Al alba...

...con tiempo duro de levante, con fuerte levante, 35 nudos de viento, salieron cinco helicópteros, tres helicópteros Coughar que transportaban dos equipos de operaciones especiales, con un total de 28 soldados que llegaron a la isla Perejil, y otros dos helicópteros Bolkov que se quedaron sobrevolando la zona en misiones de apoyo... (17 08 02)

Es muy difícil, por no decir imposible, no partirse la polla, el coño, toda la zona perianal o la caja, al recordar estas solemnes palabras del entonces ministro de defensa del Reino de España, señor Federico Trillo, al relatar la gran misión de nuestras fuerzas armadas cuando retomaron para nuestra soberanía un peñón mediterráneo defendido por unas cuantas cabras y seis soldados marroquíes que se hicieron fuertes en el enclave.

Escuchando al entonces ministro, lo de Iwo Jima, la playa de Omaha, Dunkerque o –desde el otro lado- el ataque a Pearl Halbour parecieron ser simples maniobras.

Y es que la deriva épica de Trillo le viene de su pasión shakesperiana: Trillo escribió (o firmó) un libro titulado “El poder político en los dramas de Shakespeare” (Espasa, 1999).

No sospechaba entonces el exministro y exembajador que en la épica hay cierta espiral que convierte al héroe en villano, que lo que sube, baja, y que en cada uno de los dramas del bardo de Stradford se esconden secretos en el envés de la trama de la historia que sólo el paso del tiempo y los nuevos espectadores revelarán.

Federico Trillo: 1.- No has leído bien a Shakespeare. 2.- No eres la España que quiero. 3.- No tienes vergüenza. 4.- No tienes dignidad. 5.- Tendrás un montón de cosas, no me importa; pero ésas no. 6.- Podrías haber sido un gran humorista. 7.- Hazte tertuliano o algo así, reconviértete.

Los hijos que no tuvimos se esconden en las cloacas, comen las últimas flores, parece que adivinaran que el día que se avecina viene con hambre atrasada. Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga, quiero que no me abandones amor mío, al alba.