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Palabra de Madre

María Isabel Martínez

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Qué bonito es esto de ser madre ¿verdad?

¡Mira que habré yo oído eso a lo largo de mi vida reproductiva!

Y no os digo que no lo sea en términos absolutos..…pero si hablamos en términos relativos…pues… ¡¡va por rachas!!

La Maternidad es un no parar de sufrir, hoy lo hablaba con una amiga y las dos coincidíamos en los aspectos fundamentales. ¡¡Nos hemos despachado a gusto!!

Cuando son chicos, porque son chicos, cuando son medianos porque son medianos y cuando son grandes porque son grandes…nada, que no hay manera de relajarse con ellos.

Me queda ya un poco lejos, pero recuerdo perfectamente esos primeros años en los que sufrías por todo. Sufrías si no comían, sufrías si lloraban y no sabías el por qué, sufrías si no dormían…¡¡eso sí que era un sufrir auténtico!! Sobretodo cuando te sonaba el despertador a las siete de la mañana y acababas de cerrar un ojo ….sí uno, porque las madres dormimos con un ojo abierto y otro cerrado ¿no lo sabíais? Pues yo con mi hijo pequeño, sufrí cinco interminables años de insomnio, con sus correspondientes cincuenta y cinco mil metros lisos pasilleros y cánticos inventados incluidos. ¡Menos mal que las madres tenemos esa capacidad de adaptación al medio hostil, que pase lo que pase, sobrevivimos en modo zombi!

Sufrías si los niños se ponían malos, lo cual ocurría día sí y día también, por aquello de la adquisición de la inmunidad a tortazos debido entre otras cosas, a  esta manía nuestra de llevar a los niños al cole bien prontito…. (y eso lo digo con algomucho de ironía…) y te los tenías que comer con patatas porque te llamaban de la guarde para que los recogieras, sí o sí. Y tú haciendo despliegue de malabarismos y derroche de simpatía para encontrar abuela receptiva, madre adoptiva temporal, llorarle a  tu jefe con cara de perrillo pachón, a ver si no le molesta que me los traiga al curro o en mi caso, buscando sustituta remunerada por la vía urgente que ocupase mi plaza, o pegando el cerrojazo por fuerza mayor…. ¡¡¡Qué tiempos!!!

Luego…. van creciendo, su sistema inmune por fin se hace competente (es decir, que parece estar funcionando correctamente y  ya no enferman tanto) pero ahora el sistema hormonal de tus enanos comienza a despertarse abruptamente…..no sé si esto es peor, francamente.

Ahora es el tiempo de la rebelión en la república independiente de mi casa, del  “yo solo”, “eso no me gusta”, “no quiero”, “mamá, tonta” y qué se yo más…. Ahora salir de paseo se transforma en una guerra cuerpo a cuerpo desde el mismo momento en que planteas la salida. Ponte esto, cariño, que nos vamos al parque. ¡¡Ese es el detonante!! A partir de aquí, ya todo son rabietas, llantos, chantajes emocionales, oposiciones, truco o trato…..vamos a ver cariño, ¡¡que vamos al parque!! que no vamos al supermercado ni nada parecido…Dios mío, dame paciencia…¡¡pero dámela YA!!

Pasada la etapa de la negación por pura oposición y la de la autosuficiencia por la misma razón, viene la etapa de los estudios, que sigue conviviendo y coincidiendo en tiempo presente con la rebomba hormonal (esa que ya no se apacigua hasta…hasta…..bueno no sé hasta cuándo….por aquí, seguimos en ello) y si te salen listos y aplicados, pues te puedes relajar, pero si te salen perráncanos y apáticos como fue (es) mi caso….sufrimientos de nuevo y más sufrimientos….otra vez. Ahora además de madre, psiquiatra, consejera sentimental, pediatra, cocinera, choferesa, mediadora, y un largo etcétera de profesiones más, te tienes que transformar en profesora particular de tus hijos, y encima tienes que repasarte el inglés  (o en su defecto, aprenderlo) porque les dan Conocimiento del Medio  (Science) en esa lengua extranjera,….que no se enteran de nada los pobres… pero queda de lujo de puertas para afuera. ¡¡¡Y yo era de alemán!!!

Recuerdo que mi estupendo, cuando llegaba fin de curso, siempre me hacía un regalo por lo bien que había sacado mis estudios de primaria, secundaria, bachiller….este año empiezo en la universidad de nuevo….¡¡¡me hace una ilusión volver a licenciarme!!!

La adolescencia estoy por saltármela de cuajo…..madre mía… ¡¡¡eso sí que es poner a prueba el sufrimiento de una madre!!! Y digo yo…¿cuánto les dura a los niños de hoy en día la adolescencia? ¿No se sale de ella nunca jamás?...…porque a mí me está viniendo de larga…… Esa bendita etapa en que se creen que saben más que tú, se creen que su madre no se entera de nada, que estamos estancadas en el Medievo, que todo lo que haces o dices es por fastidiarlos ¡¡jamás por su bienestar!!,  que estamos acorazadas frente a los malos modos y no nos afectan.  Ni sentimos ni padecemos, de nuevo en modo zombi. Y que no saben que cuando ellos van…una ya ha vuelto al menos siete veces y que las madres tenemos ojos en la nuca.

Que nos hagamos las tontas en determinados momentos no siempre supone que no sepamos de sobra que ya tiene novia, que hoy está triste o decepcionado, que hoy ha fumado o que hoy venía algo chisposo, por no decir que traía una cogorza que él creía que no se notaba,..…pero …en fin…¡¡qué sabremos nosotras, sólo somos madres!!

Mucho me temo que ahora vuelvo a tener insomnio….me paso las noches en vela sufriendo el paso de las horas y  esperando a que el último mono de mi compañía se haya recogido para poder cerrar un ojo…porque sigo durmiendo igual, con un ojo cerrado y el otro abierto. ¡¡Tengo a mi Pou más bonito que un San Luis!!

Mi próxima parada (aunque hoy ya nunca se sabe): ¡¡la hora de la independencia!! Esa en la que se van de casa, pero te traen la ropa los fines de semana para que se la laves y planches, se llevan los tuppers con la comida para la semana y te piden perrillas para ir tirando y el usufructo del coche, mes sí y mes también….Y ahora sufriré por si están bien, si comen bien... que los veré muy canijillos, si llegarán a fin de mes…. Ya os contaré. Igual me independizo yo antes.

Ya veis…crecen los niños y crecen los problemas…..y eso teniendo dos hijos excepcionalmente buenos y nobles como los tengo yo….que si encima me hubieran salido problemáticos……

No, ahora en serio, jeje….poniendo en la balanza unas cosas y otras…creo que las satisfacciones superan con creces a estos pequeños episodios narrados en clave de humor.

No quiero que os quedéis con la posible sensación de que la Maternidad no compensa, que sí lo hace y mucho (otro día hablaré de las bondades de la misma), no seré yo quien cambie esta experiencia por nada del mundo, pero que no me digan que en la Maternidad no se sufre ¡¡¡porque se sufre… y mucho!!!

Palabra de madre.

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