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Pasen, vean y apuesten

Comparsa 'Pasen y vean' | TONI BLANCO

Alejandra Luque

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Una semifinal resta ya para que conozcamos cuáles serán los grupos finalistas del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba. Y si el pasado sábado ya se perfilaron algunos aspirantes, la misma situación se dio durante la pasada noche, en la que las formaciones más fuertes sacaron toda su artillería. Suso y Marcos nos invitaron a adentrarnos en el museo que para ellos es Córdoba y que han construido en su comparsa 'Pasen y vean'. Después de un año de ausencia, ambos autores han traído a este concurso una agrupación con fuerza en letra y música. En este museo viven todos aquellos que han pasado por esta ciudad y que la han convertido en lo que es hoy, desde sus culturas, sus olores, sus historias y personalidades tan emblemáticas como Miguel Salcedo, Fosforito, Averroes, Vicente Amigo o Rafael Castro.

En preliminares, 'Pasen y vean' fue una de las agrupaciones más esperadas y, siguiendo la estela que marcaron en esta fase, los de Suso y Marcos hicieron un muy buen pase. En su primera letra de pasodoble retrataron la historia de alguien que, azotado por un trabajo esclavo de más de 30 años, decide decir adiós a su patrono y empezar a vivir. El final del pasodoble... la música más dulce y que cambia en los últimos acordes del segundo pasodoble. Esta última letra fue una de las más emocionantes de la noche: un homenaje a una madre 12 años después de su fallecimiento. Porque el paso del tiempo nos enseña a tratar el dolor. Visiblemente emocionado el protagonista de esta letra, Marcos. Esta comparsa llegó al Teatro Góngora ya con un galardón debajo del brazo: el primer premio en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Montoro.

La comparsa provincial de Peñarroya 'Los ingeniosos' también realizó un pase muy correcto, donde volvió a resaltar el punteao de Rubén Corvillo, cinco veces Púa de Oro del Carnaval. Estos artistas callejeros y buscavidas le cantaron a Córdoba su primera letra, un alegato de agradecimiento por todo lo que esta ciudad les ha dado. En su segundo pasodoble, cuenta la sucia historia de un pederasta, que utiliza para criticar la tibieza de las leyes españolas. En sus cuplés, simpáticas letras dedicadas al valor del jamón por encima de la alta cocina y a la labor del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que “cesa a todos los ministros catalanes” pero que “no cesa de meter la manita y de robar”.

La comparsa de Pablo Castilla, 'La tartana', es otra de las agrupaciones que se perfilan como finalistas, tal y como hiciera el pasado concurso, cuando consiguió el tercer premio. Al igual que Suso y Marcos, la gente de Castilla también estaba de enhorabuena ya que el pasado sábado se proclamó ganadora en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Montilla. Un muy bello piropo a Córdoba y una letra realmente dura sobre el acoso escolar fueron las temáticas de sus pasodobles. La “tortura” de tener un niño nini (ni estudia ni trabaja) y el proyecto de creación de una playa en Córdoba, los protagonistas de los cuplés.

Directamente desde el cielo bajaron los componentes de la chirigota 'Con la Iglesia habéis topado' quienes rezan poco, porque eso da igual, pero los que buscan un cestillo lleno. Quizás, así, “algún milagrillo tendrás”. En este descenso a la tierra, estos dioses se enfrentaron a una de las mayores lacras sociales: la violencia de género. Y a ella le dedicaron la primera letra a través de las violaciones de La Manada, del asesinato de Diana Quer y del intento de secuestro de otra joven de la mano de El Chicle, asesino confeso de Quer. En su segunda letra vertieron todas sus oraciones para criticar la decisión de Susana Díaz de presentarse a la Secretaría General del PSOE. Pero “ese cuento no tuvo final feliz. Con el rabo entre las patas volvió Susana Díaz y, por desgracia, vuelve a mandar aquí en Andalucía”.

Destacables fueron también los pasodobles de 'Los Mayas tienen la culpa', que buscan de nuevo llegar a la final y mejorar el cuarto puesto del pasado año. Ambas letras estuvieron dedicadas a Carmen García La Koski, eterna chirigotera y la encargada de realizar el pregón de Carnaval el próximo 10 de febrero. En el primer pasodoble, la chirigota quiso recordar al padre de La Koski dedicándole a ella una pasodoble en el que resaltaron “los valores y la pasión” de esta carnavalera. Una letra que hizo que La Koski, presente en esta sesión, se levantara para agradecerlo. En su segunda letra, sin embargo, estos albañiles del Gran Teatro dejaron a un lado la sensibilidad para, de la manera más cómica, recordarle a La Koski que “están rebotados”. ¿Por qué? Hay que hacer un pequeño ejercicio de hemeroteca. Y es que el año pasado, la chirigota de La Koski -'Qué bien bailan las hijas de Putin'- se hizo con el segundo premio mientras que esta agrupación se hizo con el cuarto galardón con ‘Los que le dan el biberón al panda y al león’ .

Una estampa muy tradicional y que a muchos nos será conocida: el típico perol por San Rafael todos los 24 de octubre. Esa es la idea de la chirigota 'Es mucho arroz pa tan poco pollo', que trae para la ocasión todos los avíos necesarios para un buen día de perol. Hasta a la abuela con su mesa camilla. Con una clara crítica al gobierno de Mariano Rajoy, la primera letra estuvo dedicada a la situación tan dramática por la que pasan miles de españoles y, a su vez, a todos aquellos que siguen votando “a los mismos chorizos”. En su segunda letra, más personal, la agrupación reivindicó la figura de un padre como “el mejor ejemplo que puedas tomar” en esta época de influencers y famoseo mediático. En sus cuplés, el sufrimiento que se siente haciendo dieta o lo rápido que un amigo nos busca un piso por 200 euros en agosto y “cerquita” de la playa. Claro, en Alcolea. En el popurrí, todo lo que no nos puede faltar en un clásico perol.

La chirigota de Gregorio Canto fue la encargada de cerrar esta sesión de semifinal: 'Un gaché muy cordobé', que fue coreada tras poner un pie en el escenario.. Unos inspectores Gachet muy adaptados al tipo cuya única misión es hace reír al público con sus letras. Su segundo pasodoble, dedicado a la fortaleza de una madre ante el sufrimiento por una enfermedad.

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