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Rubén Molina, el bailaor cordobés vecino de Bataclan, actúa en la sala del atentado

Cartel anunciador del espectáculo de Molina en la sala Bataclan.

Manuel J. Albert

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La noche del 13 de noviembre de 2015 fue la noche de la infamia en París. 137 personas murieron asesinadas en una serie de atentados yihadistas en la capital francesa. Uno de los más sangrientos ocurrió en la sala de conciertos Bataclan, justo en la calle de al lado de la residencia de un cordobés, el bailaor Rubén Molina. Un año y medio después, el artista andaluz va a mostrar su arte en ese espacio que se convirtió en símbolo de la tragedia. Lo hará en un espectáculo que aúna flamenco y música electrónica y con el que pretende “transformar la energía de ese lugar”.

Afincado en la ciudad del Sena desde hace cuatro años, Molina ya es una cara habitual en las guías de espectáculos y culturales de París. Su montaje Nuit flamenco ha logrado un gran éxito en Francia y le ha servido de base para las dos piezas que va a integrar este sábado en la Bataclan, junto a los dj´s madrileños invitados a pinchar.

“Es raro volver a entrar aquí después de todo lo que pasó”, reconoce el cordobés. “Básicamente está todo igual aunque han pintado y cambiado el suelo, pero por lo demás no ha cambiado”, cuenta por teléfono.

El hermano de Rubén es quien ha confesado al bailaor que con su arte puede exorcizar lo que allí pasó. “Vamos a cambiar la energía con nuestro flamenco; golpeando ese mismo suelo, vamos a reivindicar que el arte y la cultura son grandes herramientas para transformar la sociedad porque son lenguajes universales”, prosigue.

Es una responsabilidad. El flamenco es un extraño en la sala parisina, que sobre todo es reconocida por su dedicación a los conciertos. Rubén sabe que además del primer flamenco en bailar en ese lugar es el primer cordobés que actúa después de uno de los atentados más terribles que ha azotado la ciudad. Por eso, Molina trata de centrarse en el espectáculo, en que todo salga bien y en que, efectivamente, logre cambiar la energía de Bataclan para siempre.

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