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¿Y quién marca aquí?

Merino habla con Jona en el primer entrenamiento de esta semana | ÁLEX GALLEGOS

Paco Merino

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Cuando Juan Merino llegó al Córdoba tomó unas cuantas determinaciones urgentes. Una de ellas fue el cambio de dibujo para incluir en el once a dos delanteros. Los dos puros con los que cuenta la plantilla, dicho sea de paso, después de que en plena pretemporada se abrieran las puertas a Alberto Quiles para que se fuera cedido al UCAM Murcia de Segunda B. La cuestión es que Sergi Guardiola y Jona Mejía sumaron esfuerzos para que el Córdoba mejorase su producción atacante, que no era precisamente brillante. ¿Y qué ha ocurrido? Pues que el equipo solamente ha sido capaz de marcar un gol en 270 minutos de juego. Lo firmó, gracias a un penalti más que dudoso, Jona García en el partido que el Córdoba empató en El Arcángel ante el Numancia en su última comparecencia (1-1). Ha sido el único punto sumado en la era Merino, que se completa con derrotas en el Tartiere de Oviedo (2-0) y el Artés Carrasco de Lorca (1-0).

Guardiola, máximo realizador del equipo con cinco dianas, no ha vuelto a ver puerta en este periodo. Jona, que marcó su segundo gol en esta temporada, tampoco ha estado demasiado fino. De hecho, el conjunto en general ha seguido lejos de una versión mínimamente competente. Con muy poca capacidad para generar oportunidades, el colocar una dupla arriba se ha revelado, en las actuales circunstancias, como una medida ineficaz. En Lorca, el Córdoba mejoró cuando se quedó con un solo punta en el campo.

La recesión a la hora de construir juego ofensivo ha sido uno de los temas más preocupantes en la deriva del Córdoba después del cambio de entrenador. La prioridad de Merino era obvia: frenar la cantidad indecente de goles que el equipo encajaba. Actualmente presenta una tarjeta de 26 en contra, siendo el más vulnerable tanto cuando juega en casa como cuando lo hace de visitante. La fragilidad se ha aminorado, aunque el equipo sigue perdiendo. No concede tanto ni se ven situaciones de vodevil en la retaguardia, pero su falta de contundencia la está pagando de un modo claro.

Este viernes, ante Osasuna, se prevén cambios. En sus entrenamientos a puerta cerrada, Merino puede estar preparando planes distintos para reactivar a un Córdoba que no termina de arrancar. Habrá trabajo hasta última hora. En la misma mañana del partido, el técnico ha fijado una sesión de entrenamiento desde las diez y media. El choque liguero será a las nueve de la noche. Máxima tensión.

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