Un preso de primer grado asesina a golpes a otro en la cárcel de Córdoba

Los hechos sucedieron en el módulo de aislamiento cuando el agresor le abrió la cabeza a su víctima tras discutir por el saldo de una tarjeta de teléfono

Muerte a golpes en la prisión de Córdoba. Un preso de primer grado, cuyos apellidos responden a las iniciales F. R., al parecer de de nacionalidad portuguesa, ha acabado brutalmente con la vida de otro interno, M. P., de nacionalidad colombiana y también catalogado de primer grado, en los baños del módulo reservado a los internos más peligrosos y conflictivos del centro penitenciario cordobés, el 15.

Según las fuentes consultadas, los hechos se han producido a primera hora de la mañana, entre las 09.00 y las 10.00 horas. Los dos implicados en el suceso se encontraban en una de las galerías del citado módulo, al parecer haciendo deporte (aunque otras fuentes indican que en un taller), cuando los funcionarios, a través de las cámaras de vigilancia, han observado que, en un momento dado, ambos han iniciado juntos el camino hacia la zona de los servicios en una actitud extraña y a paso muy rápido.

Sospechando que algo grave podría estar pasando, los empleados de la prisión se han apresurado a ver qué ocurría y se han encontrado un escenario lleno de sangre, según relatan. M. P. se hallaba tendido en el suelo con la cabeza abierta a golpes por F. R., un recluso que ya tenía ganada la fama de “peligroso” en los círculos penitenciarios. El presunto homicida, al que apodan El negro o el 4x4, es un hombre de unos 30 años, muy corpulento y, según las fuentes consultadas, conocedor de artes marciales que, sin embargo, no ha opuesto ningún tipo de resistencia a los funcionarios cuando le han reducido. Su víctima, en cambio, llamaba la atención por ser mucho más menudo que él.

La información recopilada por este medio apunta a que, pese a la gravedad de las heridas, M. P. salió con vida de la prisión de Alcolea de donde fue trasladado con urgencia hasta un centro hospitalario en el que los facultativos no pudieron hacer nada por salvarle la vida, certificándose horas después su fallecimiento.

Los internos como F. R., catalogados de extremadamente peligrosos, suelen ser desplazados regularmente de un centro penitenciario a otro para evitar que cojan confianza y puedan causar problemas. Las fuentes consultadas indicaron que el agresor llevaba alrededor de un año en el centro penitenciario de Alcolea y que, hasta el momento, no había protagonizado ningún indicidente con funcionarios, más allá de insultos o actitudes chulescas, aunque todos sabían de su peligrosidad, dada su complexión y su fortaleza física, que todos los días mantenía con largas tandas de gimnasio o deporte en el citado módulo penitenciario. Acerca del historial delictivo de F. R., las primeras estimaciones indican que estaría cumpliendo condena por la muerte de una joven, que se había negado a mantener relaciones con él, a la salida de una discoteca. 

El presunto asesinato de M. P. a manos de F. R. ha sorprendido a los funcionarios de la prisión cordobesa. Las fuentes consultadas señalaron que agresor y víctima mantenían una relación cordial y que era habitual verles juntos en el patio o en la galería en la que practican deporte. Acerca de las posibles causas del incidente, las primeras hipótesis señalan que el origen de la disputa fue que la víctima se negó a compartir con su agresor el saldo que le quedaba de una tarjeta telefónica de 5 euros, aunque se alude a que “tratándose de presos en primer grado cualquier pequeño desencuentro puede acabar de forma trágica porque muchos de los reclusos que están en este módulo también sufren problemas mentales”. Otras fuentes apuntan a la posibilidad de que el presunto asesino ya haya cometido agresiones muy graves en otras prisiones.

El agresor ha pasado a estar en aislamiento provisional y se le aplicará el articulo 75.1 que marca las limitaciones regimentales adoptadas por la dirección de la cárcel. A falta de confirmación oficial es muy posible que el presunto autor del crimen pase a disposición judicial de forma inminente desde el centro penitenciario de Alcolea, señalaron las fuentes consultadas.