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Ganemos rompe la baraja con el cogobierno al que apoyó en la investidura

A la izquierda, Rafael Blázquez, de Ganemos, junto a David Luque, del PSOE | MADERO CUBERO

Manuel J. Albert

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Todo ha cambiado. Por primera vez los cuatro concejales de Ganemos Córdoba han volado los puentes y han votado no a un proyecto del Gobierno Local que ellos mismos ayudaron a investir. Este martes, los ediles de la agrupación de electores coincidieron en la negativa con la oposición de derechas y dijeron no al proyecto de ordenanzas fiscales, uno de los puntos clave -junto a la aprobación de las tasas y de los presupuestos- del calendario de todo Ayuntamiento.

El efecto práctico de esta medida no tiene demasiado calado entre los vecinos: seguirán funcionando con las ordenanzas de 2017, que se prorrogarán un año más. Pero en lo político, el impacto es considerable. La agrupación de electores, nacida del movimiento del 15M y los colectivos sociales, ha terminado de romper la cuerda que ella misma fue tensando desde que en 2015 decidiese no entrar en el Gobierno local -a pesar de tener más votos que IU- pero sí apoyar a la coalición de izquierdas y a PSOE en la investidura.

La asamblea que hace dos años tomó aquella trascendental decisión ya dibujó el clima que se vive dentro de Ganemos. Una atmósfera en la que el componente de Podemos, en su versión anticapitalista -que domina el panorama morado andaluz-, ha ido ganando peso en la agrupación de electores, marcando el rumbo a seguir. Para empezar: distanciarse del PSOE, al que se identifica como el gran partido del sistema “que ha traicionado los valores de la izquierda” y que ha demostrado que “no se puede apoyar porque no cumple los acuerdos marcados”. Esa fue, en definitiva, la razón para no entrar en el Ejecutivo local.

Pero el no de este martes forma parte de una segunda fase: presionar a IU. El no de hace 24 horas fue a todo el cogobierno, pero especialmente a Alba Doblas, secretaria del PCA en Córdoba y delegada de Hacienda. Un no que diversas fuentes interpretan como un elemento más dentro de una estrategia general andaluza para empujar fuera de los cogobiernos locales con el PSOE a las siglas de IU. Más aún cuando esta formación, en su vertiente nacional, se presentó a las elecciones generales en coalición con Podemos.

El momento para romper la baraja, no obstante, ha llamado la atención. Las ordenanzas fiscales suponen un golpe todavía menor que tanto Ganemos como el gobierno municipal pueden encajar políticamente. Por eso, algunas voces ven lo de este martes más como un aviso a navegantes. Un aviso que apunta, directamente, a IU.

La excusa de Ganemos para no apoyar las ordenanzas es que no se han cumplido cinco de los acuerdos que el año pasado propiciaron su apoyo. Pero las voces del Ejecutivo creen que, a pesar de ello, las ordenanzas presentadas para 2018 son, en esencia, muy parecidas a las del año pasado y por tanto, aceptables. Pero en Ganemos señalan que ese continuismo es el que ha propiciado su negativa.

En cuanto a los incumplimientos de los acuerdos, desde la bancada de IU y PSOE se recuerda que el Gobierno local tiene poco margen de maniobra en algunos casos, como la imposición de una tasa turística, cuyas competencias dependen más de la Junta. Por último, la otra razón esgrimida por la agrupación de electores es la falta de diálogo. Desde fuera se ha insistido en que diálogo ha habido. No solo verbal, sino también por escrito, tanto con el PSOE como con IU.

En todo caso, Ganemos Córdoba considera en una nota de prensa que “el Gobierno ha desaprovechado uno de los momentos políticos más importantes del año para exprimir a fondo unas ordenanzas que se pongan del lado de la gente, en hacerlas más participativas, más justas y solidarias, en avanzar hacia un modelo fiscal de mayor justicia social”.

Su concejal María Ángeles Aguilera también ha reprochado al Gobierno de Izquierda Unida y PSOE “que no se ha avanzado en transparencia, la gente tiene que conocer cuáles son las exenciones y las bonificaciones a las que tiene derecho, y es responsabilidad municipal acercar la fiscalidad aún más a las personas, con la promoción de esas medidas que propician cambios significativos y que la gente no conoce porque su ayuntamiento no lo ha dado a conocer lo suficiente”.

Teniendo en cuenta estos mimbres, en los pasillos del Consistorio empiezan a escucharse preguntas sobre lo que va a pasar en los próximos meses. No solo con las tasas, sino con la verdadera piedra angular de todo curso político: la aprobación de los presupuestos municipales. ¿Se repetirá el no? ¿Volverá a dejarse solos en minoría a IU y PSOE y, en ese caso, al frente de un gobierno cojo por la falta de cuentas? ¿Cambiará de planteamiento IU dentro del cogobierno?

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