchísimos listos sentados en el sofá de su casa que comentan muchas cosas que no deberían hacer sin tener ni idea, pero eso siempre lo va a haber. Hablar es gratis. Eso tienes que transformarlo en bueno, porque quiere decir que estás haciendo ruido.

P. Sin pasión por lo que uno hace, cualquier obstáculo se convierte en una montaña.

R. Es que así en todo lo que se hace en la vida. Hay que apasionarse por algo. Yo lo hago por el motociclismo. Hace poco murió un niño con quince años practicando en un karting. ¿Quién sabe lo que a uno le puede pasar? Puede que mañana sea tu último día, pero no debes pensar en eso porque te paraliza. Además, igual te pasa subida en una moto grande y poniéndote a trescientos que saliendo por la acera de tu casa tan normal. Qué menos que vivir de lleno lo que te gusta. Y que lo que hagas lo hagas bien. Yo soy muy intensa y vivo la pasión por las motos de ese modo.

P. Tú has tenido ya varias caídas. Buenos sustos. Uno se tiene que recuperar de cuerpo, pero también de mente.

R. Sí, porque en el motociclismo tienes además una cosa: no es que se te quede la lesión en la cabeza, es que luego te montas en la misma moto y pasas por el mismo sitio. Eso siempre es algo que hablamos. Hasta que no te vuelves a montar, a ir rápido, no lo sabes. En mis caídas más grandes siempre he sentido que me moría de las ganas de recuperarme y volver a montar en la moto. Hasta que no te montas no sabes realmente cómo te vas a sentir, porque tú puedes tener muchas ganas pero luego, sobre la moto, sin darte cuenta la mano no va como iba antes aunque no quieras. A mí las caídas me hacen sentirme más piloto. Forman parte del deporte y cada vez que me he caído, como digo, me he crecido más. Eso es entrenar la cabeza del deportista, que es importante.

P. Hablas de cabeza, pero luego también está el ego. ¿Qué me dices de la polémica entre Rossi y Márquez? ¿Hasta dónde llega la obsesión por ganar?

R. Hombre, es que la competitividad tiene que ir al máximo. Tú estás saliendo de una parrilla y llevas luchando mucho tiempo por ganar. No puedes salir y que te dé todo igual. Si hay un hueco te tienes que meter. Ya sea por luchar por el primer puesto, el segundo o el undécimo. Creo que eso le pasa a todo el mundo. Yo, como te digo, soy muy intensa y el afán de superación es algo que te mueve. Ya sea en un entrenamiento o en una carrera. Yo tengo esa presión hasta cuando voy todos los días al gimnasio. Igual no debería tener tanta presión, o eso es lo que me dicen, pero creo que eso es lo que te fuerza a luchar por ser mejor.

"Si descansas diez minutos, hay veinte pilotos que te han pasado"

P. ¿No llegas a obsesionarte?

R. Hombre, la obsesión excesiva puede ser tan mala como la pasividad. Pero tienes que tener tus metas claras y saber qué tienes que hacer para ir a por ellas. Luis me dice que no piense en los tiempos, que salga a descubrir las sensaciones y tal, pero a mí me gusta saber las marcas. Yo me exigo bastante a mísma y eso lo considero bueno.

P. Vas justa de tiempo, pero sacas para otras actividades bastante peculiares. ¿Cómo lo haces?

R. Sin dormir (ríe a carcajadas).

P. Has sido Cartera Real, presentadora de las campanadas de fin de año en Las Tendillas...

R. Sí, como tenemos una estrecha relación con el Ayuntamiento y la Diputación, ellos me llamaron y me lo propusieron. Entendieron que era una deportista relevante de Córdoba y por mí, encantada. Hace un par de años fueron las uvas de Navidad, después de lo de Cartera Real, algunas galas de premios... Al principio me pareció extraño, pero me está encantando. Es una forma de colaborar con la ciudad, de devolver el apoyo que me están dando. Además, me gusta sentir el calor de la gente. Estoy deseando de que me llamen para otro jaleo de estos y seguir disfrutando.

"He tenido que oír muchas veces a gente que te dice que estás loca"

P. En Córdoba ya te conocen.

R. No es que yo busque el famoseo o el reconocimiento, pero sí es algo que hace que me sienta bien, apoyada. Es bonito. Yo busco ser la mejor en mi deporte, pero gusta que te reconozcan y te den ánimos. Muchas veces estoy en mi trabajo y me dice un cliente: “Enhorabuena por lo que hiciste en Jerez” o “suerte para la carrera de la semana que viene”. Cuando eso me ocurre, paso el resto del turno con una sonrisa de oreja a oreja. Me gusta y me viene bien para el ánimo.

P. ¿Hacia dónde quieres enfocar tu vida?

R. Hacia lo que hago ahora, por supuesto. Espero poder dedicarme en el futuro a algo relacionado con el mundo de las motos. Espero verme con canas y subida encima de una moto. Así me veo en el futuro.

P. Lo tienes claro.

R. Totalmente. Super claro. A no ser que alguna lesión grave me pare, no veo momento de bajarme de la moto hasta que algo me lo impida. No sabía que esto iba a ser así hasta hace poco. Después de unas caídas bastante fuertes, de esas que marcan un “sigo en esto o me paro”, yo lo tengo todavía más claro. Después de esas buenas hostias que me he dado, si ahí no he dicho ya que le den por saco a las motos creo que no lo voy a hacer nunca. Así que me veo en moto para siempre.

P. Este año tienes marcada la cita del Mundial en Portimao.

R. Vamos a hacer primero el Campeonato de España Femenino, que queremos ir a por él y traérmelo por fin a casa.

P. Ahí tienes una maldición... Lo has rozado en varias ocasiones.

R. Lo tengo atrancado. Siempre he tenido alguna lesión, o me han operado, o me he caído... He ganado bastantes carreras y nunca hemos bajado del podio, pero como siempre me he perdido alguna prueba por esto de las lesiones me ha faltado un poquitin. La progresión en los últimos años ha sido bestial, pero no hemos podido plasmarlo en el campeonato por esto que te digo, que siempre ha faltado alguna prueba a la que no asistimos. Espero ganar este título. Y después mirar al Mundial para rizar el rizo.

"Qué menos que vivir de lleno lo que te gusta"

P.

 ¿Te planteas salir de Córdoba? ¿Aquí no hay fichajes como en el fútbol?

R. Es que lo de los fichajes en las motos... Aquí siempre tienes que ir con el dinero por delante. Hace mucho tiempo, diría que desde Pedrosa, que no existe eso de que alguien te ve y dice: “Uf, que pedazo de piloto, vente conmigo que yo te patrocino todo”. Eso es algo que todos soñamos pero no existe.

P. Competir cuesta el dinero.

R. Sí, gracias a los patrocinadores se sigue adelante. Yo tengo la suerte de haber conseguido algunos títulos, de ser chica, y eso me ha ayudado a conseguir patrocinadores. Así tiras. Pero aquí todo es con el cheque por delante. Es complicado. Vives de los resultados para tener repercusión, que es lo que quieren los patrocinadores. Esto es todo presión. Pero esto te tiene que hacer crecerte.

"Vives de los resultados para tener repercusión, que es lo que quieren los patrocinadores"

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