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¡Oh capitán mi capitán!

Miguel Ángel Luque

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Posiblemente al leer el título del post de esta semana, muchos habrán pensado que me iba a referir a la escena final de la extraordinaria película El Club de los Poetas Muertos protagonizada por Robin Williams, donde los alumnos de la Escuela (y miembros del Club) despiden a su profesor expulsado montándose encima de sus pupitres ante el monumental enfado del director. Otros,  con más bagaje literario, lo habrán relacionado con el  poema de Walt Whitman escrito en homenaje al Presidente  Lincoln después de su asesinato. Más o menos todo está relacionado ya que el “ Capitán” del que voy a hablar es Diego Pablo Simeone.

No admiraba especialmente a Simeone como jugador, si bien lo que no podía obviar de él era su espíritu de lucha, su compromiso con el club y como contagiaba todo lo anterior al resto del equipo. Tenía un entrenador que me decía que cómo jugabas lo hacías todo en tu vida, y por los resultados que está obteniendo el “Cholo” se puede afirmar que el espíritu del jugador ha transcendido al entrenador.

Lo más llamativo del cambio de rumbo del Atlético de Madrid desde la llegada de Simeone, es precisamente su punto de partida, la situación que se encuentra el entrenador cuando decide hacerse cargo del equipo, con la temporada ya empezada (diciembre de 2011),  un devenir triste en Liga y aprobado raspado en competiciones europeas. El diagnóstico del equipo era, en mi opinión,sencillo: un equipo falto de confianza ya que los resultados obtenidos no se correspondían con el nivel de expectativa puesto en él (histórico del fútbol español). Cuando un equipo no confía en sí mismo ni los miembros del equipo entre ellos cualquier propósito de mejora propuesto, es percibido como un foco de posible conflicto donde se puede generar tensión e incomodidad, y con tal de no entrar en esa zona finalmente se opta por decir, no lo que piensas sino aquello que es políticamente  correcto ya que la verdadera opinión se traslada a foros no oficiales (grupitos de compañeros, periodistas, directivos…). Este desapego por la solución da paso a la falta de compromiso, y aunque en las reuniones se finja ese “falso” compromiso con el equipo y sus objetivos, la realidad devuelve otro resultado bien distinto. Los miembros del equipo eluden responsabilidades, se instalan en la queja y esperan a que sean otros los que cambien y asuman su responsabilidad. Finalmente este escenario degenera en la peor opción que puede encontrarse un equipo y ésta no es otra que la búsqueda del resultado individual por encima del resultado colectivo. Este es el ejemplo de un equipo de fútbol pero este es un problema crónico en muchas Organizaciones. ¿Verdad que te suena?

Las primeras declaraciones del Cholo fueron : “ Quiero un equipo agresivo, fuerte, aguerrido, contragolpeador y veloz. Eso que nos enamoró siempre a los atléticos. Vamos en busca de lo que fue nuestra historia”. Simeone comienza su andadura ejerciendo de líder  y su primer reto no es otro que crear un Equipo, con mayúsculas,  y a ese equipo lo dota de Identidad  (agresivo, aguerrido, fuerte), le da una Misión, enamorar a la afición y un Propósito, reconocerse y reencontrarse como equipo. Además consiguió algo que no está alcance de todos los entrenadores, logró inmunizar al Equipo de sus estrellas, es decir, el equipo dejó de estar al servicio de los cracks , para que éstos se pusieran a trabajar para el equipo.

Para los que creemos firmemente en esta filosofía organizacional, los resultados llegaron y además de forma brillante, ya que el Atlético le arrebató el título de la Copa del Rey el año pasado al Real Madrid, después de una estadística demoledora a favor del eterno rival. Comparto el enlace a la entrevista que le hicieron recién acabada la final, http://www.ivoox.com/simeone-emocionado-habla-futre-cope-hoy-audios-mp3_rf_2052772_1.html, donde es emocionante escucharle hablar de sus chicos (gladiadores), de los aficionados, del Club, de su familia… en definitiva el equipo se reencontró con su Historia. ¡Oh Capitán mi capitán!, Cholo Simeone, ¡que grande sos!. BE TIM.

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