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Reliquias que hacen estación de penitencia

Relicarios en el frontal del paso de Nuestra Señora del Desconsuelo | TONI BLANCO

Redacción Cordópolis

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La presencia de personas elevadas a los altares como beatos y santos por la Iglesia Católica es bastante habitual en las estaciones de penitencia de las hermandades cordobesas, que poseen en muchos casos reliquias o las tienen cedidas por sus parroquias para que salgan en procesión en los pasos o los cortejos en Semana Santa. Las hay de santos de hace siglos y otros más recientes, cordobeses o de otros lugares y relacionados casi siempre con la hermandad que las procesiona, que en algunos casos tiene al santo en cuestión como cotitular, o con su sede canónica. Además, procesionan elementos que estuvieron en contacto con el mismo Cristo y elementos traídos de Tierra Santa. Su presencia en los pasos o en los cortejos es en ocasiones muy evidente, aunque otras veces van expuestas de manera más discreta. Según los datos aportados a EL CIRINEO por las hermandades, las reliquias que salen en procesión son las siguientes.

La hermandad de la Vera Cruz lleva en su cortejo, delante justo de la presidencia del paso del Señor un relicario de plata y pedrería que contiene un Lignum Crucis, es decir, un trozo de la verdadera Cruz donde fue crucificado Nuestro Señor Jesucristo, que le fue donado en 2016 por la Fundación Marqués de Vivanco. La reliquia, que este 2018 ha querido la hermandad que porte un sacerdote en lugar de un nazareno, puede ser besada y venerada por los fieles durante la procesión, es decir, que quien desee acercarse puede hacerlo. La misma hermandad posee otra reliquia que lleva desde el 2000 en el frontal del paso de la Virgen del Dulce Nombre, que salió ese año por vez primera, y es un trozo de carne de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón, que llegó a la hermandad a través de quien fuera párroco de San José y Espíritu Santo, José Luque Requerey, a quien se la entregaron las Esclavas del Sagrado Corazón, ya que esta santa cordobesa que fundó dicha congregación iba a confesarse la parroquia del Campo de la Verdad.

También de Santa Rafaela María es la reliquia que por primera vez procesiona este Lunes Santo la hermandad de la Estrella en el paso de su Virgen, que fue bendecida en el convento de las Esclavas del Sagrado Corazón en 1986 y las monjas fueron sus madrinas. Ellas entregaron en 2009 la reliquia a la hermandad, que consiste en cabello de la santa. El relicario, que ha sido realizado por el orfebre cordobés Jesús Amaro, es un regalo de los costaleros y la cofradía quiere que se mantenga siempre en la iglesia a los pies de la Virgen. La misma santa nacida en Pedro Abad está presente en el paso del Señor de la Santa Faz, concretamente en la parte trasera del canasto. Pero este paso lleva también reliquias en el frontal de San Juan de Ávila y en un costero del beatro Francisco Solís Pedrajas. Todas van en relicarios realizados entre 2006 y 2007 por Manuel Valera en estilo rococó.

Si la Vera Cruz lleva un Lignum Crucis, la hermandad del Remedio de Ánimas lleva en el paso de su Crucificado una capilla con un relicario que contiene la Santa Espina y que pertenece a la parroquia de San Lorenzo, a la que pasó tras cerrar a mediados de los años sesenta San Juan de Letrán, iglesia hasta la que iban nazarenos de Ánimas a por la reliquia en los años cincuenta. El relicario se encuentra expuesto todo el año en la capilla de la hermandad y contiene reliquias de otros santos como San Roque. Por su parte, Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas lleva en el frontal de su paso de baldaquino un relicario del siglo XVIII que también pertenece a su sede canónica con un hueso de San Lorenzo.

También el Lunes Santo hay otras hermandades con reliquias en sus cortejos. La hermandad de la Sentencia lleva en la peana de la Virgen de Gracia y Amparo una reliquia ósea de San Nicolás de Bari, titular de la hermandad y de la parroquia en la que radica. El relicario es atribuido a Damián de Castro y se conserva en el Tesoro del templo. Lleva saliendo con la Virgen desde su primer año, es decir, 1979. Por su parte, un nazareno del Vía Crucis porta desde 2010 un relicario de madera dorada con una pieza textil perteneciente a San Juan de la Mata, fundador de la Orden de la Santísima Trinidad.

Santos Mártires cordobeses

Los Santos Mártires cordobeses están también presentes en las procesiones de la Semana Santa de Córdoba. La hermandad de la Misericordia, de la que son también titulares, lleva una reproducción de la urna que se venera en el Sagrario de San Pedro en el paso de Cristo. Lo hace desde 2008 aunque la hermandad lleva reliquias de los Mártires cordobeses desde 2001. Además, en el cortejo van también reliquias de los mismos santos en un ostensorio de metal dorado propiedad de la parroquia basílica de San Pedro a cuyo paso la gente debería ponerse de pie ya que son titulares de la cofradía como el Cristo y la Virgen.

La hermandad de la Buena Muerte también lleva reliquias de los Santos Mártires de Córdoba procedentes de la urna de San Pedro en otra de plata inspirada en ésta y realizada por Díaz Roncero. Va en el paso de palio dada la advocación de su Virgen, que la lleva desde la década de los sesenta según recuerdan los más veteranos de la corporación de silencio. Además, junto a la Reina de los Mártires hay desde noviembre de 2015 otra urna, hecha por Emilio León, con reliquias de 16 beatos mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España que o bien nacieron en la diócesis de Córdoba o fueron martirizados en ella.

Otro caso es el de Jesús Nazareno, que lleva en su paso caoba, en  el frontal de su canasto, una capilla con un relicario en el que van restos óseos del beato Padre Cristóbal de Santa Catalina, que fue consiliario de la hermandad hace cuatro siglos. El relicario, ejecutado en plata de ley por Emilio León, fue estrenado en 2016, y está basado en los atriles antiguos de la cofradía del siglo XVII de Cristóbal Sánchez Soto.

También el Jueves Santo lleva en su procesión reliquias la hermandad de la Sagrada Cena. Desde 2016 un nazareno porta ante la presidencia, es decir, muy cerca del paso del Señor de la Fe, un relicario con un trozo de hueso del Beato Álvaro de Córdoba, titular de su parroquia y de la hermandad sacramental. En este caso se da la peculiaridad de que la hermandad ha querido que dicho nazareno lleve el hábito dominico ya que el Beato Álvaro era de la Orden de Predicadores. Además, en 2017 el frontal del paso en el que se representa la Última Cena de Cristo con sus apóstoles llevó una reliquia, concretamente un trozo de tela que perteneció a San Francisco de Asís, que le fue prestada por una institución que prefiere permanecer en el anonimato y que de nuevo este año va sobre el paso.

El Perdón lleva en su paso de palio dos relicarios. Desde el año 2000 uno con restos de San Juan de la Cruz en la calle central de la candelería, que hace alusión al templo en el que están las imágenes de la cofradía, la iglesia de San Roque, donde estuvo San Juan de la Cruz. Además, la Virgen del Rocío y Lágrimas lleva en su mano izquierda un relicario de plata con reliquia de San Francisco de Sales que le cedió la parroquia de la Trinidad. Al ser el patrón de los periodistas, la cofradía pretende estrechar lazos con este gremio.

La hermandad de la Expiración lleva reliquias en sus dos pasos. En el de la Virgen del Rosario va un templete de plata de ley con diseño barroco cincelado por los talleres de Villarreal en 1988 en el que se contienen restos óseos de San Antonio María Claret, titular de la hermandad y fundador de los Hijos del Inmaculado Corazón de María, que cuidan de la Real Iglesia de San Pablo. Por su parte, el paso del Crucificado lleva otro relicario en plata donado por su Grupo Joven que alberga huesos de los últimos mártires claretianos.

Pero la Expiración no es la única cofradía del Viernes Santo que procesiona piezas de este tipo. También llevan reliquias en la hermandad de los Dolores, donde un nazareno porta en el cortejo reliquias de los santos fundadores de la Orden Servita; en la Soledad y el Santo Sepulcro, que es la hermandad que más reliquias de santos, tanto óseas como textiles, custodia en la ciudad y que ha pedido a los maristas, carmelitas o directamente a Roma. Las lleva en el paso de la Virgen del Desconsuelo, en el frontal en su mayor parte. Se trata, según datos facilitados por la cofradía, de cuatro relicarios inspirados en ejemplares de finales del XVII que salieron por vez primera en el año 1995 con reliquias de San Juan de la Cruz, San Estanislao, San Marcelino Champagna  (fundador de los maristas) y Santa Paula Montalt. Lleva además, otros cuatro que reproducen a escala una custodia de Juan de Arfe de la Catedral de Burgos y guardan restos de San Simón, San Andrés Corsino, San Alberto de Sicilia y San Cirilo de Alejandría. Los otros cuatro son más pequeños, copia de originales de Damián de Castro, y llevan reliquias de Santa Teresa de Jesús, San Dionisio Papa, San Espiridon y San Cirilo de Constantinopla.

En la calle central de la candelería lleva la Dolorosa que cierra el Viernes Santo un relicario de plata sobredorada del siglo XVIII con reliquia de Santo Domingo de Silos estrenado en 2001. En su peana, a los pies de la imagen, van restos de San Álvaro de Córdoba desde 1995, año desde el que por mediación del padre Rafael Cantueso los ceden los dominicos de Scalaceli.

Por su parte, María Santísima en su Soledad lleva en el frontal de su paso un relicario de bronce obra de José María Navarro con reliquias de San Francisco de Asís, entregado a la cofradía por su hermano Enrique Ruiz Flores, al que se las hicieron llegar los franciscanos. La lleva desde el año 2012.

Piedras de Tierra Santa

También la Virgen de la Piedad lleva un hueso, en este caso de San Juan Bosco, salesiano como el templo donde tiene su sede la hermandad del Prendimiento, y se estrenó el Martes Santo de 1988 en la calle central de la candelería de la Virgen después de que la Casa Salesiana lo concediera a la hermandad por petición de su entonces consiliario, José Luis Cardenete. Va en un relicario de alpaca sobredorada obra de Luis Jiménez.

Las tres últimas corporaciones citadas, Santo Sepulcro, Soledad y Prendimiento conservan y sacan en procesión elementos procedentes de Tierra Santa. La hermandad de la Compañía lleva en el paso de la Virgen del Desconsuelo una piedra del Santo Sepulcro de Jerusalén, en relicario de plata, pieza original del siglo XVII que salía antes con el paso antiguo del Cristo y que se trasladó al paso de la Dolorosa en 2007. La Soledad de Santiago sitúa a los pies de la Santa Cruz, titular de la cofradía, otra piedra que en su caso procede del Monte Calvario y que fue entregada por el mismo hermano que cedió la de San Francisco y el autor del relicario es también el mismo que en ese caso. Por su parte, el Prendimiento lleva ante Nuestro Padre Jesús Divino Salvador una piedra de Getsemaní desde principios de los años noventa. Asimismo, la Virgen de la Concepción, de la hermandad de las Penas de Santiago, lleva en el frontal del paso un relicario con un trozo de piedra de la Casa de María.

También hay que citar, aunque no procesionan en Semana Santa, a algunas hermandades de Gloria que custodian reliquias de personas elevadas a los altares. La de Villaviciosa conserva del Padre Cristóbal de Santa Catalina, cotitular de la hermandad y muy devoto de la Virgen, mientras que la hermandad del Rocío de Córdoba tiene desde 2013 bajo su Simpecado una reliquia, en concreto un mechón de pelo, del Papa San Juan Pablo II.

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