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Mendi, el regreso blanquiverde de un corazón de león

Mendi celebra el gol de empate ante el Atlético. FOTO: MADERO CUBERO

Paco Merino

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El asturiano, criado en la cantera de Lezama, asume con goles el protagonismo en el filial del Córdoba y sueña con relanzar su carrera

No hace mucho tiempo, a Sergio Mendigutxía se le abría un horizonte sin límites. Junto a Enric Saborit y Aymeric Laporte, dos compañeros del filial del Athletic de Bilbao, entrenaba con la primera plantilla bajo las órdenes de Marcelo Bielsa. Fernando Llorente, por entonces aún un ídolo en San Mamés, tenía dolores en la cadera tras el partido europeo ante el Manchester United. En la Liga esperaba el Valencia. Con la baja segura de Gaizka Toquero y la probable de Llorente, el técnico argentino ideaba algún cambio. En los medios se especulaba con la posible irrupción de un canterano. Quizá pudiera ser él. La escena de producía hace algo más de año y medio.

En marzo de 2012, el futbolista nacido en Avilés en 1993 figuraba en todas las agendas como un proyecto de futuro para el Athletic. Ese jugador centelleante, internacional sub 19 y debutante precoz en el filial rojiblanco, es ahora Mendi, punta del Córdoba B, colista en el grupo IV de la Segunda División B. En la última semana hizo que su nombre sonara de nuevo. Pablo Villa le incluyó en la convocatoria para el partido amistoso ante el Atlético de Madrid. Mendi debutó con el primer equipo del Córdoba ante un adversario de renombre y las sensaciones que vivió reactivaron su fútbol. Marcó el gol del empate y sus gestos de felicidad expresaban que esa jugada significaba algo grande. “¿Cómo me siento? Es un sueño. Entreno día a día con el filial y aunque Pablo Villa me ha llamado ya para algún entrenamiento, sólo venir era un sueño. Encima juegas, te salen las cosas y marcas gol. Estoy muy contento. No sabía ni cómo celebrarlo”, expresaba el jugador ante los medios.

El domingo pasado llegó su segundo momento. Salió en el once de José Antonio Romero en un partido crucial del Córdoba B ante el Écija Balompié, en el Municipal de El Carpio. Mendi firmó el 1-0, que ha supuesto la primera victoria de la temporada para el filial, que bracea desesperadamente en el fondo de la clasificación para salir a flote. Luego fue expulsado y por eso no podrá disputar el próximo partido en El Palo, que será, como todos los que le faltan al B en este curso, vital para la supervivencia. Mendigutxía, ahora Mendi, se va haciendo de nuevo importante.

Se ha propuesto reconducir su carrera futbolística, que se ha visto condicionada por un episodio difícil, una experiencia vital complicada que Villa recordó cuando los periodistas le preguntaban por aquel chico rubio del filial que tanto había lucido ante el Atlético de Madrid. “Es un chico al que conozco perfectamente, que prometía muchísimo en las categorías inferiores del Athletic de Bilbao pero que tuvo un problema cardiaco serio y que por circunstancias salió de allí”, explicó el técnico de Alcorcón. Ése es el otro partido de Mendi.

Apenas dos semanas después de sonar como posible debutante en Primera con el Athletic, Sergio Mendigutxía sufrió un síncope durante un entrenamiento en las instalaciones de Lezama. Se mareó, perdió el conocimiento y se dispararon las alarmas. Se le realizaron las pruebas pertinentes para prevenir cualquier problema más grave. El chico siguió haciendo vida normal. Retornó a los entrenamientos con el Basconia, pero nada volvió a ser como antes. Apasionado por el fútbol -su abuelo y su padre fueron jugadores-, encontró una barrera para seguir proyectándose en el Athletic. Fue cedido al Collado Villalba madrileño y, tras volver, lo enviaron a entrenar al Amorebieta. En el pasado mercado invernal, decidió salir. Lo llamaron de La Roda, un equipo angustiado que trataba de salvar la plaza en Segunda B, y allí se marchó.

En el equipo albaceteño no terminó nunca de acoplarse. Jugó donde le pusieron y trató de hacer lo que le pidieron, pero aquel sitio no era el suyo. Y en verano le llamó el Córdoba, que a toda prisa construía una plantilla para debutar, previa compra de una plaza, en la Segunda División B. Mendi ingresó en un vestuario jovencísimo, que pronto empezó a recibir las bofetadas de una competición exigente. Al avilesino le costó hacerse un sitio, pero ahora es uno de los nombres punteros de un equipo que logró su primera victoria en la Liga. Con gol de Mendi, un futbolista que se está reconstruyendo a golpes de corazón.

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