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Los grandes edificios públicos (casi) construidos y pendientes de apertura

Un grupo de personas pasa ante las obras paradas de la Biblioteca del Estado | ÁLEX GALLEGOS

Alfonso Alba

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Córdoba tiene una especie de maldición con las grandes obras públicas. A los años que cuesta que se puedan empezar a construir se unen, además, los imprevistos que hacen que no se puedan acabar y, lamentablemente, poner al servicio de la ciudadanía. Y las hay para todas las administraciones, sean del color que sea.

En la actualidad, en la ciudad hay cuatro grandes obras en una situación muy parecida. Son proyectos muy ambiciosos que se planificaron hace años, que se empezaron y que están casi acabados. Algunos, siguen en marcha. Otros, están parados con previsión de reinicio en breve. Y otros, incluso, totalmente acabados a falta de un último remate. Pero todos comparten una situación común: de momento no pueden ser disfrutados por los ciudadanos.

Palacio de Congresos

Si hay algo de lo que la ciudad adolece desde hace décadas es de un Palacio de Congresos de gran formato. El Ayuntamiento intentó que en Miraflores se construyera uno que había diseñado Rem Koolhas. Pero su enorme coste, la llegada de la crisis económica y el cambio de gobierno en 2011 frustraron el proyecto. La Junta de Andalucía optó en 2012, cuando cogobernaban en San Telmo PSOE e IU, por que la ciudad tuviera otro Palacio de Congresos en tiempo récord. Pero todo se frustró.

El gobierno andaluz pretendía reformar y ampliar su Palacio de Congresos de la calle Torrijos. Para ello, licitó y adjudicó una obra que pretendía aumentar el aforo. Sin llegar a ser un gran palacio de congresos, sí que podría acoger prácticamente el 95% de los eventos que necesitan de auditorio y que se celebran en España. Además, se vendía la cercanía a la Mezquita Catedral y a la Judería como un valor añadido.

El proyecto se adjudicó y comenzó, pero al mejor postor. Finalmente, la constructora que hizo un presupuesto más bajo fue la que se llevó el concurso. Pero lo barato sale caro y a la empresa no le salieron sus propias cuentas. Finalmente, tuvo que abandonar la obra y la Junta iniciar un complejo proceso de rescisión de contrato que acabó hace meses. Ahora, ha reiniciado los trabajos y prevé reabrir el Palacio de Congresos en junio. Para entonces, tiene que tener adjudicada también la gestión del recinto. O estará acabado pero sin nadie que lo pueda abrir, explotar y comercializar.

Centro de Convenciones

En 2011, una vez descartado el Palacio de Congresos de Koolhas, el PP blandió su mayoría absoluta para proyectar la construcción de lo que vino a llamar Centro de Convenciones y Ferias en el Parque Joyero. En los cuatro años del mandato de José Antonio Nieto como alcalde, se adquirió el pabellón Cajasur, se redactó un proyecto, se contrató y hasta se puso la primera piedra.

Nuevamente, el proyecto se topó con un contrato que se hizo a la baja. UCOP, la empresa granadina que se quedó con la obra, no tuvo dinero suficiente como para afrontar el conjunto de la obra y la paró cuando superaba poco más de la mitad. Al igual que en el caso del Palacio de Congresos de la calle Torrijos, el Ayuntamiento está tratando de rescindir el contrato con UCOP.

De momento, los trámites pendientes son un informe del Consejo Consultivo de Andalucía. Con el documento en la mano, el Ayuntamiento podrá rescindir el contrato y adjudicar uno nuevo a una constructora que con el dinero que queda pendiente por gastar pueda continuar con los trabajos. El equipo de gobierno confía en que antes de que expire el presente mandato, en junio del 2019, las obras puedan haber acabado.

Al igual que en el Palacio de Congresos de la calle Torrijos de momento no se sabe cómo se explotará o gestionará el edificio. Para hacerlo, el Ayuntamiento tiene que encontrar una fórmula, que probablemente pasará por sacar su dirección y gestión a concurso público.

La Normal de Magisterio

Es, de todos, el proyecto más antiguo. La reforma de la antigua Escuela Normal de Magisterio de Córdoba, en el Sector Sur, se diseñó en el mandato de Rosa Aguilar como alcaldesa. Entonces, el Ayuntamiento logró una lluvia de dinero público europeo del llamado proyecto Urban Sur.

El Urban Sur tenía que haber estado ejecutado antes de que acabase el año 2015. No dio tiempo y el proyecto de la Normal se quedó pendiente. La obra, adjudicada a principios del mandato del PP, se volvió a topar con una contratación que se entregó a la empresa que menos dinero decía que podía percibir para ejecutar las obras. Obviamente, la constructora se quedó sin liquidez y no pudo afrontar los trabajos. El gobierno del PP amenazó incluso con los tribunales a la compañía.

Finalmente, se rescindió el contrato y se reinició con otra constructora. A día de hoy, los trabajos, según la empresa, están técnicamente acabados. Pero los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo creen que aún faltan algunos remates antes de dar por buena la obra, pagar lo que se debe y recoger las llaves del edificio.

El Ayuntamiento sigue pendiente de un informe final. Si considera que hay obras pendientes, no pagará hasta que se hagan. Mientras tanto, el edificio que tendrá dependencias de casi todas las delegaciones del Ayuntamiento aún no tiene claro su uso. Se concibió como un gigantesco centro para el disfrute del barrio. Allí irán, entre otras instalaciones, el centro cívico y social, una biblioteca, oficinas y despachos para que se puedan reunir las asociaciones del barrio.

La Biblioteca Pública del Estado

La Biblioteca Pública del Estado era una obra prevista como apoyo a la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural del año 2016. El proyecto es del Ministerio de Cultura que persigue un fin: liberar la biblioteca actual de la calle Amador de los Ríos, en plena Judería, y construir un edificio moderno en una de las zonas con menos espacios públicos cerrados de la ciudad.

La Biblioteca del Estado comenzó a buen ritmo pero nada más arrancar se topó con restos arqueológicos. En los Jardines de la Agricultura están las vallas que protegen las obras desde el año 2014. Una vez estudiados e integrados los restos arqueológicos, se inició el grueso del proyecto que se enfrentó a otro problema: la climatización no había sido bien planificada y había que modificar la obra.

Los trabajos se interrumpieron el año pasado. El Ministerio de Cultura quiso hacer un modificado de proyecto que la Intervención General de Fondos no permitió. Ante ello, diseñó un nuevo proyecto que será adjudicado a un nuevo contratista y que según desveló este viernes el diputado del PSOE Antonio Hurtado tendrá un sobrecoste de tres millones de euros.

Los planes del Gobierno pasan porque la obra se pueda readjudicar este año y los trabajos iniciarse en unos meses. Pero el plazo para que los cordobeses puedan entrar en este nuevo edificio es más generoso: 2020. Hasta entonces no se prevé que se le puedan entregar las llaves a la Junta, que se mudará entonces de Amador de los Ríos hasta los Jardines de la Agricultura.

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