La Piedad aprueba la hechura de un nuevo Crucificado

La hermandad de la Piedad inicia una importante etapa en relación a su patrimonio. La corporación de Las Palmeras encara un tiempo intenso de cara a la renovación de su paso, que en principio va a consistir en la modificación de la imagen de Cristo. Porque la cofradía aprobó, tras la celebración de un Cabildo extraordinario para tal fin, la hechura de un nuevo Crucificado. La decisión, que contó con el apoyo total de cuantos asistieron a la asamblea, viene motivada por el deterioro que sufre su actual titular. El estado de la talla hace poco viable la restauración, por lo que finalmente se optó y acordó la realización de otra, una tarea para la que todavía no existe elección de autor. Además, el hermano mayor de la Piedad, Raúl Torres, tiene proyectada la finalización del paso y la ejecución del Misterio de la Lanzada para el proceso electoral que vivirá la cofradía este año y en la que intentará su continuidad cuatro años más.

El importante Cabildo de la hermandad de la Piedad una vez que la junta de gobierno tuviera certeza de que la rehabilitación del actual Crucificado no conllevaría una mejor conservación posterior. “Los deteriores del Cristo son sobre todo interiores y la restauración no es aconsejable, porque en un tiempo volvería a estar mal”, indicó el hermano mayor de la corporación de Las Palmeras, Raúl Torres. Una realidad que no dejó la menor duda para la junta de gobierno de la cofradía tras haber hecho diversas consultas a imagineros y entendidos en la materia. Fue así como decidió proponer la hechura de un nuevo titular que supla, en lo que se refiere a la estación de penitencia, al presente. Ésa fue la idea mostrada al resto de hermanos, que dieron una respuesta incontestable. “Se ha aceptado por unanimidad”, destacó Torres al respecto antes de recordar que “ahora lo que toca es buscar financiación para poder realizar el proyecto”.

Una vez acordada la hechura de un nuevo Crucificado, la hermandad radicada en San Antonio María Claret deberá iniciar ese proceso de obtención de fondos. Una tarea a veces complicada, por lo que la cofradía prefiere no marcar un plazo fijo de ejecución. “Pretendemos que sea para 2018, porque el Cristo (actual) no se encuentra para salir muchos años más”, señaló Raúl Torres, quien apuntó que todavía no está pensada la figura del imaginero que se encargará de la hechura de la imagen que un futuro verá Córdoba cada Miércoles Santo. Además, la junta de gobierno de la corporación de Las Palmeras desea transmitir sus intenciones al Obispado antes de iniciar el proceso que quedó aprobado.

El Santísimo Cristo de la Piedad, imagen a la que rinde culto -y rendirá tras la hechura del nuevo Crucificado- la hermandad de Las Palmeras, es una obra de madera que no tiene datación exacta. Adquirida en Sevilla en 1972, es venerada desde entonces en la parroquia de San Antonio María Claret, a la que pertenece. Precisamente ese año tuvo lugar la fundación de la corporación de la Piedad, que con la decisión aprobada en la mañana del domingo da un paso importante en relación a su patrimonio: sí será de su propiedad la futura talla. Un titular que en unos años podría presidir un nuevo Misterio para la Semana Santa de Córdoba. Se trata de la Lanzada, escena a la que pretende dar forma Raúl Torres si revalida su cargo de rector de la cofradía en las elecciones que ésta vivirá este año.

Ésa es sólo una parte del proyecto del actual hermano mayor de cara a los próximos comicios de la hermandad de la Piedad. Al mismo tiempo se trata de un objetivo desde sus inicios de la corporación, según las palabras de Raúl Torres. “Desde la fundación se piensa en la Lanzada y en la nueva candidatura va el proyecto de la realización”, expuso en ese sentido. Un proceso éste para el que, en caso de revalidar su cargo, no se marca fechas “ni a corto, ni a medio ni a largo plazo”. “Si podemos tenerlo en cuatro años estará bien, pero si habrá trabajado hecho”, añadió el regidor de la cofradía del Miércoles Santo. Dicha circunstancia es así porque, por otro lado, existe otra labor por llevar a cabo. Se trata de “la finalización del paso, porque restan los respiraderos y los arbóreos”.