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Manu Sánchez: “Si el humor no molestara, yo me dedicaría a otra cosa”

Manu Sánchez | ALEX GALLEGOS

Marta Jiménez

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A Manu Sánchez (Dos Hermanas, 1985) no le molesta que la periodista no haya leído -aún- su libro. “Mejor, quería hacer una promo muy fuerte los primeros días antes de que los periodistas os lo leyerais. En cuanto se lo lea alguien estamos perdidos, se lo dirán unos a otros y solo se lo regalaran a los cuñados para joderles las navidades. Esto hará que la entrevista sea más agradable”, suelta sentado plácidamente en una suite del hotel Palacio del Bailío. “Qué nivel tenéis en este periódico ¿no? Yo pensé que nos veríamos en la cafetería y estoy en una suite de un antiguo palacio del XVI”. “No es el periódico, eres tú y las infinitas raíces que tenemos en la ciudad”, le aclaramos.

El libro que ha venido recientemente a presentar a la ciudad es su primero publicado y se titula Surnormal profundo. Una recopilación de asuntos de actualidad contados a su manera desde el que grita “¡Visca Andalucía lliure!” y en el que nos habla como él habla: con la zeta. A la vez, el cómico está de gira con la comedia El buen dictador, que también ha pasado dos días de diciembre con llenazo por el Gran Teatro y que viene a cerrar la trilogía sobre monarquía-iglesia-estado, tras el éxito de El Rey Solo. Mi reino por un puchero y El Último Santo.

Charlar hora y media con Manu es hacerlo sobre cosas muy serias con golpes ingeniosos y notas de humor lloviendo sin parar. Es rápido, sabe jugar con la entonación y el acento y tiene un discurso sensatamente elaborado sobre quiénes somos y adónde vamos. También posee un punto viejoven, tal vez el necesario para dirigir el circo de tres pistas que es su vida profesional, con el que sueña seguir recorriendo esta España nuestra por tierra, tele, radio, fibra y lo que haga falta.

PREGUNTA. Esta noche es Nochebuena. ¿Cómo sueles divertirte en una cita así?

RESPUESTA. Pues principalmente en familia. Cuando en la agenda hay tantos números marcados fuera, con itinerarios tan caóticos, estas fechas son para ganar puntos casa y estar con los papis, los hermanos, con la familia y de forma muy tradicional. Cantamos, bailamos y comemos como si nos fueran a vender por kilos el día 25. Creo que para bien o para mal vivo de manera muy tradicional estas fechas, que son lo que piden, no soy muy  original en eso.

P. ¿Despuntabas ya de niño?

R. Pues dice mi madre que a la pregunta qué quieres ser de mayor yo decía o payaso o presidente del gobierno, era mi gran duda. Se ve que decidí tener una profesión honrada y respetada y opté por payaso. Creo en las tendencias vocacionales y a mí siempre me gustó la escritura y la lectura, en contar historias me encontraba cómodo. Siempre encontré el humor como una  herramienta y en mí brotaba de forma natural.

P. Payaso o presidente del gobierno, qué premonición. ¿Dirías que algunos políticos os pueden quitar el puesto?

R. Ya quisieran, ni que se les ocurra. La de payaso es una profesión muy seria. Decía, creo que Tarradellas, que en política se puede hacer de todo menos el ridículo, entonces creo que el trabajo de payaso juega a la caricatura, donde cabe el bufón, el cómico, el caricaturista, cabe el incómodo… en el humor caben un montón de cosas. Pero los políticos no están haciendo el payaso, están haciendo el ridículo y nos están dando momentos a los payasos para parecer más serios que ellos.

"Los políticos no están haciendo el payaso, están haciendo el ridículo"

P. ¿Qué te ha empujado a querer desnudarte en Surnormal profundo?

R. Yo no me había planteado qué era el libro, pero al empezar con la promo ha salido que no es un libro de artículos ni es un ensayo aunque hay partes que están ficcionadas. Tampoco es un libro de relatos. ¿Qué es el libro? El de poner las etiquetas no es mi parte del pacto, yo no sé lo que soy, sé lo que hago, así que por ponerle una etiqueta creo que este libro es un desnudo integral y gracias a Dios he decidido hacerlo en forma de libro, lo llego hacer en formato almanaque y salimos todos perdiendo. Lo mío no es un strip-tease, es un “es triste”. Así que mejor un libro. He mostrado otras caras del prisma dándole la vuelta a la receta y ahora el payaso pretende hacer pensar con la herramienta de hacer reír. En lugar de arroz con pollo es pollo con arroz. Y parece que la gente compra este nuevo plato, primero fue en la radio, con las columnas de opinión, con las que empezaron a comprar a un Manu más maduro, más pureta, más comprometido, que se mete en charcos y da la cara, tal vez para que me la partan, y cristalizó todo en este libro que es una receta nueva con los mismos ingredientes.

P. Llevas paralelamente la salida de Surnormal profundo con la gira de tu nueva comedia teatral, El Buen Dictador. ¿La vida del artista contemporáneo tiene que ser un circo de tres pistas?

R. Sí, bueno, siendo Sánchez Vázquez no tiene mucho mérito trabajar mucho, es lo que toca. Si fuera Osborne Domecq ya sería otra cosa. La verdad es que la gran decisión fue dedicarme a lo que me encanta, así que, como dice un amigo mío, sorna con gusto no pica. Lo último que haría sería quejarme. Es verdad que a veces tiene esta cosa caprichosa las agendas y los tempos y hace que coincidan cosas que necesitan de mucho tiempo y energía, como ahora, que en un lapso de quince días ha salido libro y estrenado obra de teatro, algo cuyo tempo normal son dos años. En enero se abre la temporada de parrillas de tele, de radio y cuando confluyen cosas hay que aunar fuerzas y sinergias y contar la multitud de berenjenales en los que andamos metidos. Al final todo va de lo mismo, de mirar lo que pasa ahí fuera, contarlo, aportar mi visión, que el humor haga una caricatura y unas veces cristaliza como teatro, otras como libro y otras como programa de tele.

"Este libro es un desnudo integral y gracias a Dios he decidido hacerlo en forma de libro"

P. Produces tus propios espectáculos demostrando que hacerlo en el sur no es terreno de la fantasía.

R. Eso no es ninguna fantasía. Se puede y se debe porque el público responde. Ahora ha cambiado el modelo pero antes, en la época boyante los ayuntamientos pagaban caché y se acabó el momento, se dio la vuelta y quedaron teatros estupendos para ir a taquilla. Y hay vida autosuficiente más allá de las subvenciones. Al final es el público quien bendice o quien condena. Si quieres estar en espacios de primer orden, como puede ser el Gran Teatro de Córdoba, tienes que crear productos que estén a la altura y convencer a los programadores culturales. Después hacer un producto que sea del agrado de quien viene de forma habitual al teatro. Si lo conseguimos estamos echando a andar una maquinaria donde los espacios públicos culturales van funcionando. Se puede producir teatro desde Andalucía, para Andalucía y el resto del territorio. El público va cogiendo costumbre de ir al teatro también a ver cosas hechas aquí y por ahora la fórmula sale.

P. Las tres comedias han sido una especie de trinidad sobre monarquía, Iglesia y Estado. ¿Cómo se puede explicar ser un “republicano felipista”?

R. Bueno, yo intento al igual que he hecho en el título del libro, Surnormal profundo o el de mi última obra El buen dictador, esconder un oxímoron ahí detrás. La propuesta real viene cuando se ve la obra. Y lo de republicano felipista viene porque mis principios son republicanos, creo que hay cosas que se heredan, como el astigmatismo o la diabetes, pero la jefatura del Estado creo que habría que proponerla a soberanía popular de un forma más honesta. Eso va en una reflexión que giraba en torno a cuando hubo que repetir elecciones e invitaba a un rey Felipe, que estoy seguro que está preparado para la representación institucional, para el protocolo y para ser un gran embajador de nuestra tierra e incluso un gran  jefe del Estado, pero le proponía que quizás era buen momento para que pasara a la historia por la puerta  grande: convocando elecciones para la república y presentándose, que probablemente, estoy seguro porque nadie le haría sombra, sería el primer monarca presidente de la república. Igual el planteamiento es arriesgado pero a mí que no soy jurista sino cómico y escritor, me apetecía ponerlo negro sobre blanco y asumir que en ese caso a lo mejor sería republicano felipista. No voy en contra de la persona per se sino de la idea de heredar la jefatura del Estado. Me parece peligroso. Por muy bien que conduzca Fernando Alonso preferiría que sus hijos pasaran por el examen del carnet de conducir. Pues imagínate el jefe de Estado. Hay quien dice: Es que lo hace muy bien. Ya, pero si lo hiciese mal también nos lo comemos.

"Hay vida autosuficiente más allá de las subvenciones"

P. Lo que nos comemos aquí es lo que tú bautizaste como la demetriosis.

R. Demetrio no te metas en los endometrios, decía yo. En cuestiones de cómo plantear con delicadeza ciertas cuestiones, yo practico el Taekwondo. Con la educación y delicadeza que venga el atacante intentaré hacerle la llave de forma que se dé el porrazo. Si el porrazo es gordo deduzco que venía con muy mala leche, porque yo me limito a hacer la llave, la dureza viene con el envite. Este obispo de Córdoba, y lo digo por descargaros del peso, porque un obispo cae sobre los hombros de todo el mundo y estas cosas que dice no se quedan solo aquí, aunque claro, sale el nombre de Córdoba y de Andalucía ligado a unas declaraciones de ese tipo, hablaba de aquelarre químico de los niños probeta y que todo tenía que nacer del abrazo amoroso de los esposos y yo le decía: obispo, se lo voy a explicar, con una abrazo amoroso no vale. Hablaba del pipetazo del laboratorio y yo decía que ése era el secreto para un embarazo. Esto no tiene nada que ver con la religión, es política vaticana y dudo que compren esta idea los propios creyentes. Es la opinión de un obispo que está anclado en otra cosa.

Hace poco la iglesia pidió perdón a Galileo, así que imagínate cuándo pedirán perdón a los padres y las madres que utilizan los medios que la ciencia les da y por ponerme a la altura del obispo, que Dios pone a su alcance, ¿no?. Supongo que pensará que son voluntad de Dios. Así que le pedía en esa columna en la radio que dejara la demetriosis porque nos da igual a los que su palabra no significan nada, el problema es que su palabra es autoridad moral para mucha gente que sigue su fe y me imagino cuan frustrante, injusto y desagradable debe ser para una pareja que intenta tener un hijo por estos métodos escuchar esta palabras. De todo menos sembrar amor ha hecho este obispo.

P. El humor suele ser una gran herramienta para que los cómicos toquéis las narices de los poderosos. ¿El humor es capaz de cambiar el mundo?

R. Yo no sé, el mundo cambia solo. Soy un optimista crónico, el mundo está cambiando siempre y siempre para mejor. Acabamos de ajustar la calefacción de esta estancia, que era un palacio precioso en el siglo XVI, y ni el aristócrata más acaudalado tenía la posibilidad en ese siglo de decidir si quería estar a 24 ó 26 grados, ni bebería tan tranquilo de este agua potable cien por cine ecofriendly...

"De todo menos sembrar amor ha hecho este obispo [el de Córdoba]"

P. Ni tendría gafas, como nosotros.

R. Ni tendría gafas para ver de cerca, ni haría fotos ni nada. Lo que no va funcionando va quedando atrás. Ya nadie tiene yogurtera en casa, el cuchillo eléctrico desapareció y dentro de cinco años dejará de estar de moda hacer tu propia cerveza y dar el coñazo a tus amigos. Las cosas van inevitablemente para mejor. Hay cosas que acabarán cambiando. Cada vez se curan más enfermedades, somos más conscientes de problemas que hasta hace poco no lo eran. Estoy encantado de que luchemos contra el machismo porque hace unos años la gente no era ni consciente. Me alegran estos filtros y estas metas. Estoy hablando grosso modo, porque algunas cosas sí que pueden estar peor. Creo que el humor es una buena herramienta para decir la verdad, para la supervivencia. Nos ha ayudado en malos momentos y en Andalucía sabemos mucho de esto. Donde más te ríes es en un velatorio. Esto es muy sintomático de cómo gestionamos nuestras tragedias. ¿Si no nos reímos que vamos a hacer? Pues llorar. No hay una forma más bonita de darle la vuelta a la tragedia que cantar. Somos capaces de desgarrarnos de manera muy lúdica. El humor es una herramienta afilada que hay que saber utilizar. Creo que el mundo cambia solo pero el humor puede hacer que lo cambiemos en la dirección correcta.

P. Por ejemplo comparando a Donald Trump con Lopera.

R. Pues yo ahí tengo una cosa porque creo que hay comparaciones que no sé cuál de las dos molesta más. Si Trump supiera quién es Lopera no sé si se molestaría más que Lopera diciendo: criatura cómo voy a ser yo solo Donald Trump. ¿Ha sido Trump presidente del Betis en su vida? Yo sí le veo un gran paralelismo. Creo que son personas que tienen poder porque tienen dinero y ambos consiguen aplaudidores que confunden al que tiene poder y dinero con que tiene éxito y por tanto que hace las cosas bien. Y bueno, a Lopera se lo conoce en sus inicios con negocios de dudosa moralidad y a Donald Trump también. Con un abuelo que tenía puticlubs, ahora él con las conexiones rusas, con el nepotismo… ha habido momentos en los que por poderosos, por ricos, han tenido el favor del público gracias al populismo. Trump ganó unas elecciones en Estados Unidos y Lopera logró que los béticos votásemos poner el estadio a su nombre. Aún hay quien dice que las mejores cotas deportivas se alcanzaron con Lopera de presidente. Bueno, pues se puede ser resultadista o tirar de principios, yo prefiero esto último porque habrá merecido la pena. El cortoplacismo y la desesperación hace que los populismos tengan sentido y éxito. A veces son caribeños, otras americanísimos y yankis, otras muy patrios y otras muy norcoreanos. Vivimos unos tiempos en los que si la cosa aprieta le echamos los bracitos al primero que nos quiera escuchar.

"Creo que el humor es una buena herramienta para decir la verdad"

P. ¿Es cierto que uno de los momentos más emocionantes de tu carrera es cuando el Falla entero te cantó “Manu caaabrón, Manu caaabrón”?

R. (Risas) Para mí hay un halago maravilloso y es que me digan que soy de Cádiz. Hay quien no lo pregunta, que lo afirma, lo dan por hecho. Si te dedicas al humor y piensan que eres de Cádiz es como si te dedicas al jazz y piensan que eres de Nueva Orleans. Esto sería un halago de fuera de Cádiz pero es más bonito incluso que Cádiz me sienta como suyo. Entrar en el Falla, que es un coliseo de cosas muy agradables, y que Cádiz con toda la guasa la forma de decirme Manu te queremos sea esa, coreando al unísono “Manu cabrón, Manu cabrón”, es un bautizo de gaditanismo, un abrazo desde la propia ciudad que te acepta como propio. Llevo diez años presentando el carnaval, un lujo como aficionado, y he tenido la suerte de actuar en esas tablas y que el Falla me bendiga una comedia. Hay momentos muy mágicos en grandes coliseos teatrales de todas partes que me han dado sitio y que también me han bendecido.

P. ¿Serías capaz de decir que el carnaval de Cádiz es más grande que Les Luthiers y los Monty Python juntos?

R. No sería capaz de cometer blasfemia de esta manera. Yo diría, y es una tesis que mantengo desde hace tiempo, que el carnaval de Cádiz es más grande desde que conoció a Les Luthiers y a los Monty Python. Hay grandes seguidores de ellos como el Yuyu, un fanático de los Monty Python, y el Selu, de Les Luthiers. Pero luego hay grandes autores de los que escriben con pluma fina, porque esto es folclore y lo puede hacer quien quiera, aunque no todos con genialidad, eso está claro, que beben de las gracias de Cádiz mezclado con la forma de jugar con el lenguaje que hacen Les Luthiers o Monty Python. Estaban por ejemplo Los Borrachos, el plan B de un grupo compuesto por Selu, Erasmo, Yuyu… de aquellos barros, que explosionaron como un big bang, salieron varios grupos de otro cariz. Creo que aquel grupo hizo muy grande el carnaval moderno, que mira al clásico pero con un humor que tira a lo genial. Es el momento en el que el carnaval de Cádiz conoció a los Monty Python y a Les Luthiers.

"Si te dedicas al humor y piensan que eres de Cádiz es como si te dedicas al jazz y piensan que eres de Nueva Orleans"

P. ¿Y no les convendría a ellos también conocer el Carnaval de Cádiz?

R. Bueno, yo creo que deberían y que los frustraría. El Carnaval de Cádiz aprendió herramientas de ellos, pero hay una cosa que tiene el Carnaval de Cádiz que lo tiene en mayor grado que los Monty Phyton y los Les Luthiers, algo que es muy difícil trabajar y que es el ángel. Con las mismas herramientas, Cádiz y Andalucía tienen más herramientas que los Monty Phyton y los Les Luthiers juntos. Esto nos lo tienen que aceptar como animal de compañía.

P. ¿Qué se ha perdido con la marcha de Chiquito?

R. Se ha perdido una gran síntesis, porque resumía un montón de cosas muy guays. Es un cómico pero también un flamenco que tuvo que sobrevivir sobre las tablas de un tablao. Ese flamenco bufo al que los compañeros de cuadro le pegan un empujón porque en ese rato de chistes se aliviaban la voz y la garganta los cantaores. Chiquito es el flamenco que se va dos años a vivir a Japón para traerse dinerito y comprarse su piso en Málaga. Chiquito es el que triunfa con 62 años, es el gran sueño español. Es el ejemplo de un montón de cosas buenas, esa cabeza rápida, esa cosa creativa que como decía un ejecutivo de televisión, nadie cuenta mejor los chistes malos que cuenta Chiquito. Cambió nuestra forma de hablar y de expresarnos, era surrealista o híperrealista también. Se ha ido un cómico que consiguió el consenso, no tuvo una sola voz en contra y eso que la  primera vez que salió en la tele hubo un directivo que le dijo a Tomás Summers: quítame a ese hombre mayor que no se le entiende nada, quítamelo de en medio con esas camisas horrorosas que eso no le va a gustar a nadie. Tomás Summers desoyó a aquel directivo y de aquel acto de rebeldía o de conciencia nació Chiquito de la Calzada. La pregunta es cuántos Chiquitos nos hemos podido perder por hacerle caso a algún directivo.

"El carnaval de Cádiz es más grande desde que conoció a Les Luthiers y a los Monty Python"

P. En el debate sobre dónde están los límites del humor y tras casos tan conocidos como el de El Gran Wyoming o Dani Mateo, la tuitera Cassandra o César Strawberry, ¿crees que en España se castiga más el chiste que el insulto?

R. El humor no es más que una forma inteligente en la que intenta cristalizar la libertad de expresión. Entonces no entiendo que se quiera tratar el humor como un atenuante o como un agravante. Algo es peor porque es broma o no importa porque es broma. El humor no supone un estado de falta de conciencia, todo lo contrario. Que dejen de tratar el humor como atenuante y que dejen de decir no te enfades que es broma. No, enfádate porque es broma. Si el humor no molestara yo me dedicaría otra cosa. A la gente que la entretenga su puñetera madre. Yo me dedico al humor porque quiero molestar al que quiero molestar. Si yo le escribo una cosa al obispo de Córdoba para molestarlo, como el hombre diga 'no me molesto que es broma'... Noooo, no diga eso, moléstese. Como atenuante no lo compro y como como agravantes tampoco. ¿Por qué la libertad de expresión es peor si lleva detrás o además un chiste. El humor y la libertad de expresión son lo mismo y no deberían tener ningún límite y cuando digo ninguno es ninguno más allá de la verdad.

Todas las opiniones deberían ser legales. Todas no son respetables, ni de coña, pero que sean legales. Que quienes le den la espalda sea la sociedad. Usted es racista, dígalo, puede decirlo legalmente y yo quiero que los racistas lo digan porque no quiero invitar a los cumpleaños de mis sobrinos a racistas. A ver, si en la guardería de mi sobrina la maestra es racista, que lo diga la señora en Twitter para yo sacarla de allí. Que la sociedad le dé la espalda a quien tenga opiniones no respetables, pero que la ley mida opiniones es que alguien se está erigiendo moralmente como superior a otro y eso es muy peligroso. Hablo de opiniones y no de hechos, que es algo muy diferente. Si no aceptas a un niño en una guardería porque es negro eso es discriminación. Pero si lo aceptas, aunque opines en público que los negros son inferiores, es usted vomitiva y deleznable y no querré que ningún niño esté en esa guardería, pero nunca defenderé que la ley condene opiniones. Me da miedo pensar que hay nazis entre nosotros y que no lo dicen porque es ilegal. Que lo digan, que se señalen y que la sociedad, si está sana, que les dé la espalda.

P. ¿Pero el verdadero poder de esta nueva moralidad no está en lo políticamente correcto?

R. ¿Pero qué es lo políticamente correcto?

P. Por ejemplo, no titular un libro Surnormal profundo. ¿No crees que hay muchos profesionales y artistas autocensurándose?

R. Sí, probablemente. Yo también me autocensuro.

P. ¿Ah, sí?

R. Claro. Cada uno ha de tomar las decisiones valorando si eres capaz de asumir las consecuencias de lo que estás diciendo. ¿Debería ser ilegal contar chistes de Lepe? Ilegal no, ahora, si usted cuenta chistes de Lepe no pretenderá que lo hagan pregonero de las fiestas de Lepe. Asuma usted sus consecuencias. Yo no entiendo que Lepe se querelle contra quien cuente chistes de ellos pero sí entiendo que no haga pregonero a esa persona. Si alguien cuenta chistes sobre cordobeses no pasa nada, pero si esa persona viene a Córdoba que entienda que no se le llene el teatro. No puede ser ilegal ser gilipollas. Todos tenemos el sacrosanto derecho a ser gilipollas; además, si lo fuera, vais a quedar fuera muy poca gente. Yo voy palante del tirón, lo tengo claro.

"El humor no es más que una forma inteligente en la que intenta cristalizar la libertad de expresión"

P. ¿Con qué te autocensuras?

R. Yo creo que no hay temas tabú. Pero sí hay tratamiento. Mi autocensura es que siempre hago humor contra el opresor, nunca contra el oprimido. ¿Se puede hacer humor sobre el terrorismo? Yo creo que sí, contra el terrorista. Para reírme del niño de la Tomasa, no de sus víctimas. ¿Se puede hacer humor del machismo? Si es para reirme de ellos, sí, no de las oprimidas. Yo me pongo dos filtros, ponerme del lado del oprimido cuando hago humor porque me parece que el humor está para eso, para rebelarse contra el opresor, contra el poderoso, y tiene  un puntito contestatario, revolucionario y digno. Pero reirse del oprimido es un abuso, bullying como lo llaman ahora los anglosajones, lo que ha sido putear al gordo de toda la vida (risas). Eso es un acto de maltrato, de abuso. No hay tabúes, solo es cuestión de saber elegir la trinchera y es una cuestión de puntería. Yo me siento cómodo frente el opresor. Luego se te cierran puertas. Yo he intentado venir a grabar a la Mezquita de Córdoba para un documental y como se han enterado que era yo el director, pues me lo han denegado.

P. Eso le ocurrió hasta a Ridley Scott, si te sirve de consuelo.

R. Así somos, Ridley y yo (risas). Diría el obispo: no he dejado al Manu, voy a a dejar ahora al Ridley Scott este. Yo asumo las consecuencias de no poder grabar en la Mezquita si le doy una bofetá sin manos o una patá en la boca al obispo de Córdoba. Asumo las consecuencias, sí. Otra autocensura es que digo la verdad. Yo no pondría en boca de nadie algo que no haya dicho o no analizaría nunca un hecho que no ha ocurrido. En esos momentos me pongo la careta del periodista, pero me la quito rápido para ponerme en la que estoy cómodo, la del cómico. Espero siempre dar datos rigurosos y fieles. Cada uno se pone las autocensuras que quiere. A mí, por ejemplo, me van las bromas sexuales y no me van nada las escatológicas, no me hacen gracia. Cada uno que haga con el humor lo que le dé la gana. El sentido del humor es como los culos, cada uno debería ceñirse a qué hacer con el suyo exclusivamente.

"Mi autocensura es que siempre hago humor contra el opresor, nunca contra el oprimido"

P. Fue divertido escuchar en medio del procés catalán la frase: “Andalucía is not Spain, Spain is Andalucía”. Dándole un poco la vuelta, ¿no te da rabia que el nacionalismo español se apropie del tópico andaluz?

R. Ya lo hicieron, ese es el gran problema, nos robaron nuestras señas identitarias. Llegó una dictadura que necesitaba propaganda, el mundo le daba la espalda, era un sistema autárquico, los americanos lo pusieron más fácil que difícil… y la propaganda a mí me enseñaron en la facultad que es la publicidad de las cosas que se escriben con mayúscula, la Iglesia, el Estado… ¿Qué gozaba de buena publicidad entonces? El traje de flamenca, el toro, los toreros, el flamenco. Las señas identitarias andaluzas pasaron a ser las de un régimen del que no nos sentimos muy orgullosos. Y ahora, cuando se quiere pasar página de ese régimen, parece que no podemos recuperar esas señas identitarias.

Bailar una sardana es un acto precioso de reivindicación y justicia identitaria y poner el flamenco sobre la mesa es hablar de la España de la pandereta y la peineta. Es que mire usted, lo que teníamos antes y ahora es el flamenco. Solo pedimos no renunciar a esta parte de nuestro pasado. Es una pelea de doble camino y vuelve a ocurrir cuando el nacionalismo centralista se apropia de cosas muy andaluzas. Es algo que debemos saber aprovechar. Mientras otros discuten entre si son españoles o no, nosotros deberíamos ser inteligentes por esta vez y ver que aquí es donde somos más españoles, porque uno de cada cuatro españoles está en Andalucía. Si es donde más españoles hay y esto va de democracia y de que las mayorías importan, si los andaluces fuéramos capaces de tomar decisiones en común y pelear todos a una tendríamos mucho ganado. Jugaría a favor de esta característica estadística. Somos el 25% de España. A poco que nos organizásemos sería difícil que no tuviéramos la mayoría de todo lo que queramos decidir.

P. Si Andalucía fuera normal, ¿cómo sería?

R. Andalucía es normal. De hecho la surnormalidad es eso, la normalidad del sur. Nos pregonan como exóticos y eso es algo que vive en el ojo del forastero. Al chaval que vive en la orilla del Ganges lo menos exótico le parecerá lo de quemar a los muertos y pasearlos en las tarimas con flores, y le parecerá muy exótico las cuevas del Sacromonte. La iconografía del flamenco la cuentan los románticos franceses, ha trascendido la Andalucía romántica de Washington Irvin, estamos acostumbrados a que nos la cuenten desde fuera, a que los medios centralistas nos traten de forma exótica, y para ellos somos como la abuela del pueblo, solo vienen cuando estamos en fiestas o se ha muerto alguien, así que creen que aquí solo suceden fiestas y tragedias. Pasamos toda la eternidad explicándonos, diciendo que también trabajamos. ¿De verdad tenemos que seguir clamando en el desierto? Aboguemos por nuestra surnormalidad. Si nos ve como exóticos, escriba usted una novela pero no nos intente convencer de que lo somos porque no lo somos. Cuando uno viaja lo otro le resulta exótico hasta que lo comprende. La patología del centralismo es el ombliguismo y lo peor es que el ombligo crea pelusa. La cosa es tomar conciencia de que todos somos normales y que la surnormalidad es la nuestra, la del sur.

 "asumo las consecuencias de no poder grabar en la Mezquita si le doy una 'bofetá' sin manos al obispo"

P. ¿Cuál es tu etapa favorita de la historia de Andalucía?

R. Mi maestro Pérez Orozco me enseñó que lo mejor del mundo Andalucía, no. Lo mejor del mundo, el mundo. Andalucía es buen rincón para pelear el mundo, cambiar el mundo y pelearlo. Aquí hay características geográficas y climatológicas que son muy favorables. No es lo mismo disfrutar de la vida aquí que ser un inuit en el polo norte. Es más agradable a priori. Cuando se habla de Al Andalus, de Tartessos.. me resulta curioso que cada civilización que ha pasado por aquí ha conseguido que cuando estaba aquí ha sido su mejor versión. Los árabes cuando estuvieron aquí fueron la mejor versión de ellos mismos, los grandes generales romanos se acababan retirándose aquí, en el gran vergel del Mediterráneo, Tartessos, la Atlántida, los Reyes Magos que venían de aquí, como dice el Papa… creo que algo tienen que ver nuestras condiciones, que igual tenemos que aprender a aprovechar, a conectar, porque wifi hay en todos los sitios pero hay que meter bien la clave. Creo que hay una wifi especial para el desarrollo de las civilizaciones en este rincón, por eso le tenemos que sacar la clave para ser la mejor versión de nosotros mismos.

P. ¿Cuántas veces te dijeron que deberías cambiar tu acento?

R. Ya se empiezan a rendir, a hincar la rodilla. No cambiar, utilizan un verbo peor.

P. ¿Neutralizar?

R. Corregir o arreglar. Se corrigen los errores y se arreglan las cosas que están estropeadas, ¿no? Yo ceceo, la zeta la marco, pero no tengo un acento muy cerrado, de hecho se me pegan los acentos muy rápido. Yo el viernes salgo de Córdoba diciendo sipote y los nenes [lo dice con las es muy abiertas]. Cuando vengo de México vuelvo hablando chilango patrás y cuando vuelvo de Cádiz vengo cantando. No tendría problema en castellanizarme, pero claro, si tú me llamas para una película y me das un papel de soldado vallecano, yo te pongo acento vallecano, pero mientras me estás pidiendo que haga de Manu Sánchez, ¿qué problema tiene mi zeta? ¿De verdad que no se me entiende? Se entiende perfectamente, igual que yo entiendo el acento gallego de Piedrahita, la ele de Buenafuente o el acento argentino de Les Luthiers. Se entiende perfectamente. El único problema del andaluz es que somos pobres y por eso nos lo quieren cambiar, porque es un acento de pobres. Parece que pobre va de la mano de inculto, entonces no es cool o moderno o hipster. Hay que arreglarlo y a hacerlo guay y quitarlo de encima de la mesa. Así que lo que hay que corregirse es lo de ser pobres.

"Andalucía es buen rincón para pelear el mundo"

P. ¿Cómo se arregla eso?

R. En esa  tenemos que pelearnos. Quizás produciendo más, tomándonos el tejido industrial en serio, no poniendo todos los huevos en la cesta del turismo, creyendo en la cultura, que es algo que hacemos aquí muy bien… tenemos que revisar esa historia. Saber que el turismo es nuestra gran baza, pero que hemos sido grandes poetas, grandes dramaturgos, grandes músicos, escritores, tetaremos... Ahora hay grandes directores de cine, Alberto Rodríguez, Paco Léon, hay mucha gente de esta industria, en el periodismo, como vuestro medio, creando desde y para Córdoba con calidad.

Hubo un ministro de Franco que dijo que los andaluces, con la gracia, el sol y la playa para qué queríamos industria. Y entonces los altos hornos se fueron de Málaga a Bilbao, la industria textil a Barcelona, la SEAT en Martorell. ¿Entonces qué pasa? Que nos condenaron al turismo, donde somos una súper potencia mundial y tenemos que seguir siéndolo. En esa parcela somos estupendos pero ya que la tenemos controlada. Vamos a seguir abrazando parcelas. Espero que se esté haciendo y me gusta cuando escucho hablar de la aeronáutica, veo Almería como referente agroalimentario, los trasplantes de órganos… veo que se abren melones nuevos además del turismo, pero todos los problemas, estereotipos y complejos que nos tiran a la cara se arreglan de un plumazo dejando de ser pobres.

Claro, el éxito no es solo adónde vamos, sino de dónde venimos. En este libro que dedico a mis abuelos, que ninguno de ellos cuatro sabía ni leer ni escribir y yo ahora publico libros y estreno obras de teatro, creo que tenemos que ser conscientes cuando un malintencionado político catalán nos echa en cara que vamos terceros o cuartos en lo que sea. Hay que tener en cuenta que éramos analfabetos hace 40 años cuando ellos ya tenían toda clase de ayudas. Que seamos terceros es signo de mucho más éxito viniendo de donde venimos.

P. Otra pregunta que te habrán hecho un millón de veces: ¿Por qué no vives en Madrid?

R. Cuando me preguntan eso, que suele ser gente que vive en Madrid, yo le digo: ¿Y tú por qué no vives en Nueva York? Y ellos me dicen, yo para que voy a vivir en Nueva York si estoy bien en Madrid, y yo les digo, pues lo mismo me pasa mí en Andalucía. Pero es que Madrid es más grande que las ciudades andaluzas, me dicen, y contesto, y Nueva York es bastante más grande que Madrid y hay más trabajo. Se empeñan en que si somos 40 millones de españoles, 30 tienen que vivir en Madrid, 5 en Barcelona y el resto de atrezzo y de lugareños en otros lugares que ellos visiten. Por ahí van los errores. A mí me encanta Madrid, me siento medio gato. Pero digo que Madrid no existe, que Madrid son los padres, porque Madrid somos todos, es una ciudad que la hacemos entre todos. Muchas veces hablamos de los medios de Madrid y parece que hablamos de la ciudad, de ese concepto capitalino, cuando hablamos del país. A Madrid hay que ir, pero ya, gracias a Dios, no hay que irse. Además, ahora que tardas dos horas en llegar desde aquí, yo no hay semana que no pase dos o tres días allí. A veces tardo lo mismo en llegar desde Andalucía que ellos, que viven en una urbanización a dos horas y cuarto con atasco.

"Los árabes cuando estuvieron aquí fueron la mejor versión de ellos mismos"

P. Sé que te gusta decir que naciste el mismo día de septiembre que Freddy Mercury, aunque 39 años después...

R. Sí, estoy muy orgulloso de esa fecha, pero después se casó la hija de Aznar ese día, supongo que fue algo que hizo el cosmos para empatar mi orgullo, así que no sé si al final ha salido ganando o perdiendo la fecha.

P. ¿Sientes que perteneces a una generación perdida?

R. Nooooo. Qué va. Mira que nos han puesto nombres y ninguno agradable ni justo. Perdidos no estamos. Estamos en Londres, en Madrid, en Nueva York, en Alemania… Lo que hay que dar es oportunidades aquí para que estemos recogidos, en casa, trabajando en el sitio donde nos hemos formado. Hay carreras con tres salidas: tierra, mar y aire. Yo empecé ingeniero de telecomunicaciones porque no me preguntaron qué me gustaba hacer. Me contaron qué carrera tenía más salidas. A los que se nos daba bien estudiar, venga, ingeniero, médico, abogado o arquitecto. Mire usted, es que a mí se me da bien escribir, si hombre, para eso siempre hay tiempo, eso de hobby, los domingos por la mañana escribes cuentos. Hay que trabajar en algo que tenga salidas y ahora se enseña a los niños a emprender. Latín, Bellas Artes o Filosofía, no, que no nos expliquen qué es el flamenco sino que nos enseñen a tocar el Himno de la alegría o Titanic con una flauta de plástico. Esto está regular montao. Tenemos un sistema que va demasiado a lo pragmático, que va  quitando las cosas que te ayudan a tener un pensamiento crítico. Cuando charlo con gente más joven siempre le digo que se dediquen a lo que les apasiona porque con ello serán la mejor versión de sí mismos y así serán competitivos en el mercado de verdad, porque tendrán todas las papeletas para ser los mejores.

Luego nos llamaron los ninis, que ni estudian ni trabajan. Pero bueno, yo le digo a mi abuelo analfabeto que me haga una integral definida con los límites de integración derivando a infinito creando una indeterminación, y mi abuelo que no sabe si las esdrújulas llevan tilde, pues imagínate el hombre, lo que se hace es el muerto. ¿Cómo que los ninis? Hace muy poco los límites de analfabetismo eran terribles en España. ¿Que ni trabajan? Es que no hay trabajo ahí fuera, hay un 60% de paro juvenil en Andalucía. Esa generación anterior a la nuestra no se puede lavar las manos diciendo que no trabajamos porque no queremos. ¿Nosotros hemos fracasado? Esta es la generación que tú has dejado en mis manos. Vamos a trabajar juntos en arreglar este erial. Deberíamos ser justos con los jóvenes. Los jóvenes siempre vienen apretando, con ideas nuevas, vienen a aportar. Creo en la juventud y espero seguir pensándolo con 80 años.

"El único problema del andaluz es que es un acento de pobres"

P. Con esa forma de discurrir tan madura que te ha caracterizado siempre, ¿te consideras un poco viejoven?

R. Pues tengo 32 años pero pinta de uno de 40 que sale a correr. Para 32 estoy hecho una porquería pero para 40 estoy pa comerme. Celebro el error porque tengo la misma pinta desde los 17 y cruzo los dedos para que esto sea una especie de Benjamin Button extraño y que tenga pinta de 40 pa siempre, es cuestión de paciencia. Así que cuando yo voy a estar bueno, bueno es con 60 ó 70, que voy a parecer un niñato de 40. Me voy notando ya cositas de puretita, algo que descubrí de forma brillante. Estaba cortándome el pelo y la persona que me estaba cortando el pelo tuvo a bien gritar en toda la peluquería: oye, prepara la cera que le tenemos que quitar a Manu los pelos de las orejas. Entonces yo me enteré a la vez que mucha más gente que tenía pelos en las orejas. El principio del fin. Entonces ya me analizo y me descubro diciendo cosas como que me voy a recoger pronto el sábado que quiero aprovechar el dominguito por la mañana, qué coraje que pongan en estos bares la música tan alta que no se puede hablar, hay que ver los niñatos con las motitos... y, además, ya conozco los bares de copas por cómo se llamaban antes. Me doy cuenta que voy entrando en un puretismo precoz, que supongo que será otra etapa agradable. Pero vamos, que con 60 es cuando voy a estar pa comerme.

P. Desde que naciste en 1985, Francisco Toscano (PSOE) es alcalde de tu pueblo, Dos Hermanas.

R. Correcto.

P. Y en la Junta de Andalucía continúa gobernando el mismo partido (PSOE) que cuando llegaste al mundo. ¿Te parece todo esto una anomalía?

R. A ver si me vas a echar la culpa a mí, que yo llevo votando doce años, he votado 3 ó 4 veces en mi vida (risas). Es una rareza, desde luego. Dos Hermanas tuvo un primer alcalde comunista, Benítez Rufo, y después un alcalde socialista que no es de Dos Hermanas sino de Alcalá de los Gazules (Cádiz). Desde entonces, la ciudad ha crecido muchísimo, con 150.000 habitantes, y tiene cierto peso. El pueblo, con estas cosas de la política local, valora más que las siglas la gestión, lo local responde más a eso. Lo de la Junta es curioso, no sé por qué no se da en el resto de comunidades. Yo también haría una pregunta, qué parte de culpa tiene, ahora que el bipartidismo ya no está tan presente, cuánto interés ha puesto el PP en ganar el gobierno de Andalucía, cuántas veces lo han intentado con Javier Arenas, cuándo se lo han tomado en serio, porque parece que viven muy bien en la oposición. También es verdad que creo que no podemos olvidar que esta es una región pobre, obrera, en la que hemos vivido el caciquismo, tenemos la casa de Alba, los Osborne, los Cunningham… en fin, que es difícil que la derecha sea una opción en Andalucía.

"cuando me preguntan por qué no vivo en Madrid yo digo: ¿y tú por qué no vives en Nueva York?"

Lleva 40 años gobernando un mismo partido y ahora que se abren más opciones puede que haya cambios. A mí me parece que es peligroso cuando los políticos le echan la culpa a los votantes. Cuando pierden es que la gente se equivoca votando. Si la gente es tan tonta, dónde deja eso a los políticos que no pueden convencer ni a los supuestos tontos, de manipular a los supuestos manipulables, dónde deja eso al político. Es peligroso decirle a la gente que vota mal. Quizás hay que ver por qué vota lo que vota. Los andaluces decimos que por qué en Valencia se vota al PP con lo que roba y los valencianos se preguntan que por qué se vota aquí al PSOE con lo de los EREs. Y pensamos por qué los británicos votan el Brexit, y los británicos se preguntan por qué  los colombianos dicen no al acuerdo de paz con las FARC y los colombianos cómo los estadounidenses pueden votar a Trump y estos dicen cómo pueden votar los franceses a Le Pen… Vamos a ver lo que pasa en cada sitio nuestro para que la gente esté votando incluso lo que no parece muy lógico. Vamos a analizarlo pero no vamos a insinuar que la gente se equivoca votando, porque eso deja herido de muerte al mejor sistema que conocemos que es la democracia. Es mejor que reñirle al votante.

El día que la gente no venga al teatro no diré que hay que ver la gente de Córdoba que no tiene ni idea, tendré que decir qué ha pasado para que no vengan. ¿La habré promocionado bien? ¿He hecho algo que no les haya gustado? Eso es mejor que echarle la culpa a la gente.

P. ¿Con quién te ríes?

R. Con un montón de cosas. Me suelo reir más con las cosas ingeniosas que con las graciosas. El juego de palabras que estaba ahí, a un palmo de nuestras narices, y lo suelta alguien. Cuando el Selu dice con las Pepis que su hijo es súper pasivo, me parece genial. Me hace gracias Les Luthiers que utilizan estas herramientas, cosas que con la sutileza de la entonación significan lo contrario. Me hace gracia la  desvergüenza, lo provocador y que los Monty Python cierren un musical con fuentes de semen y todos bailando… es esa sensación de decir son libres estos tíos. Me hace gracia lo inesperado, lo que no veo venir y después, me hace mucha gracia mi madre, que sigue sorprendiéndome, y mis colegas, es fácil reírse con los colegas y si la gente pilla mi libro vamos a ser más colegas y nos vamos a entender mejor, vamos a tener más códigos y al final va a ser más fácil que conectemos. Esto va en sentirnos todos una gran pandilla.

"¿Nosotros hemos fracasado? esta es la generación que tú has dejado en mis manos"

La última vez que me tuve que salir del cine fue con Django desencadenado de Tarantino, con ese Ku Klux Klan a caballo que empieza a preguntarse que quién ha hecho las capuchas que no ven nada, que los agujeros están torcidos, y de repente alguien dice, alguien supremacista y machista, bueno, da igual que nosotros no veamos mientras vean los caballos. Entonces al final la super raza con sus antorchas reconoce que los animales son superiores. Entonces, me hace gracia lo que juega en el filo. Soy cómico funambulista, que no se cae si consigue caerse un poquito pa un lao y pa otro, y que llega al final sin caerse. Supongo que algún día me caeré al estar en la cuerda floja, pero espero partirme un brazo o una pierna y no matarme para poder seguir. Y ahora que la cosa está calentita es cuando me apetece subirme a la cuerda floja. El bufón está para eso.

P. ¿Qué nuevas pistas de tu circo se abrirán en 2018?

R. Espero que tele, que es un buen escaparate. Siempre he querido estar en la tele pero no de cualquier forma. Estar mal en un escaparate es peor y quiero hacer productos de los que sentirnos orgullosos. La tele es hacer mosto, pisas y bebes y lo de ayer ya no importa. El teatro es como hacer vino, corriges el error, la acidez, le das la vuelta a la botella, la etiqueta, el corcho, tiene que estar en barrica dos días más… Si nos dejaran hacer vino en la tele estaríamos encantados. Espero que encontremos el huevo en 2018. El cine es nuestra gran asignatura pendiente, a ver si toca en 2018.

"tengo 32 años pero pinta de uno de 40 que sale a correr"

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