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“Si no hay unión vamos a acabar derrumbándonos”

José Antonio Romero, entrenador del Córdoba.

Paco Merino

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Romero admite que no es posible levantar el ánimo de un Córdoba que lleva “muerto desde el 8 de marzo” | Dice que lo que pasó con Fede Cartabia tras la expulsión “queda dentro del vestuario”

Otra comparecencia tan dura como tragar arena. Otra vez a explicar algo para lo que ya sobran las explicaciones. “Nosotros llevamos desde el ocho de marzo muertos”, ha admitido José Antonio Romero, entrenador de un Córdoba que acaba de cumplir toda una vuelta completa de Liga sin ganar a nadie. Así, como suena. “Nos dieron por muertos en esa época y ahora que realmente lo estamos, nos encontramos en la gloria porque ya no hay vuelta atrás. No podemos estar vivos estando muertos”, dijo enigmático el técnico de La Roda de Andalucía, que se dedicó a desgranar ante los micrófonos el torrente de calamidades de su equipo. La rueda de prensa ante los medios ofreció el perfil más amargo de Romero. Mientras en un vestuario se escuchaba la algarabía de la fiesta y la esperanza renovada, en el otro se vivía un congreso de caras largas y ánimos muy caldeados.

“Otra vez hemos acabado un partido con inferioridad numérica. Hemos intentado trabajar los que hemos quedado en el terreno de juego ante este contratiempo”, dijo a propósito de las expulsiones, que se podrían calificar como claves en el desenlace del partido si el Córdoba, al menos, hubiera puesto algo más de combatividad. La de Íñigo López, antes de la media hora, la vio así: “Simplemente ha sido una disputa del balón y a mí no me ha parecido segunda amarilla. A pesar de esto, al árbitro le ha cogido en mejor trayectoria para verlo. Igual con el reglamento en la mano sí que es lícita la cartulina”.

Peor fue el caso de Fede Cartabia. El argentino salió del banquillo para cambiar las cosas y lo hizo, pero a peor. Protestó airadamente tras una falta hasta que Teixeira Vitienes le enseñó la roja. De camino a los vestuarios, algún compañero le reprendió. Allí, en la intimidad de la caseta, hubo momentos de tensión. “Todo lo que ha pasado y lo que tenga que hablar con él, queda dentro de los límites del vestuario”, dijo Romero. “Ante estas circunstancias que estamos viviendo y que no son nuevas, ya que llevamos así varios meses, la única solución que entiendo es tener fuerza, trabajo y unión. Si esto no existe, nos vamos a acabar derrumbando”, dejó dicho ante los periodistas.

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