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“El domingo vamos a ser valientes”

Luis Miguel Carrión, en la Ciudad Deportiva | ÁLEX GALLEGOS

Cristian López

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El domingo se avecina uno de los partidos más delicados para Luis Miguel Carrión, que despacho su habitual comparecencia ante los periodistas lanzando mensajes de lucha y ambición. No queda más remedio. La visita del Alcorcón se plantea como un examen general para todos, incluyendo al técnico catalán. “El domingo saldremos valientes, a correr, y seremos fuertes, yo el primero, porque es lo que necesitamos”, afirma con rotundidad. La actitud, algo de lo que pecó por defecto el conjunto blanquiverde durante el primer tiempo del partido ante el Valladolid, es la mayoría de las veces más importante que el propio talento. Sin lo primero no hay manera de sacar rédito a lo segundo. “Se pueden cometer errores, porque el fútbol es así, pero lo que no se puede es dar esa sensación tan mala”, ha admitido el entrenador cordobesista, que insistió en que defenderá a sus jugadores “no porque estén conmigo, que creo y estoy convencido de que sí lo están, si no no entrenarían así”.

“Veo que vamos demasiado atenazados y presionados, porque hay jugadores que en los entrenamientos dan un nivel muy alto y luego cuando llega el partido no van igual. Eso tiene que cambiar. Nos meten un gol y bajamos los brazos rápido, pero tengo plena confianza en ellos”, apuntó.

“Vamos a intentar que no nos marquen gol”, subraya Carrión. Ese será uno de los requisitos indispensables para buscar el sendero del triunfo. Un desafío altamente complicado, viendo el bagaje del equipo hasta la fecha, pero que se puede presentar favorable ante una entidad como la AD Alcorcón. Se miden la plantilla que más tantos recibe (15) frente a la segunda que menos acierta (4).

El entrenador blanquiverde también ha hablado sobre el encuentro que se produjo en el vestuario del José Zorrilla entre los jugadores y el propietario de la entidad durante el descanso. “Al acabar la primera parte, siempre dejo unos minutos para que los jugadores piensen. Y en esas apareció el propietario cabreado”, puntualiza el técnico. “No oí lo que les dijo puesto que me quedé fuera, pero al finalizar el partido hablamos sobre lo que se podía hacer. En el autobús había confianza”, apostilla. Creer para luchar. Trabajo y confianza. El próximo domingo se verá el resultado.

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