Un partido femenino acaba a palos y con escolta policial

El CCF Cáceres ha denunciado haber padecido agresiones a sus jugadoras tras el encuentro de Segunda Femenina disputado ante la AD Naranjo en Córdoba | Versiones contradictorias entre los protagonistas | Competición estudia el caso

Más tarea para los comités de competición de la Federación. Los episodios de violencia no cesan y en Córdoba se produjo otro fin de semana negro. El partido del grupo IV de la Segunda División Femenina que disputaron la AD Naranjo y el CCF Cáceres tuvo un desenlace dantesco. Un altercado entre dos jugadoras al final del partido hizo saltar la chispa que desembocó en una trifulca a mayor escala, que necesitó la intervención de las fuerzas de orden público. El club extremeño ha denunciado agresiones a sus jugadoras por parte de aficionados y ha compartido en sus redes sociales fotografías de las chicas lesionadas. En el club cordobés, a través de un comunicado, lamentan los hechos y aclaran que las agresiones fueron mutuas. El árbitro reflejó en el acta a la finalización del encuentro la invasión de campo y la expulsión de cuatro jugadoras (dos de cada equipo) por las agresiones.

“En los 20 años que llevo entrenando o relacionado con el fútbol nunca había visto algo similar. Es una pena por las niñas. Somos un equipo muy joven en el que la media de edad no supera los 19 años y sobre todo las más pequeñas vivieron una muy mala experiencia y no tienen ganas de volver a repetir algo similar”, ha declarado el entrenador del equipo cacereño, Ernesto Sánchez, en el diario Hoy de Extremadura. “Era un partido intrascendente, con ambos equipos virtualmente salvados y sin jugarnos nada. Con el 1-1 hubo un encontronazo entre dos jugadoras. La nuestra pidió penalti y el árbitro consideró que no. La comenzaron a incitar de manera violenta con insultos. Luego nos metieron el 2-1 y futbolísticamente no hay nada que reprochar. Una vez finalizó el partido hubo una invasión de campo y fueron directamente a por esa jugadora”. Las jugadoras “intentaron mediar separando y empezaron a recibir golpes, patadas y pisotones. Una señora agarró y arrastró de los pelos a una de las nuestras. Fue una batalla. Llamamos a la Policía y gracias a que acudió muy rápido hubo una dispersión del público. Nos escoltaron a la salida para que no se produjese ningún incidente mayor”, ha indicado el entrenador del Cáceres.

El Comité de Competición de la Federación Española ha abierto expediente informativo sobre un caso en el que la AD Naranjo se ha pronunciado a través de un comunicado oficial firmado por su presidente, Rafael Baena, quien en nombre de la entidad muestra su “repulsa a cualquier acto violento en ningún evento deportivo sea cual sea su naturaleza, causa o causante, y manifestar nuestro pesar al CCF Cáceres por los hechos”.

“Dejar constancia que no está en nuestro ánimo ni culpar al CF Cáceres, ni justificar la actuación de algunas de las jugadoras de nuestro club, pero nos parece totalmente injusto que a todo nuestro equipo se le tache de agresor , y al otro equipo de agredido, ya que tal y como se refleja en el acta arbitral, en el apartado B, jugadoras de ambos equipos fueron agredidas y agresoras, ya que algunas de nuestras jugadoras también sufren lesiones por agresión de las que todavía no hemos aportado los partes correspondientes”, señala el comunicado de la AD Naranjo, en el que expone que “tal y como refleja el acta arbitral, en su apartado C.3, los aficionados que saltaron al campo lo hicieron con la única intención de minimizar las causas de dicho altercado y que fue una sola aficionada local (madre de una jugadora) la que agredió a una jugadora del Cáceres al observar que estaban agrediendo a su hija y que dicha persona fue identificada por la directiva de nuestro club y su identificación facilitada a las fuerzas de seguridad que se personaron en las instalaciones, y que las fuerzas de seguridad una vez identificada esta persona se marcharon de las instalaciones sin más problema”.