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Samu y Abel, dos cómplices en plena competencia

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Paco Merino

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Los sevillanos comparten sensaciones en una temporada crucial en su carrera | “Quiero demostrar que puedo jugar aquí”, dice el ex del Llagostera | “Todo esto es nuevo”, apunta el recién llegado

Son jóvenes -uno 23, otro 20-, nacidos en Sevilla, defensas laterales zurdos y componentes de la primera plantilla del Córdoba. Al menos en este momento, en las instalaciones de Campoamor, donde ambos reivindican su opción de ser piezas útiles en la construcción de un proyecto de ascenso. Samuel de los Reyes y Abel Moreno aparecieron ante los medios de comunicación desplazados a la concentración blanquiverde con un lenguaje gestual muy peculiar. Samu, el mayor, con bigotito castigador y la madurez que supone el haber vivido un ascenso histórico con la blanquiverde y verse después enviado al exilio de las cesiones: pasó por el Lugo y el Llagostera. Abel, el chico, vivió con evidente nerviosismo la primera rueda de prensa desde que es futbolista. Para él todo ha dado un vuelco, Le llamaron para el filial de Tercera y en cuestión de horas le embarcaron en la pretemporada de la primera plantilla, donde no desentona en absoluto dentro del verde.

“Vuelvo con la expectativa de demostrar que puedo jugar aquí, que es mi club. Espero que cuenten conmigo. Vengo con las mismas ganas del primer año, pero con un poco más de experiencia por haber jugado la última temporada en Segunda”, ha contado De los Reyes, que se ha quedado como el amo en una zona de la que salieron Pinillos y Edimar. “Yo me voy a dedicar a trabajar y el míster es el que tiene la última palabra. El tiene la batuta para mandar en el equipo y yo estoy a su disposición, no hay más”, ha relatado un futbolista que se forjó en la cantera del Sevilla y despachó un curso irregular en el Cordoba 13-14, el del ascenso.

En esta campaña recién finalizada fue uno de los actores principales de la excepcional campaña del Llagostera, un modesto recién ascendido que puso patas arriba el final del campeonato. “El secreto es que trabajábamos todos muy bien, sabíamos a lo que jugábamos. No era un juego vistoso ni nada de eso, pero sí que era muy efectivo. La verdad es que nos fue bien, porque nos tiramos dieciseis jornadas sin perder y estuvimos a punto de meternos en el play off, peleando hasta el final. Fue una experiencia buena, pero ahora estoy centradito en el Córdoba”, ha dicho Samu.

“El objetivo es subir o al menos meternos en el play off para luego intentarlo desde ahí. ¿Cómo se hace? Pues como se suele decir, partido a partido. Hay que buscar la victoria pero siempre viendo el juego que exige el Córdoba, que es un club grande. Eso lo asumimos todos”, admite el zaguero, que ha piropeado las sesiones blanquiverdes en Campoamor. “A mí personalmente me encanta que los entrenamientos sean siempre con balón, porque le da otra chispa. Estamos haciendo sesiones muy buenas y para mí es de las mejores pretemporada, si no la mejor, que he hecho en mi carrera de futbolista”.

A Abel Moreno se le notó ante las cámaras bastante más nervioso que en el campo, donde se comporta con desparpajo. En el verde todo se democratiza. Fuera de él se notan los rangos. “Es la primera vez que hago la pretemporada con un primer equipo. Estoy contento por la oportunidad que me ha dado el cuerpo técnico. Estoy feliz por haber venido a este club, donde quiero aprender y dar lo máximo”, dijo el chaval, nacido hace 20 años en la localidad sevillana de Almensilla. Contó que todo fue para él una sorpresa. “Venía con la mentalidad de jugar en el filial, pero me llamaron un domingo para decirme que tenía que ir a los reconocimientos médicos del primer equipo el día siguiente. Fue una gran alegría y quiero disfrutar de esto”.

A la espera de algún fichaje, a Abel le toca competir sanamente por el puesto con alguien del que tenía algo más que referencias. “A Samu le conocía de cuando estábamos en el Sevilla. Juega en mi misma posición y cuando me enteré de que estaba en este club me dio una gran alegría. ¿Jugar aquí? No sé si tengo posibilidades o no. Yo simplemente trabajo día a día y si el míster me ve con opción de jugar, me pondré a su disposición”. No será fácil, pero el Córdoba es ahora una oportunidad para Abel, que ha jugado en la cantera sevillista y llegó desde el filial de Tercera. Se nota bastante el cambio. Aquí juegan todos muy rápido. Antes de que les llegue el balón ya saben lo que tienen que hacer“, reconoce.

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