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José María Bellido: “Aspiro a ser como Paco de la Torre en Málaga”

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Alfonso Alba

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Son las 12:00 y suenan los acordes del reloj de la Plaza de la Corredera. Apenas han pasado cuatro días desde que José María Bellido fue nombrado oficialmente por el Partido Popular candidato a la Alcaldía de Córdoba (la entrevista se realiza la semana previa a Semana Santa) y todavía sigue recibiendo felicitaciones por la calle. “Enhorabuena” es la palabra más repetida entre las cinco personas que le saludan en el trayecto que va de Capitulares a la Corredera por la calle Espartería.

José María Bellido es muy joven (tiene 40 años), pero lleva muchos años en política. Se afilió a las Nuevas Generaciones del PP en los 90, cuando José María Aznar todavía era presidente del Gobierno, y con apenas 33 años fue teniente de alcalde de Hacienda del Ayuntamiento que ahora quiere presidir. Actualmente es portavoz municipal del PP y líder de la oposición desde que sucedió a José Antonio Nieto, que se presentó como diputado al Congreso, primero, y que después fue nombrado secretario de Estado de Seguridad por el ministro José Ignacio Zoido.

Moderado en el lenguaje y muy educado, se nota que Bellido habla ya en clave candidato. Ha cambiado, levemente, su estética, y se muestra abierto y cercano con la gente con la que se cruza, hasta con la pareja de guiris que en inglés le preguntan por dónde se va a la Mezquita. Son las 12:00 en punto cuando pulsamos el Rec de la grabadora en una de las plazas con más vida de la ciudad, donde el tránsito de comerciantes, el ir y venir de vecinos, y hasta el trasiego de turistas no para durante la hora de conversación.

PREGUNTA. Ya eres candidato. ¿Harás promesas como las de Nieto de no volver a presentarte a alcalde si hay un parado más que cuando asumas el cargo?

RESPUESTA. Mira, lo importante no es la promesa del político, sino el trabajo serio. Esta Corporación me duele. Creo que estamos perdiendo oportunidades. Ya nos pasó en el mandato de Rosa Aguilar. En los años de la bonanza económica, Córdoba no aprovechó esa situación para salir adelante. Nosotros hicimos un esfuerzo muy importante para que un Ayuntamiento que estaba en ruinas, que es verdad, no quebrara. Me ha dejado un mal sabor de boca. Ahora, con una economía que crece al 3% y con un Ayuntamiento que tiene a final de año 100 millones de euros en la caja, la ciudad no está aprovechando esta bonanza para tener un proyecto sólido que dé oportunidades y empleo a los cordobeses. Ese sí será el santo y seña de mi mandato. Si quiero hacer algo es unir a la ciudad en un objetivo común en el que todos, sin mirar ideologías, trabajemos, y que eso signifique más oportunidades para incorporar a los jóvenes al mercado laboral.

"El ejemplo más claro en transformación urbana y en el cambio de la ciudad es el que ha hecho Málaga"

P. ¿Qué competencias reales tiene un ayuntamiento para crear empleo? Están transferidas a la Junta y al Gobierno, pero en políticas activas de empleo el municipio poco puede hacer, ¿no?

R. El empleo no lo crea el Ayuntamiento, ni la Junta ni el Gobierno. El empleo lo crean en este caso los cordobeses y los que quieran venir de fuera a invertir en la ciudad. ¿Qué puede hacer el Ayuntamiento? En este caso, crear un ecosistema para que se cree empleo. ¿Cómo se hace? En primer lugar, en Córdoba tenemos una oportunidad de bajar impuestos porque sobra el dinero. El Ayuntamiento tiene más dinero del que gasta y se le queda en la caja. No tiene sentido tener 20 millones de superávit y 100 millones en la caja. Ahora toca bajarlos, porque se puede. Y luego hay que crear una oficina estratégica para atraer inversores a la ciudad. Y desarrollar los proyectos de los que llevamos 24 años hablando. En políticas de empleo no tenemos competencias, pero sí en todo lo demás: en hacer que las licencias vayan más rápido, en desarrollarnos urbanísticamente, en crear una ciudad atractiva para el turismo y la cultura, en mejorar el sector socio sanitario... El ejemplo más claro en transformación urbana y en el cambio de la ciudad es el que ha hecho Málaga. Y nosotros no somos menos que Málaga.

P. ¿Planteas aplicar en Córdoba el modelo Málaga?

R. Nosotros tenemos nuestra propia idiosincrasia y características. Y ni nosotros somos Málaga, ni Málaga es Córdoba. Pero fíjate que en Málaga, que hace 20 años era una ciudad que vivía del turismo de sol y playa, hoy en día es una ciudad que tiene una industria de base tecnológica de las más importantes de todo el Sur de Europa. Y destaca por su oferta cultural. Eso antes era impensable. Nosotros tenemos cosas que Málaga no va a tener en la vida, como un patrimonio histórico y cultural imbatible. Tenemos un campo en toda la provincia del que somos referencia y que Málaga jamás va a tener. Y un campus de excelencia agroalimentaria que Málaga jamás va a tener. Málaga tiene otras cosas, que nosotros nunca tendremos. Entre otras, cosas tiene un puerto que geográficamente para nosotros es imposible. Pero lo que te quiero decir es que teniendo en cuenta la experiencia de Málaga en sus últimos 25 años, tenemos que aprender de sus políticas de éxito. Tenemos que saber hacia dónde queremos llegar, ir todos juntos... Paco de la Torre lo ha logrado en Málaga. Ha conseguido que toda la ciudad siguiese el mismo camino trazado. Eso es posible en Córdoba aplicando nuestras propias ventajas competitivas.

"En Córdoba llevamos 30 años hablando de lo mismo"

P. Córdoba no ha encontrado aún su modelo productivo.

R. Yo creo que sí lo ha encontrado. El problema de Córdoba no está en el modelo productivo, está en tener gestores que sean capaces de desarrollarlo. Te explico por qué: si cogemos los planes estratégicos que se han redactado desde los años noventa, en todos se repiten las mismas, las mismas claves. La primera: la posición de Córdoba como eje logístico. Llevamos hablando 30 años de lo mismo, ¿pero qué se ha hecho en la ciudad? La segunda, la tenemos clara y estamos en la Corredera para comprobarlo: el patrimonio cultural. Es un potencial para el turismo profesional, de ferias, de congresos y de ocio. Y luego, tanto el socio sanitario como el agrícola siguen estando ahí. Después, tenemos que apostar por la industria tecnológica. Córdoba tiene muchas ventajas sobre otras ciudades. Las empresas tecnológicas no buscan las grandes urbes, sino ciudades como Córdoba con precios asequibles para el alquiler, sueldos asequibles, en sitios donde te puedas desplazar con facilidad y rapidez andando o en bicicleta. Eso lo tenemos en Córdoba. Lo tenemos que saber ofrecer. Unos gobiernos porque no han sabido y otros porque no han tenido las condiciones económicas favorables no lo han hecho. Lo que necesitamos es un alcalde y un gobierno que sepa desarrollar lo que cualquier cordobés al que le preguntemos sabe que hay que hacer. No es una cuestión de saber cuál es el modelo, sino de saber aplicarlo.

"No es una cuestión de saber cuál es el modelo, sino de saber aplicarlo"

P. ¿Temes que en la próxima campaña pese mucho la gestión de los cuatro años que hizo el PP de 2011 a 2015 cuando estuviste al frente de Hacienda? Hubo muchísimas movilizaciones en la reordenación municipal que se decidió.

R. Mira, de los gobiernos del 11 al 15 lo único que puedo sentir es orgullo. En un panorama difícil supimos salir adelante. Aunque no gobernamos volvimos a ganar las elecciones, en un entorno que nos perjudicó mucho. Se votó en clave nacional y no local. Entonces, tuve que hacer un esfuerzo que le pedí a los cordobeses porque la alternativa era cruel: cientos de despidos, autónomos sin cobrar sus facturas... Y aquello salió bien. Yo no tengo ningún problema en hablar de la gestión de entonces. Ahora no toca eso. Ahora Córdoba está en disposición de que una vez arreglada la situación teníamos una magnífica oportunidad de tirar para adelante, y eso es algo que me puede porque se pudo hacer en los cuatro años siguientes. Ahora, Córdoba sigue siendo la provincia española con más paro y la segunda europea tras Macedonia Occidental, y en crecimiento económico somos los últimos de Andalucía, el 1,7 cuando la media nacional está en el tres. Ese es el drama de esta ciudad. Por eso sigue habiendo personas con necesidades sociales. No se está aprovechando ese trabajo que se hizo, que fue difícil, que tuvo desgaste político, pero con el que se logró llenar una despensa que estaba vacía. Ahora mismo no se está haciendo. Córdoba no puede seguir perdiendo oportunidades de futuro. Y ese es mi papel como alcalde.

"En el mandato anterior nos pasamos de querer arreglar cosas"

P. A tres años vista de aquel mandato siempre se tienen que ver cosas que no se hicieron del todo bien. E incluso de algunas decisiones de las que con la vista atrás te puedes arrepentir de haber tomado.

R. Sí, se puede hacer autocrítica. Y la voy a hacer. Mirando las cosas con perspectiva, en algunas pudimos equivocarnos. No con mala intención, pues fue un gobierno muy honesto en el más amplio sentido de la palabra. Quizás, nos pasamos de querer arreglar cosas. Si de algo me arrepiento es de haber tenido que adoptar alguna medida que quizás no hubiera hecho falta. Eso tuvo un desgaste político. Me refiero a medidas laborales. Era honesto, y se estaba tomando una medida que con los números en la mano era necesaria. Pero, ¿si no se hubiera tomado hubiera pasado algo? Pues a lo mejor tampoco. Nos centramos tanto que quizás se nos olvidaron algunas cuestiones como dialogar o escuchar al contrario. Pero te digo, no por maldad, sino por un exceso de querer arreglar tanto, tanto... Pero de todo en la vida se aprende. Y de esas cuestiones hemos tomado nota.

"Hay una Córdoba muy institucional que uno puede confundir y pensar que es la real"

P. Dicen que en el Ayuntamiento existe un síndrome llamado de Capitulares que desconecta al político que alcanza el poder de contacto alguno con la calle y con sus ciudadanos.

R. Eso creo que le está pasando a los actuales inquilinos. Hay una Córdoba muy institucional, muy respetable por otra parte, que uno puede confundir y pensar que es la real. Y de eso también he tomado nota, te lo puedo asegurar. Mi candidatura, mi campaña y mi Alcaldía van a ser absolutamente cercanas en la calle, en los barrios, reuniones pequeñas, no grandes mítines, y atendiendo los compromisos institucionales. Como alcalde hay que hacerlo pero la ciudad es mucho más grande, mucho más amplia, hay más personas, y en los colectivos hay más gente que solo los presidentes. Ahí es donde uno tiene que estar para que efectivamente no se le vaya la cabeza.

P. La gente de la calle también vive ajena a lo que pasa en Capitulares. Hasta los plenos. Tanto los políticos como nosotros los periodistas quizás acabamos dándoles más importancia que la que de verdad tienen. Y ojo, que un Pleno es muy importante.

R. Te voy a poner un ejemplo que se entiende mucho mejor, y no voy a tratar de arrimar el ascua a mi sardina: lo que está pasando en Ciudad Jardín. Se propone una peatonalización de una calle. En principio están de acuerdo la federación de vecinos, los comerciantes y el Ayuntamiento. Pero cuando preguntan uno a uno a los comerciantes de las calles, el 70% dice que no quieren la peatonalización. Y ahí es donde ves que hay una diferencia entre los representantes y los representados. Al final, hay que estar pendiente de esto porque si no se vicia la representación. Esto parece más el despotismo ilustrado.

P. Todo por el pueblo pero sin el pueblo.

R. Yo voy a luchar por que eso no pase y por que no me pase a mí tampoco. Me equivocaría y sería malo para mí, para el Ayuntamiento y para la ciudad.

P. Nos hemos adelantado un poco a una parte de la entrevista que quería dejar para más adelante. Las consultas populares. El PP ha pedido una consulta sobre el nombre de las calles. Córdoba es una ciudad donde se considera que la participación ciudadana está a la vanguardia de España y donde nunca se ha hecho una consulta así. Pero el PP no atendió otras demandas en su momento. El PP recogió más de 8.000 firmas para que no se tocaran las calles. Pero hay otro asunto de ciudad como es el de la titularidad y gestión de la Mezquita Catedral que logró más de 400.000 firmas y el PP no lo atendió. ¿No hay una contradicción ahí?

R. No. Son cuestiones muy distintas y afectan al ordenamiento jurídico de manera diferente. En las calles, lo que yo he defendido es que no hay nadie que esté en posesión de la verdad sobre cómo se aplica el artículo 32 de la Ley de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía sobre el cambio de nombres. Hay posiciones distintas. En Cádiz, que gobierna Kichi, que es alcalde de Podemos, se mantiene el nombre del teatro José María Pemán. Aquí se quita la calle. En Vallellano hay ciudades como Palencia que han cambiado el nombre y otras como Madrid que lo han mantenido argumentando que durante la Guerra Civil fue presidente de la Cruz Roja y alivió el sufrimiento de la población. Entonces, como no hay nadie que esté en posesión de la verdad sobre la interpretación y siendo calles que en la ciudad de Córdoba no son cualquiera (la calle Cruz Conde, principal vía comercial de la ciudad, Vallellano, que es una arteria muy importante, o Cañero, muy arraigada en el barrio), lo que pedía es que se consultara previamente a los vecinos si estaban de acuerdo o no con el cambio. En esas calles solamente. Esa decisión no hubiera sido vinculante. Se ha rechazado porque se sabía que esa consulta se iba a perder.

"La consulta sobre las calles se ha rechazado porque se sabía que se iba a perder"

En cuanto a la Mezquita, estamos hablando del derecho a la propiedad privada, que está recogido en la Constitución. Eso no puede estar en manos de una consulta. Entonces, caeríamos en una inseguridad jurídica brutal para todos. No puedo plantearle a nadie que algo que está a nombre de la Iglesia se consulte si estamos de acuerdo o no que es suyo o tiene que ser de todos. Creo que esa cuestión, que no tiene base jurídica, se debería dirimir en los tribunales. Entiendo que hay una reivindicación de una parte de la población que entiende que eso debe ser público. La respeto, aunque no la comparto. Estoy convencido de que en un tribunal eso no tiene ningún recorrido. Y por eso nunca se ha llevado a los juzgados. Pero no podemos discutir las propiedades privadas en otros ámbitos.

P. Has puesto como modelo a Málaga. La ciudad ha resuelto rápidamente este asunto. Un ayuntamiento del PP le quitó el nombre nada más y nada menos que al hospital, que era Carlos Haya. Y allí no pasó nada.

R. Entiendo la posición de Málaga. Hay cosas más importantes en las ciudades que ponernos a debatir sobre este asunto. Es la opinión mayoritaria que he encontrado entre los ciudadanos, más allá de los que firmaban o no. Y tienen toda la razón. Hay cientos de cosas más importantes que resolver en Córdoba antes que ponernos a debatir sobre el cambio de nombre de las calles. Y entiendo que en Málaga, el alcalde, que es una persona que es un ejemplo para mí, haya tratado de resolverlo con consenso y sin entrar en líos. El problema es que aquí no se ha buscado el consenso, Alfonso. No he tenido ni una conversación, ni una, con la alcaldesa sobre el tema de las calles. Y no hubiera costado trabajo. Ten en cuenta que el 95% del dictamen se ha votado a favor. Y logré, que no querían, que en el Pleno pudiésemos votar a favor del 95%, de que se exhumen las fosas comunes... Solo había discrepancia en cinco calles. Pero se ha querido buscar la discrepancia por parte de los equipos del Gobierno y etiquetar al PP como un partido del pasado...

"Hay cientos de cosas más importantes que resolver en Córdoba antes que ponernos a debatir sobre el cambio de nombre de las calles"

P. ¿No habéis caído en la trampa entonces? Al final, habéis acabado recogiendo firmas y hablando mucho de esto.

R. Pues mira, no. Una mayoría social está en contra del cambio de esas calles. Por dos motivos. Primero porque entienden que hay cosas más importantes de las que hablar. Y segundo, porque en el caso concreto de esas cinco calles de las que estamos hablando nadie las relacionaba ni las ha relacionado nunca con la Dictadura. Yo sí le he preguntado antes a los cordobeses en estudios sociológicos y sé las respuestas que dan los cordobeses. Por eso creo que se han equivocado. Y sobre todo, sobre todo, sobre todo, hay cosas mucho más importantes que hacer, y desde luego cuando sea alcalde te puedo asegurar que esta no será la prioridad. Hay que luchar contra el desempleo, las desigualdades...

"Cuando sea alcalde haré una consulta sobre las calles y si sale que no, se quedarán"

P. No quiero que en la entrevista nos centremos en esto. Y ya te hago una última pregunta. ¿Vas a cambiar las calles directamente o piensas hacer antes una consulta popular?

R. Sí, sí, sí. La haré.

P. ¿Y si sale que no?

R. Pues si sale que no se quedarán. Pero tengo que ser coherente con el planteamiento que he hecho y no puedo decir una cosa y hacer la contraria. Por supuesto, aceptaría el mandato que me dieran los cordobeses. Y antes de tomar cualquier decisión, me asesoraré jurídica e históricamente.

P. ¿Cómo es tu relación con la alcaldesa?

R. Pues prácticamente inexistente. Como te he dicho antes, hablamos bastante poco. Es cordial cuando nos tratamos. Pero en lo que le importa a los ciudadanos, que no es si nos llevamos más o menos bien, si nos caemos más o menos simpáticos, sino en si nos sentamos juntos a trabajar es prácticamente inexistente. No ha habido ni una junta de portavoces, ninguna ¿eh?, para tratar ningún asunto de ciudad. No ha habido junta de portavoces para hablar del Metrotrén, no ha habido junta de portavoces para hablar del Centro de Convenciones o de qué vamos a hacer con el solar de Miraflores. Ni una reunión. Insisto. Creo que es un error. Un alcalde tiene que estar por encima de ideologías y de partidos. Si hay cosas buenas en la ciudad, son buenas para todos y tenemos que sacarlas adelante con la ayuda de todos. Por eso insisto tanto en decir que si soy alcalde, que lo seré, buscaré acuerdos en temas de ciudad con todos los partidos. Eso es bueno. En las poquitas cosas que no ha habido esa junta pero se nos ha pedido colaboración, a mí, al PP o al Gobierno de la Nación, se ha hecho. Y solo ha habido dos cosas: el Metrotrén y Rabanales 21. Son las únicas excepciones. En los dos casos al final el resultado ha sido bueno.

"Mi relación con la alcaldesa es prácticamente inexistente"

P. ¿Qué le queda a Renfe para poder firmar el acuerdo con el Ayuntamiento?

R. Ya no hay que firmar acuerdo con el Ayuntamiento. Al haber sido declarado el Metrotrén de servicio público la operativa la hace Renfe y el contrato lo tiene que firmar esta compañía con el Ministerio de Hacienda y a través del Ministerio de Fomento. Lo que quedan son unos flecos administrativos para que eso eche a andar. Ese ha sido un proyecto ejemplar de lo que debe ser un buen alcalde. José Antonio Nieto se inventó el proyecto, por así decirlo. Recuerdo que aquello fue acogido con bastante escepticismo e incredulidad por la inmensa mayoría de la sociedad cordobesa. Pero él lo vio claro y se peleó en las instituciones, con Fomento, Renfe, Adif. Y dentro de unos meses va a estar andando.

P. Me sorprende por desconocimiento por mi parte. ¿El proyecto ya no depende del Ayuntamiento sino exclusivamente del Gobierno?

R. 100 por 100. Ya no hay ningún tipo de responsabilidad municipal.

P. ¿Y se va a llamar Metrotrén, no va a ser Cercanías?

R. Cada uno que lo llame como quiera. Formalmente yo sé que eso es un Cercanías, Renfe no opera con el nombre de Metrotrén. Pero creo que Metrotrén es una buena marca para explicar lo que se quiere aplicar en Córdoba. Al final no deja de ser una línea que va a unir la propia ciudad. el núcleo urbano con la periferia y en el futuro con otras zonas también de la ciudad. Es en el fondo una línea metropolitana.

"Antes de que llegue el tren a Marbella vamos a tener un Metrotrén"

P. Si estamos hablando de la inminencia de la puesta en marcha del servicio necesitaríamos ya una reforma de las líneas de Aucorsa.

R. Los deberes aquí están muy repartidos. A mí me molestaría mucho, mucho, mucho, porque hemos tenido que pelear mucho este proyecto, porque sacarlo adelante es competir con proyectos de toda España. Todo el mundo quiere un tren en su tierra. El otro día en Marbella estaban hablando de que quieren que llegue el tren, que se para en Fuengirola. Pues mira, antes de que llegue el tren a Marbella vamos a tener un Metrotrén. Esto es una competencia con toda España que significa ir a Madrid, hablar con el Ministerio, pelear para que venga dinero para las estaciones... Y no es fácil. Esa realidad que hay detrás de la política muchas veces no se reconoce. Por eso nos duele que se desperdicien los proyectos, porque detrás de ellos hay muchas jornadas de trabajo. Ahora lo que me molestaría es que se buscara desentenderse del Metrotrén. Decir, bueno, ahí está y que ahora funcione. Lo que Aucorsa tiene que hacer es remodelar todas sus líneas. Lo inteligente y lo que el sentido común dicta es que habrá que hacer lanzaderas desde la periferia para acercarlas a las estaciones de tren. Para que el sistema público de transporte mayoritario sea el tren, que es el menos contaminante, y se priorice sobre el autobús y los coches. Y lo que el sentido común dicta es que se hagan aparcamientos en las estaciones para que el que no quiera desplazarse en autobús en su vehículo privado pueda ir hasta el Metrotrén. Y va a ser una auténtica revolución si se hace bien. Vas a vivir en Alcolea o Villarrubia y en cinco o diez minutos vas a estar en el centro de Córdoba. El otro día conocí el caso de una chica que vive en Encinarejo. Trabaja en sanidad y con horarios de noche. Estaba buscando ya alquilar un piso en Córdoba, porque no le convenía tanto ir y venir con el coche. Pues lo ha parado a la espera del Metrotrén.

"Córdoba necesita que nos dejemos de pegos"

P. La política en general se ve desde fuera como un toma y daca. Si no eres de mi partido lo haces todo mal, y si eres de los míos lo haces todo bien. No sé si crees que hay algo bueno que haya hecho este gobierno municipal.

R. Sí. Todos los ayuntamientos han hecho cosas buenas. Si no, la ciudad no habría evolucionado. La Córdoba de hoy no es la de los años setenta. Si me preguntas por algún ejemplo de la alcaldesa actual, a mí me parece una magnífica iniciativa el Festival de las Flores, por ejemplo. Si se mima y se trata adecuadamente, puede tener un impacto internacional impresionante.

P. Bueno, pero ese festival ha venido. No sé si se ha ido a por él. Se trata de un evento patrocinado por el señor Fu, que se enamoró de Córdoba y quiso montar aquí su propio festival de las flores.

R. (Risas). Pues no lo sé. Lo que te digo es que antes no estaba y ahora está. Y supongo que algo habrán hecho la alcaldesa y el Ayuntamiento.

P. El Centro de Convenciones se empezó en el mandato anterior, la obra se paró y ahí sigue. ¿Lo veremos acabado en este mandato?

R. Ahí es donde empezamos a entrar en la materia que a mí me preocupa. Este gobierno se tiene que dejar de pegos. Y Córdoba necesita que nos dejemos de pegos. Que muchos hemos tratado en esta entrevista, que si las calles, la Mezquita... Al final, ¿eso en qué queda? Eso queda en nada. En titulares de periódicos. Y los deberes sin hacer, y el tiempo apremia. El Centro de Ferias tiene importancia porque Córdoba, si quiere trabajar uno de los grandes ejes, como su patrimonio cultural insuperable, tiene potencial de turismo de ferias y de congresos de gran formato. Sin tener centro de ferias, Córdoba celebra hasta 11 al año. Y serían muchas más si tuviéramos el centro. Y llevamos tres años y no sabemos qué pasa con él. A mí me ha molestado profundamente que se haya querido echar tierra sobre la labor anterior. Cuando el equipo de gobierno dice que se adjudicó por un precio inferior... Oiga, no estaba en baja temeraria. El Palacio de Congresos de la calle Torrijos sí estaba en baja temeraria. Este no. Ahora, ha habido un problema con las constructoras, porque han tenido problemas en toda España. Mala suerte. Porque eso es inevitable. Pero han tenido tiempo suficiente en desenredar la supuesta madeja, porque están tardando más en hacerlo que en lo que se tardó en ponerlo en marcha.

P. Pero está pasando con todas las administraciones. Hasta la obra de la Biblioteca del Estado se ha parado.

R. No es el mismo problema, exactamente. Ahí ha habido un problema, que también hay que resolver, pero el proyecto que se hizo, que estaba bien, cambió la ley y ha habido que adaptarlo a la nueva normativa. Eso ha provocado un retraso en la obra, pero no es exactamente el mismo problema. Una es un caso de pura gestión de un contrato que se estaba incumpliendo y esto es la adaptación de un proyecto a la nueva realidad administrativa.

"A Miraflores tiene que ir un auditorio para la Orquesta y un equipamiento cultural"

P. ¿Qué has pensado para el solar de Miraflores?

R. ¡Ay, amigo! (Risas) Esa es una magnífica pregunta que va muy pronto en el tiempo. Sí te digo: lo que no quiero es que el solar se convierta en un jardín, que es lo que este gobierno está haciendo subrepticiamente. Eso es lo que me llevó a hacer una moción en el Pleno para dejar claro que el solar de Miraflores tiene que ser un gran equipamiento de ciudad y no un jardín. Porque ejemplos había, como en Escultor Fernández Márquez, muy bien hecho por Luis Martín, que se creó un jardín para evitar que eso fuera una ronda. Estas cosas hay que verlas con perspectiva, es un asunto de ciudad y hay que consultarlo. Pero creo que ahí tiene que ir un auditorio para la Orquesta y un equipamiento cultural, la Casa de las Córdobas, un museo de las tres culturas... que suponga un empujón para la cultura y el turismo de la ciudad. Esta es mi idea, que la he dicho en un Pleno además. Pero, evidentemente, antes de tomar cualquier decisión hay que buscar la colaboración de todas las administraciones y el consenso de toda la ciudad. Yo no voy a ser tan arrogante creyendo que va a ser el proyecto de un alcalde, sino que será un proyecto de ciudad para muchos años.

P. Ya que eres candidato oficial, ¿temes que a tu candidatura le pueda perjudicar la situación nacional?

R. Los ambientes en política están. Y no tenemos que recrearnos en la suerte, en si son buenos o si son malos. Hay veces, como en el año 2011, que el PP consiguió muchísimas alcaldías gracias a la marca del partido. Y en 2019, con la política tan volátil como está ahora, soy incapaz de decirte qué situación va a haber porque la que hay ahora no se parece en nada a la que había hace seis meses.

"La única fuerza que puede ganar las elecciones para que haya un cambio en Córdoba es el Partido Popular"

P. Desde luego.

R. Lo que sí tengo claro es que en Córdoba la elección va a ser muy sencilla. Va a haber que elegir entre si se quiere que continúe el gobierno que hay actualmente, no sé si en este orden o en otro, no sé si irá por delante el PSOE o una lista conjunta de IU y Ganemos, que ahora sumarían ocho concejales por siete de los socialistas; o cambiar. La única fuerza que puede ganar las elecciones para que haya un cambio en Córdoba es el Partido Popular. No hay ninguna otra fuerza que esté en condiciones de ganarle las elecciones al PSOE. Y eso es lo que le voy a plantear a los cordobeses con un proyecto que les ilusione.

P. El PP no ha gobernado en Córdoba si no ha conseguido la mayoría absoluta.

R. En Córdoba sí gobernó.

P. Sí, cierto. Merino gobernó entre 1995 y 1999 porque no se pusieron de acuerdo IU y PSOE.

R. Aquí gobernamos con 13 concejales y salió bien la experiencia porque luego subimos a 14. Y con 14 concejales no pudimos gobernar.

P. La pregunta que planteo es si te imaginas como un alcalde en minoría.

R. Un alcalde para gobernar debe ganar las elecciones y debe tener suficiente respaldo. En Córdoba, la única fuerza que va a poder plantarle cara al gobierno actual va a ser el PP. Nadie se cree que otra fuerza vaya a ganar las elecciones. Creo que se debe ganar con una mayoría si no absoluta sí suficiente. Es malo que un alcalde sea débil y el mejor ejemplo lo tenemos actualmente en la alcaldesa Ambrosio, que con siete concejales está sudando tinta para poder sacar proyectos adelante. Una cosa es la disposición para llegar a acuerdos y otra cosa es la debilidad. Son dos cosas distintas. Ahora mismo tenemos una alcaldesa débil, con un gobierno débil en minoría y eso es malo para la ciudad. Yo voy a pedirle a los cordobeses el respaldo para tener una mayoría suficiente para gobernar. Eso es distinto a otra cosa que ahora no está pasando y me choca mucho: abrir espacios a grandes acuerdos de ciudad con todas las fuerzas que quieran sumarse. Pero tiene que haber un alcalde fuerte que sepa concitar grandes acuerdos de ciudad.

"En Córdoba, la única fuerza que va a poder plantarle cara al gobierno actual va a ser el PP. Nadie se cree que otra fuerza vaya a ganar las elecciones"

P. Me sorprende un gran acuerdo propuesto por el PP y apoyado por Ganemos o Podemos. Tanto como un acuerdo propuesto por Ganemos o Podemos y apoyado por el PP.

R. Hay cuestiones que son difíciles. Ahí tienes toda la razón. Ni yo voy a alterar mis principios ni voy a pedirle a nadie que altere los suyos. Pero sí te digo: hay cuestiones en la política local que son de ciudad y están por encima de la ideología. Aquí ha habido pactos locales por el empleo que hemos firmado todas las fuerzas políticas cuando gobernaba IU. Y el PP los firmó y nos sumamos. ¿Por qué? Es que lo que nos tiene que unir en Córdoba, luchar contra las desigualdades sociales, que parece que por ser del PP uno tiene que estar a favor de las desigualdades, que es una gran mentira. Yo no quiero ver a gente pasándolo mal sino a los poderes públicos luchando contra eso. Y en eso puede que haber acuerdos entre todas las formaciones políticas aunque luego en otras cosas tengamos diferencias abismales.

P. Al PP le ha salido un nuevo competidor por la derecha o por el centro derecha. ¿Lo ve como una alternativa, una amenaza o un socio futuro en Córdoba?

R. El futuro deparará lo que los cordobeses quieran. Y eso es algo que hay que aceptar humildemente. Sí te digo, y te vuelvo a repetir, que aquí en Córdoba el PP tiene ahora mismo 11 concejales y Ciudadanos tiene dos. Si los cordobeses quieren cambiar el voto tiene que ser al Partido Popular, porque no va a haber otra alternativa. Los otros votos no es que se pierdan, pero no tendrán el efecto de lograr un cambio. Yo tengo que hacer los deberes y voy a trabajar en estos 15 meses en elaborar un proyecto de futuro, de unión, para la ciudad de Córdoba, por encima de ideologías, entendiendo más lo que nos une que lo que nos separa, y entendiendo que el cambio es posible.

"No voy a hacer una campaña dura contra nadie. Ni es mi estilo personal, ni eso aporta nada"

P. Va a ser una campaña dura.

R. Bueno. No creo que deba ser excesivamente dura. Por mi parte, no voy a hacer una campaña dura contra nadie. Ni es mi estilo personal, ni eso aporta nada. Lo que quieren los cordobeses y los españoles es mucho más vernos trabajar juntos y llegar a acuerdos que tirarnos trastos a la cabeza. Y yo no voy a entrar en una guerra de dar el grito más alto o a ver quién dice la barbaridad más alta. Vamos a explicar lo que queremos hacer el día de mañana.

P. Te lo pregunto porque el otro día, tras ser nombrado candidato, el portavoz de IU, Pedro García, publicó en su Twitter pantallazos de unas noticias...

R. Ni los vi.

P. ¿No los viste? Bueno, eran noticias sobre unas facturas de la financiación del partido. Sé que son temas explicados. Pero en la campaña van a salir.

R. No temo nada porque como dices no hay nada que ocultar y todo está explicado. Las declaraciones sí las había leído, el Twitter no. No tengo tiempo como para perderlo con esas cosas. Pero sí leí un artículo muy bueno en el Diario Córdoba, de un escritor independiente, en el que le afeaba esa actitud. Y con razón. Ya te digo. Eso no aporta nada. En eso, por mucho que quieran, no hay nada que rascar. Por muchos trapos que me pongan, por muchos capotes que enseñen, yo no voy a entrar. Eso retrata más al que lo dice, que por cierto él sabe que eso que estoy diciendo es así y que cuando ha habido cosas parecidas cuando le han afectado a él y a su familia mi respuesta y la de mi partido no ha sido esa. Al final, ¿que quieren ir por ese camino? Pues que vayan. Ellos solos van a perder posiciones de esa manera.

"Un alcalde debe tener tiempo suficiente como para desarrollar una labor. Cuatro años quizás es un tiempo escaso. Pero tampoco hay que eternizarse"

P. ¿Te pones fecha de caducidad?

R. No. Tampoco voy a caer en la soberbia de que en mi mandato voy a decidir cuánto tiempo tengo que estar. Ni si soy alcalde yo voy a decidir por encima de mi partido. Lo que sí pienso, y es una cuestión de principios, es que un alcalde debe tener tiempo suficiente como para desarrollar una labor. Cuatro años quizás es un tiempo escaso. Pero tampoco hay que eternizarse.

P. Paco de la Torre lleva de alcalde de Málaga desde los años noventa.

R. Paco de la Torre es el mejor alcalde que ha tenido Málaga y estará hasta que quieran los malagueños y él tenga fuerza. Y es una alegría para Málaga. A mí no me duelen prendas reconocerlo. Es un espejo para mí. Yo aspiro a ser como Paco de la Torre. Me encantaría ser como él. Es mi ejemplo y es lo que quiero ser. A partir de ahí no veo en Córdoba alcaldes de 20 años. No me veo personalmente y no va con nuestra idiosincrasia (risas).

"En la política lo que hacen falta son buenos profesionales. Un político tiene que saber bien su oficio"

P. ¿Hay vida después de la política?

R. Hombre, claro que hay vida después de la política. Y hay vida cuando estás en la política más allá de la política también. Nosotros somos personas. Normales y corrientes. Soy como cualquier otro cordobés, que tiene un sueño que es ser alcalde para mejorar su ciudad. Y me gusta lo que hago. Y quiero ser alcalde. Pero también tengo vida más allá de la política ahora mismo. Y es bueno ir abriendo esas ventanas que enlaza como lo que hablábamos, que es no quedarte encapsulado en esa Córdoba institucional. Tengo la suerte de colaborar en el departamento de Derecho Romano y dar clases en la Facultad unos pocos días al año. Me permite estar allí con alumnos jovencísimos. Y tengo proyectos emprendedores también en marcha. Muchas veces se critica a los profesionales de la política, pero le doy la vuelta. En la política lo que hacen falta son buenos profesionales. Un político tiene que saber bien su oficio. Uno no puede llegar a un ayuntamiento y ser alcalde de pronto porque seguramente se estrelle.

P. Sin saber lo que es un decreto.

R. Sin saber cómo funciona un ayuntamiento por dentro es muy difícil ser alcalde, aunque uno sea un gran profesional en lo suyo. Esto también requiere un oficio y un recorrido, que yo lo tengo. Y a su vez, los que estamos en la política tenemos que ir abriendo ventanas para no eternizarnos.

P. Los franceses tienen escuelas para políticos.

R. Efectivamente. En Francia el que no pasa por la escuela no es político. El modelo francés me gusta en parte. Ahí es muy acertado. Tiene que haber profesionales que sepan lo que tienen entre manos. Pero también abrir ventanas para que entre gente nueva. Pero tiene también su tiempo de recorrido hasta que se hace con el cargo. A todos se nos ocurren ejemplos de todos los partidos de personas que se han incorporado a la política con grandes políticas y no han terminado de cuajar.

P. Me encanta el modelo francés. Sobre todo por que es puramente laico. Aparte de republicano. Bueno, una de las cosas buenas que ha hecho este ayuntamiento ha sido llevarse la carrera oficial de la Semana Santa a la Mezquita. ¿O tampoco?

R. Sí, sí. Respecto a la Semana Santa creo que hay que apoyarla. A mí me gusta la Semana Santa más íntima. Ayer tuve la suerte de estar en el Via Crucis de la Oración en el Huerto que es dentro de San Francisco. Eso es la Semana Santa auténtica. Y luego en la Semana Santa grande, que es lo que nos atrae, aparte de la celebración religiosa, que genera mucha riqueza como ciudad, pienso que es natural que las cofradías quieran hacer estación de penitencia en la Catedral. Las cofradías lo querían y el Ayuntamiento ha hecho bien en propiciar que sea una realidad. Ahora hay que buscar que eso que es bueno además sea lo mejor. Me explico: que los pequeños detalles que hay que pulir se pulan. Es cierto que ha habido cosas que mejorar. Y es una crítica absolutamente constructiva. Tenemos que lograr que los cordobeses sintamos como nuestra la carrera oficial como antes sentíamos la del centro. Y eso requiere apertura.

"Tenemos que lograr que los cordobeses sintamos como nuestra la carrera oficial como antes sentíamos la del centro. Y eso requiere apertura"

P. Para terminar. Una vez nombrado candidato imagino que estarás pensando en un equipo y en una lista. ¿Tendrá tu sello o te lo impondrá el partido?

R. El equipo tendrá todo el sello del candidato pero voy en representación de un partido que es el PP. Y lo hablaré con el presidente de mi partido, con el que no habrá ningún problema.

P. Con el que te llevas estupendamente bien.

R. No va a haber ningún problema. Será una lista que tiene que estar preparada para gobernar desde el primer día, que no puede pasar lo de estos años: este equipo no estaba preparado para asumir el gobierno y se está notando. Tiene que ser una lista que represente a toda la sociedad cordobesa. Eso pasa por varias cuestiones. La primera, por mujer. Más de la mitad de los cordobeses son cordobesas.

P. ¿Va a ser una lista cremallera?

R. No, no será porque a mí no me gustan las poses. Y eso es pose. Pero sí tiene que tener una paridad entre hombres y mujeres por méritos propios. No estoy hablando de cuotas. Y luego, que tiene que ser una mezcla de toda la sociedad cordobesa, y de experiencia y juventud. Tiene que haber personas que hayan gobernado y gestionado, con jóvenes que vienen empujando. Lo que espero es acertar.

"Espero acertar con la lista"

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