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Una loca naturaleza cordobesa en el Falla

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Rafael Ávalos

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Un bosque se vislumbra al fondo. En primer plano, una ama de casa peculiar anda con su escoba. Junto a ella, un árbol y un león. Este último no acecha, sino que aprovecha para descansar en un sillón. Vive en reposo en realidad. ¿Qué hace una señora como ella en un lugar como ése? Sencillo, la buena mujer es la madre naturaleza. Éste es el punto de partida de ‘Madre mía’, la propuesta con la que regresa al Gran Teatro Falla el Cuarteto de Córdoba. O, lo que es lo mismo, el conjunto de David Reyes, que en la noche de este domingo volviera a pisar las tablas del gaditano auditorio con motivo de su nueva participación en el Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval (COAC) de la Tacita de plata. El grupo vuelve tras un meritorio lugar en cuartos de final el año pasado con ‘Pesadilla en España’.

Comenzó el pase de preliminares del cuarteto, que en esta ocasión sí contó con cuatro componentes, con una parodia en la que la madre naturaleza presentó a su peculiar familia. Arrancó con el árbol, de nombre Vegetación y que representaba, como lógico resulta, a la fauna. Al pobre le abroncó por tener todo el día el suelo lleno de frutas. A continuación dio paso al león, llamado Fauna, un hijo dedicado a la vida ociosa. “Esto es más flojo que una declaración de Puigdemont, y cobarde tela, que le rugen y sale corriendo a Bruselas”, aseveró la señora. La parodia continuó con la aparición de un tercer vástago. “Éste es el peor, y luego en el fondo es un mojón”, dijo sobre el ser humano, representado en un tipo de lo más sucio: enchaquetado y preocupado tan sólo del dinero, la especulación y el uso de energías contaminantes.

El primer tramo de la actuación llevó el entretenimiento al patio de butacas del Gran Teatro Falla. Ya entonces se adivinaba una loca naturaleza cordobesa en el escenario. Desde luego, poco corriente resultaba esta familia. Así como la representación del medio ambiente a la que dio forma, en letra, música y dirección, David Reyes. Tras la parodia llegó la tanda de cuplés, con un primero en el que enlazaron la problemática catalana con un tópico andaluz. Pongamos que conversan dos amigos. “En Andalucía tenemos que declarar nuestra independencia”, afirmó de entrada uno. El otro recordó que es “lioso”, pues todas las empresas salieron de Cataluña. “Pues que se vayan todas las empresas y nos dejen sólo los bares”, resolvió el primero.

La ligazón entre cuplés tuvo forma de un sencillo pero simpático estribillo. “Si el Falla está a la mitad, y si la gente ríe poco, a mí no me importa na, que este cuarteto es de medio ambiente”. En el segundo de la tanda describieron de manera poco habitual el ecologismo, con una conclusión: “Lo que ella necesita es que al monte de Venus le den alguna pasaíta”. Es lo que propusieron en torno a la madre naturaleza. Y ya sabe todo el mundo a que se referían el león perezoso, vago hasta para comer, el árbol y el ser humano.

Acabó su participación el Cuarteto de Córdoba con un tema libre en el que mostraron una rara escena de familia. El final llegó con acordes de guitarra y unos versos que insistían en la necesidad de “cuidarlo”. Todo hacía pensar que iba en relación al medio ambiente, pero no. Lo que toca cuidar es el cuarteto en el panorama carnavalero. Ahora el conjunto dirigido por David Reyes espera repetir su buen papel de 2017 y lograr su pase a los cuartos del COAC gaditano.

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