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Un recepcionista cordobés le salva la vida a un inglés a punto de ahogarse en Ibiza

José Manuel Serrano, en el hotel en el que trabaja en Ibiza

Juan Velasco

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Siete años lleva José Manuel Serrano en Ibiza trabajando, y bastante tiempo en el Hotel Dorado, de Playa D'en Bossa, cuya recepción, su hábitat laboral, tiene la privilegiada visión del Mar Mediterráneo. En este tiempo ha visto de todo, como él mismo reconoce, en una isla en la que las despedidas de soltero y el consumo de alcohol son habituales. Sin embargo, ayer por la mañana, no se topó con la despedida de soltero habitual.

José Manuel acababa de empezar su turno de mañana, cuando se asomó y vio a unos chicos ingleses un tanto preocupados. Éstos le pusieron en alerta. Uno de sus amigos se había metido en el mar con la idea de alcanzar la boya y no parecía capaz de volver. Estaba borracho y había mostrado un carácter raro durante la noche, le explicaron. Así que Serrano hizo lo normal y avisó al 112.

Eran las 8 de la mañana, no había aún socorrista en la playa, y el chico parecía cada vez más lejos y cada vez más cansado, así que José Manuel pensó que, si el chico seguía a flote, conseguiría traerlo de vuelta a la playa. Entre José Manuel y el británico habían 300 metros en un día en el que el mar también presentaba una corriente considerable.

A Serrano le encanta el deporte. Le gusta particularmente la natación y nadar en mar abierto. El triatlón y las pruebas de resistencia. También había hecho un curso de socorrismo con 16 años que le enseñó maniobras que nunca había tenido que utilizar. Hasta ayer. Ayer, movido por la urgencia de la situación, José Manuel cogió un rosco salvavidas de los que hay en la piscina de su hotel, se lo ató al tobillo y se lanzó al mar para nadar 300 metros y rescatar a una persona.

El rescate le pareció una eternidad

“Tardé unos 5 minutos en llegar hasta él. Los hice con la técnica de Waterpolo, con la cabeza arriba, para no perder de vista su posición, puesto que había corriente. La vuelta… En la vuelta sí que lo pasé mal. Fueron como 20 minutos”, explica José Manuel, que había recibido indicaciones de que el estado etílico del herido podría complicar la situación. Por ello, en un primer momento, decidió merodear para ver cómo se encontraba el herido. Estaba, según indica, medio inconsciente y muy debilitado, así que consiguió que se agarrara al salvavidas y empezó la vuelta hacia la orilla.

Vino entonces el momento crítico. “Iba a la vuelta hablándole, preguntándole cosas para que estuviera consciente, pero, en un momento dado, ya no pudo más y se hundió. Así que tuve que bucear para agarrarlo. No sé cuanto tiempo pasó. La vuelta me pareció una eternidad”, confiesa Serrano sobre el tramo en el que tuvo que arrastrar a pulso al joven británico hasta la playa.

Llegó consciente, con una clara hipotermia, pero sin haber llegado a perder el conocimiento del todo. Fue trasladado al Hospital, donde se le dio el alta poco después. Apenas unas horas más tarde, ya estaba en el Hotel donde se encontró con José Manuel, que según explica, lo vio todavía en estado de Shock.

“Sus amigos estaban también en shock. Habían estado bebiendo, venían de despedida de soltero. Vinieron, me dieron unos abrazos y las gracias y se fueron”, cuenta José Manuel, que lleva siete temporadas trabajando en Ibiza, a donde llegó un verano y donde encontró su trabajo en los hoteles. En éste es Jefe de Recepcionistas. Sobre lo ocurrido, no le da mayor importancia -“vi que podía traerlo y me animé”, apunta-, aunque, antes de despedirse, pregunta quién sabe en Córdoba a estas alturas sobre su hazaña.

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