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Prevención de Varices en el Embarazo

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María Isabel Martínez

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Se acerca el temido calor del verano para las embarazadas y con él las molestias derivadas de la sobrecarga circulatoria que el embarazo conlleva. Molestias que se hacen visibles en forma de hinchazón de piernas, calambres, sensación de peso o claudicación al andar o incluso, las temidas varices y varicosidades.

¿Por qué aparecen las varices en el embarazo?

La razón por la que las varices suelen aparecer es múltiple y no solamente se debe al embarazo y su sobrecarga circulatoria,  de hecho, la causa más importante es la hereditaria, aunque no la única. Si una persona tiene tendencia genética, tarde o temprano terminará desarrollando las varices, y el embarazo es un buen predisponente para hacerlas visibles, ya que en la gestación las venas que llevan la sangre de vuelta al corazón son comprimidas por el útero en su crecimiento incesante, por lo que la dificultad para ser drenadas correctamente hace que se manifiesten todos estos síntomas expuestos anteriormente y que se agravan por el calor.

Por otro lado está la causa hormonal, en la gestación aumenta mucho una hormona llamada progesterona, que entre otras muchas acciones, actúa en la pared vascular provocando que se dilate. A la misma vez, el volumen sanguíneo de la embarazada aumenta para satisfacer las necesidades del bebé, por lo que la sobrecarga está servida.

¿Existen diferentes tipos de insuficiencia venosa?

Sí, decir que hay dos tipos de insuficiencia venosa, superficial y profunda. La superficial es menos problemática y es la que nos hace visibles los cambios a nivel de piel como los edemas, la hinchazón, las varicosidades y pigmentación de piel o los calambres. Remite en cierta forma cuando desaparece la causa que la originó (como podría ser una gestación) aunque las secuelas (varicosidades) pueden quedar visibles en algunas mujeres para siempre.

La insuficiencia venosa profunda es más compleja, no es visible a simple vista y hay que tenerla más controlada pues podría dar complicaciones como trombosis, flebitis o hemorragias. Por ello, deberá consultarlo con su médico si tuviese antecedentes de este tipo de patología o si sospecha que pudiera tenerla, pues tal vez necesitará medicación específica.

Consejos para evitar la aparición de varices durante el embarazo

  1. Huye del Sedentarismo. Intenta realizar ejercicio moderado y regular cada día. Andar o nadar al menos una hora todos los días para activar bien la circulación sanguínea son dos buenas opciones. Si no puedes andar/nadar tanto rato, fracciona este intervalo en dos. Ve andando al trabajo, bájate del autobús dos paradas antes, sube las escaleras a pie... es cuestión de buscar alternativas si no dispones del tiempo suficiente.
  2. Evita estar mucho tiempo sentada o de pié. Si por trabajo pasas muchas horas sentada o de pié,  levántate y da paseos con cierta regularidad. Intenta no cruzar las piernas estando sentada, ello agrava el problema.
  3. Evita la ropa ajustada y da preferencia a la ropa amplia y fresquita.
  4. Intentar dormir del lado izquierdo el mayor tiempo posible, así evitamos la compresión que ejerce el útero sobre la vena cava, que es la que lleva la sangre de retorno al corazón. No obstante, es imposible hacerlo toda la noche del mismo lado, por ello no te obsesiones en exceso con esto.
  5. No es una mala idea recibir algún masaje cada noche por parte de tu pareja con un gel de piernas cansadas, además de mantener los pies en alto (colocando cojines o almohadones bajo las pantorrillas) un rato antes de acostarnos, haciendo ejercicios circulatorios (mover los pies en círculos y hacia adelante y atrás).
  6. Otra opción bastante recomendable es asistir con cierta periodicidad a un centro especializado donde nos puedan dar drenajes linfáticos. Además de ser muy efectivos, te ayudarán a relajarte.
  7. Usa pantys de compresión normal especiales para el  embarazo. Sí, ya sé que esto en verano como que no pega mucho, pero creedme, funciona bastante bien y aún lo hará mejor si antes de colocarnos los pantys nos aplicamos un gel de piernas cansadas (puedes encontrarlo en farmacias).
  8. Date una ducha fría en las piernas cada noche, utilizando la ducha del teléfono para masajear en círculos las piernas desde abajo a arriba sobre unos 5-10 minutos.
  9. Intenta no ganar mucho peso en el embarazo (mantenernos entre 10 - 12 kg. de media) para evitar una sobrecarga añadida a las ya cansadas venas.
  10. Si haces una escapadita a la playa, anda por la orilla con los pies metidos en el agua  hasta la altura de las pantorrillas o siéntate en el borde de la piscina y haz ejercicios circulatorios con los pies dentro del agua.
  11. Si tienes muchas molestias tipo pesadez, hinchazón o calambres, puedes usar (a partir del segundo trimestre) algún tipo de fármacos estimulantes de la circulación sanguínea (llamados fármacos venotónicos) siempre previa consulta con su ginecólogo.

Esperamos que con estas sencillas medidas, puedas pasar un verano algo más liviano en cuestión de molestias de miembros inferiores. Tómatelo en serio, pues una vez aparecen las varices, ya no desaparecerán espontáneamente.

¡¡Feliz verano!!

Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz

Médico Especializada en Educación Maternal y Recuperación Puerperal.

Especialista en Sofrología, Asesora de lactancia Materna y Educadora de Masaje Infantil

Directora del Centro de Educación Maternal C.E.M. Los Arcos

www.cemlosarcos.es

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